Chapter 5

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Chapter 5

Después de unos exhaustivos diez minutos buscando a Chloe (ya que, después de cepillar el cabello de Allan, inmediatamente nos pusimos en busca de mi intrépida hermana menor) Marlene sale del cuarto, lista, y decidimos bajar a desayunar. Pensamos que tal vez encontraríamos a Chloe allá abajo.

-- Entonces ¿qué pasaría si intentara dividir un átomo con un bisturí super delgado? -- pregunta Chloe, quien efectivamente, se hallaba hablando animadamente con Ed en una mesa de la cafetería.

-- No se hace así, Chloe. -- le responde Ed riendo. -- Como existen encinas de restricción para dividir partículas de ADN, así también existen otras especiales para dividir átomos.

-- Además, no creo que jamás encuentres un bisturí lo suficientemente delgado. -- digo metiéndome en la conversación.

-- Hola Allen. -- dicen simultáneamente. Se miran y ríen.

-- Si, Hola chicos. -- digo sonriendo.

-- Hey ¿Y dónde está la comida? -- pregunta Marlene.

-- ¡Marlene! -- gritamos Allan y yo, simultáneamente.

-- ¡Ah, pues! -- exclama ofendida.

Ed y Chloe se ríen. Chloe se echa un mechón de pelo por detrás de la oreja y mira a Ed durante un segundo. Ed se levanta y comienza a explicar.

-- Ahora que estamos todos, podemos ir a la barra que está por allá. -- Ed señala una barra al fondo del comedor, en donde hay personas pidiendo comida aparentemente gratuita. -- No se preocupen, no deben pagar nada.

-- ¡Genial! -- exclama Marlene.

Todos nos dirigimos a la barra y esperamos aproximadamente tres minutos antes de empezar a pedir, ya que había algo de fila. Frente a mí iba Marlene pidiendo todo lo que se posaba frente a sus ojos. Yo, por otro lado, pedí huevos revueltos, un par de tostadas y una manzana, acompañados por un café con leche.

-- Vamos Allen, el pollo se ve apetitoso... -- me susurra Allan con su boca a milímetros de mi oído.

Tomo un pollo de su plato y se lo pongo en la boca. Allan lo muerde y se ríe. Continuamos hasta llegar a la mesa de antes y sentarnos todos en ella. Empezamos a comer, no sin antes dar gracias.

-- Entonces, Ed. -- digo revolviendo irónicamente los huevos ya revueltos.-- ¿Que has sabido de Wendy?

-- Sigue dormida, pero sus signos vitales mejoran cada hora. -- responde mordiendo el pollo asado de su plato.

-- ¿Saben que Ed quiere ser científico? -- comenta Chloe emocionada.

-- ¿En serio? Increíble. -- dice Marlene.

-- Sí, bueno... -- dice Ed.

-- Ay! No seas tan modesto, tienes muchísimo potencial. -- le dice Chloe. -- ¿No opinas lo mismo, Allen?

-- Uhm... por supuesto. -- digo bebiendo un poco de mi café. -- Al menos en la sala de urgencias no eres tan malo.

-- ¡Allen! -- me reprende Chloe.

Y se supone que yo soy la mayor.

-- Es broma, es broma. -- resalto riendo.

-- Sí, bueno, no soy el único talentoso aquí. -- dice Ed mirándome.

-- Ya basta de halagos simultáneos, parecemos canal educativo. -- digo hastiada, pero todos se ríen.

A mi lado, Allan come su pollo con una concentración impresionante. Dato curioso: Entre Allan y su pollo, nunca debes meterte. Sin embargo, me causaba gracia que tenía salsa de pollo sobresaliendo de la comisura de sus labios. Me quedo mirándolo más tiempo del que pensé y llega un momento en que me río de la nada.

-- ¿Qué? -- dice Allan confundido ante mi risa.

-- Tienes... jaja! Espera. -- saco una servilleta del centro de mesa y le limpió el exceso de salsa. -- Listo, perfecto de nuevo.

Allan sonríe y no puedo evitar hacerlo también. Se escuchan risitas del resto del grupo.

-- Siempre he querido ver a esos dos juntos. -- comenta Marlene.

-- ¿Tú también? -- dice Chloe y ambas, Marlene y ella, se ríen simultáneamente. Yo suspiro.

-- Cuantas veces debo repetir que somos sólo amigos. -- digo algo molesta.

-- Sí, además ella se va a ir a Cambridge y nos dejará de todas formas.-- resalta Allan con un tono algo amargo en su voz.

Se forma un silencio muy tenso en la mesa.Todos miran a Allan, o me miran a mí, o a ambos. Esperan con temor mi respuesta ante el hiriente comentario de Allan. La tensión se vuelve tan palpable que ni siquiera tocamos la comida.

-- ¿En serio me vas a culpar por eso? -- le pregunto.

-- No Allen, sé que no es tu culpa. Sólo que no estoy... no estamos listos para dejarte ir... osea que es... bueno, es difícil de asimilar... sólo...

-- Allan, yo no pedí esto. -- le digo, ahora sí, herida. -- Si pudiese quedarme en Oxford, créeme que lo haría. ¡Por Dios! De verdad que lo haría, pero Chloe es muy importante en mi vida y no quiero dejarla partir al otro lado del mundo para estudiar en un lugar desconocido. Y mucho menos si va sola.

-- ¿Y acaso Marlene y yo no somos importantes para ti? -- pregunta Allan, alzando ligeramente el tono de su voz. -- ¿Yo no soy importante para ti?

-- ¡Allan! -- le reprende Marlene.

-- ¿Acaso los años que pasamos juntos no significaron nada para ti, Allen? Todas aquellas veces que te apoyamos y cuidamos de ti. Las veces que te creímos a pesar de que todo estuviera en tu contra, cosa que ocurría muy seguido. ¿Simplemente fue un párrafo más de la historia de tu vida? -- dice Allan con la voz cada vez más débil, pero aún sin quebrarse. Su rostro se ve herido y su agonía casi es palpable. ¿Realmente los herí tanto?

-- Allan! -- Marlene lo toma del brazo y lo arrastra lejos de la mesa. Allan forcejea un poco, pero cede pronto. A lo lejos se ve la silueta de Marlene conversando con Allan, y a él, encorvado y tapándose la boca. Probablemente esté llorando, o sólo sollozando de dolor.

Mientras tanto yo me quedo ahí, con la vista desviada y el corazón en la garganta. Siempre pensé que hacía lo correcto al pensar en mi hermana y en nadie más. Siempre pensé que si hacía lo que mamá creía mejor, todo iba a ir bien. Estaba tan dispuesta a dejar todo por cuidar de mi hermana, pero no me di cuenta de lo que estaba dejando atrás. Mudarme a Londres, dejar Oxford...

¿En qué estaba pensando?

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