Capítulo 24

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¡Mi hija! ¡Mi preciosa hija! ¿Que le has hecho maldita muñeca? Matame a mi, pero no a ella, ella es lo más importante en mi vida, si algo le pasa... Me iré con ella...

Al llegar al hospital comencé a gritar como loco buscando a mi hija, los guardias de seguridad tuvieron que llegar y sujetarme de los brazos, Andrea llegó corriendo hacía mi y les gritaba, era una escena sacada de una película de horror.

-Es mi esposo, ¡Sueltenlo!

-¡Mi hija! Sólo quiero ver a mi hija.

-Lo soltaremos pero debe calmarse.

-Lo hará, yo me voy a encargar.

-Esta bien.

-¿Que pasó? ¿Y Roxanne?

-Ya la esta viendo el médico, estaba con fiebre esta mañana y ni siquiera me respondía y le dio el ataque de convulsión y llamé inmediatamente a la ambulancia, tengo miedo Derek. Dijo Andrea y me abrazó, yo también tenía muchísimo miedo.

Esperamos casi una hora hasta que el médico llegó, se veía bastante asustado, eso me alertó muchísimo.

-Señores, la pequeña Roxanne sufrió una fuerte convulsión por la fiebre, llegó a las 40 grados, logramos controlar su temperatura pero desgraciadamente no ha vuelto en sí, el ataque fue tan fuerte que ha quedado en coma, lo siento mucho.

Nooo! ¡Eso no! ¿Va a despertar doctor?

-No lo sé, un coma puede durar horas, días... Años.

-¡No puede ser! ¡Mi hija no!

-Haremos todo lo posible, esperemos lo mejor.

Sentía tanta rabia e impotencia, no era posible que la muñeca estuviera ganando, sabía que esto era producto de ella, estaba ganando poco a poco el alma de mi hija, aún encerrada y fuera de su alcance hacía tanto daño...

Mis suegros y Susi llegaron, me alegró verlos y ellos estaban preocupados, luego llego mamá y... Alice, la última persona que hubiera deseado ver... Mis instintos salvajes se estaban descontrolando, deseaba matarla ahí mismo, pero debía controlarme, incluso Julia y Susi la miraron con desprecio, ella mantenía la mirada baja y se mordía las uñas, llevaba un vestido largo de flores, el color amarillo del vestido era tan pálido como sus zapatos, estaba hecha un desastre, llevaba un listón en su cabello, parecía una muñeca gigante.

-Derek, ¿Podemos hablar? Dijo Julia y me tomó del brazo, Susi nos siguió y nos fuimos a otro pasillo, era importante hablar.

-Desearía matar a Alice con mis propias manos.

-No digas eso Derek, aún no sabemos si ella esta realmente detrás de todo esto, ahora sólo debemos pensar en Roxanne.

-Julia tiene razón, lo importante es salvar a Roxanne, yo viví eso y sé como debe sentirse, al parecer el demonio ya esta acabando con ella.

-¿Pero que haremos?

-La única manera de deshacerse del demonio es deshaciendose de la muñeca, Susi y yo pensamos y tenemos un plan.

-¿Cuál es? Pregunté con lágrimas en los ojos.

-Vamos a arrojar el cofre con todo y la muñeca al fondo del mar, suena descabellado pero estoy segura de que nunca nadie podrá encontrarla.

Maldita Muñeca 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora