La chica se alejaba un poco más relajada de aquella visita. Los animales reaccionaron igual y eran los únicos que parecían quererla de la misma manera que siempre. Tomó su vestido que colgaba de un árbol y lo llevó en las manos. Suspiró profundamente, preparándose para afrontar todo lo que la esperaba en la enorme construcción.
Mientras tanto, ella no sabía que alguien la seguía en silencio. El joven había dejado su caballo en un árbol apartado, pero sin amarrarlo, así podría volverse solo al establo. Se escondía de la mirada atenta de la princesa que caminaba despreocupada de la situación. ¿Por qué le atraía tanto? Era extraña, pero a la vez le era familiar. Era salvaje, pero también delicada. Su cabello se movía con la brisa del otoño que ya se empezaba a hacer presente. No había visto su rostro, siempre le daba la espalda. ¿Qué tanto le escondía?
Comprobó que estaban alejados de la manada y apresuró su paso hasta tocar su hombro, logrando que ella se sobresaltara. Aún así, Catherine no volteó.
-Oye, no vale la pena que huyas, prometo no lastimarte, sólo quiero saber quien eres-intentó hablarle con una voz calma, pero la chica respiraba agitadamente.
-Déjame en paz, no quiero que me veas-murmuró Cat escondiendo aún más su rostro con los cabellos.
El chico no quería forzarla, pero la curiosidad y atracción le decían que no se vaya. Además, sabía que él no pensaba lastimarla, sólo quería verla.
-No me iré hasta que me digas quien eres, aunque no te conozca, sólo veré tu rostro y me contentare con eso.
Ambos estaban nerviosos. La princesa, por su parte, temía que la descubrieran haciendo esas cosas extrañas y la tacharan de loca. Mientras que el joven, no pensaba irse hasta saber quien era. Había soñado varias veces con ella, pero en ninguno de ellos tenía rostro. Su cabeza se negaba a imaginar de más. ¡Quería soñar con ella viéndola real! Admitía estar un poco loco.
-Eres un molesto-gruñó la chica.
Eso le sonó totalmente familiar de alguna manera. Había vivido ese "insulto" en alguna parte. Hasta la voz de ella era igual a la de esa chica. Se desesperó por voltearla, pero no quiso asustarla y que tampoco lo odiara.
-Escuchame, si volteas, verás que soy una persona de fiar. Te lo prometo.
Catherine tenía que admitir que también moría por verlo. Él era insistente y de alguna manera la hacía sentirse halagada. Su voz era profunda y demasiado conocida. Aún así, no se fiaba. Un secreto así, podía traerle muchos problemas. ¿Y si la amenazaba con contarle a su padre?
-No, no me verás, vete ya.
Él negó con la cabeza. Ella era más testaruda de lo que pensaba. Pero él aún más, nadie le ganaba. Así que seguiría.
-Me encanta como cantas, ¿dónde aprendiste?-utilizaría la técnica de charla.
-¿Qué?-preguntó Cat frunciendo el ceño inconscientemente-¿Por qué debería contarte?
-Bueno, sólo te pregunté algo muy tonto, no te perjudicaría contestarme.
La castaña rodó los ojos, aprovechando de que él no podía verla, era extraño hablar con una persona de espaldas. No podía irse porque él la seguiría y descubriría todo. ¿Qué más podía hacer?
-Un profesor. Él me dio clases desde que tengo uso de razón-respondió.
》Vamos de a poco《 pensó él.
-Vaya, debes venir de una familia acaudalada-con esto lograría averiguar su posición económica-También me gusta mucho tu cabello-la chica se estremeció cuando ese acosador tocó su despeinada melena y se sacudió para que quitará la mano-Y ese vestido, wow...
Quiso voltear para darle una bofetada. No se había dado cuenta que el vestido era blanco, y por lo tanto, un poco transparente.
-¡Eres un pervertido!-exclamó histérica y dio tres zancadas, antes de que él también las diera, siguiendola. La chica se exasperaba cada vez más. No podía huir esta vez.
-Si me das una oportunidad, seguramente el pervertido puede llegar a gustarte-le dijo de manera engreída-¿Novio? ¿Tienes uno rondando por ahí?
-¡¿Qué diablos te importa?!-espetó exasperada-No voy a contestar ni una más de tus preguntas.
-Entonces me veré obligado a girarte a la fuerza...-no pensaba hacerlo, pero tal vez si le daba miedo, lograría saber si se trataba de una loca y hermosa chica ya ocupada.
-No tengo.
》¿¡Y ahora por qué dije eso!?《 se gritó para sí.
La princesa no sabía porque había dicho eso. No tenía novio...¡Estaba comprometida! ¿Por qué había negado su relación? Sería que muy dentro de ella le gustaba toda esa persecución. Pero se sintió un poco mal por haber mentido en algo tan grande.
-Está bien, entonces mi futura novia no es tan imposible después de todo.
》¿Y a este qué le pasa?《
-Tengo que irme-Cat comenzó a caminar, pero cuando sintió las pisadas de nuevo, atrás de ella,bufó-¿Puedes dejarme tranquila?
-No me pienso ir hasta ponerle rostro a la chica de mis sueños. Está bien, eso sonó romanticon, pero sueño contigo, si. ¿Puedes hacerlo? Me ahorrarias muchos dolores de cabeza.
-¿Cómo se que eres de fiar y que no lo contarás por ahí cuando te enteres?-preguntó la chica.
-Te puedo asegurar, con total certeza, que si me vieras, entenderías que eso no es de mi incumbencia y no ganaría nada. También tengo motivos para no andar haciendo locuras por ahí, y si ves mi rostro, seguramente reconocerás quien soy. No hay chicas como tú. Sólo conozco a una bastante extraña y...
Cuando notó que su voz y sonrisa comenzaban a aparecer, se detuvo de pensar en aquella chica y concentró su mente en el objetivo.
-Eso no importa, sólo se que eres especial y que me encantaría verte.
Cat se entristeció un poco al escuchar lo de esa chica. ¿Le gustaba alguien? Pero también sintió algo al escuchar "especial". Odiaba sentir que estaba a nada de convencerla.
-¿Qué te hace tan especial para decir que te conoceré al verte?
-No te lo puedo decir, pero que mi palabra se vuelva de tierra si miento. Hazme feliz hoy, chica de los lobos.
Chica de los lobos, eso le gustó. Tantas fueron sus palabras que la chica terminó convencida de que voltearía. No sólo porque la había convencido, sino también porque quería verlo. Vamos, debía admitir que algo le atraía.
-A la cuenta de tres. ¡Pero más te vale que cumplas!-dijo ella nerviosa.
-Si, si claro-asintió rápidamente él.
-Uno.
-Dos.
-Tres...
Catherine volteó de un salto dejando que su rostro quedará frente a frente con el de su acosador. Un viento fuerte despeinó a los chicos que se miraban fijamente a los ojos. Nadie hablaba y una sonrisa se pintó en la cara del ya feliz chico.
-¿Charles?-susurró asombrada.
-Quien diría que la testaruda Catherine sería la chica de mis sueños...
...
No digo nada para dejarlas sorprendidas xD jaja
Gracias por leer /u\
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Bailando con lobos ©
Manusia SerigalaUna reina encuentra a una salvaje niña en medio de una jauría de lobos. Decide "rescatarla" y criarla como si fuera su propia hija. Catherine no sabe nada de su pasado, pero hay muchas cosas que no le cierran. Comienza a desarrollar un profundo amor...