Pensó y pensó que se suponía iba a decir para que no la consideraran anormal o rara.
-Es que...ella en realidad es un perro, sólo que parece lobo...
-No te creo-dijo Kiara-Es increíble, ¡no te mordió!-gritó.
-Seguramente era un perro, nada sorprendente-intentó que no notaran lo que había hecho, pero ellos no eran tontos.
-Era un lobo, no nos engañas. ¡Hasta él se dio cuenta!-dijo Kiara pegándole un golpecito en la cabeza a Tim.
-¡Oye!-él fingió enojarse-Hermana, ¿vas a contarnos adónde aprendiste eso?
-¿Saben qué? Olviden eso, nunca paso, ¿si? Hagan que no vieron nada.
Para su suerte, la reina Juliet apareció a lo lejos y los llamó, preocupada por los gritos que había escuchado. Los jóvenes, no preguntaron, sólo la miraron y asintieron. Pero, ellos nunca olvidarían ese extraño hecho.
...
La familia había decidido ir a pasar el día en una feria del pueblo. Se exhibían muchas cosas artesanales, había comida regional y las típicas costumbres abundaban por todas partes.
Los adultos, se habían quedado en un puestito de joyas con formas extrañas. La reina Juliet se divertía como nunca. Margaret y Joseph sólo recorrían una vez más los caminos tan conocidos para ellos.
-¡Cat! ¡Mira!-dijo Kiara a su prima emocionada.
Los tres más jóvenes se habían adelantado, con uno de los guardias vigilando a sus realezas, para ver varias cosas raras. Había artesanías que Catherine nunca había visto en el castillo. Solían traerle aretes, collares, y dijes, así como coronas y tiaras que, si bien era extremadamente caras y hermosas, no eran tan variadas y extrañas como estas.
-Que hermoso-dijo la princesa a el dije que le mostraba la rubia.
Su vista se paseó por todo el mostrador, hasta que se detuvo en un gran collar, que tenía una cabeza de lobo. Era de color dorado, un tanto desgastado. Los ojos del animal eran dos piedras negras, que brillaban con el contacto de la luz.
-¿Cuánto por este?-preguntó la chica.
-Estas son verdaderas-explicó la vendedora, hablando de las piedras-El animal es de bronce...
El precio que le dio, hizo que Kiara abriera los ojos de par en par. Pero, la chica estaba tan enamorada del artefacto, que no le importó pagar de más. Se lo puso feliz y siguieron caminando.
-¡Mira eso!-Tim se lanzó sobre unos pequeños cuernitos de vaya a saber que animal.
Su hermana, no entendió cual era el sentido de eso, y porqué le interesaban tanto. El niño estaba embelesado e insistió para que le compraran uno. La reina Juliet se lo dio, y él saltó de felicidad. Todos lo miraron raro, vamos, era un cuerno inútil.
Se la pasaron bastante bien. Cada uno había vuelto con cosas y todos sonreían felices por pasar un día con la familia. Catherine no se cansaba de ver su collar, Kiara se había comprado un libro que siempre había querido, la reina obtuvo un anillo de extraño color rojizo, el matrimonio se la había pasado comiendo y Tim giraba su cuerno para ver la utilidad que tenía.
...
Era una noche calurosa en la casa. Todos dormían. Hasta su prima no había podido aguantar el sueño. Tim se había cansado y le había dicho que si encontraba el sentido de su objeto, se lo regalaba. Así que Catherine, se hallaba afuera, sentada en un banco. Los guardias se habían dormido, y ella disfrutaba su tranquilidad.
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Bailando con lobos ©
WerewolfUna reina encuentra a una salvaje niña en medio de una jauría de lobos. Decide "rescatarla" y criarla como si fuera su propia hija. Catherine no sabe nada de su pasado, pero hay muchas cosas que no le cierran. Comienza a desarrollar un profundo amor...