Capítulo 10

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Ni una sola muñeca...

Es emocionante ver como una vida va comenzando a crecer, el vientre de Andrea ya comenzaba a abultarse y sin duda todo comenzaba a crecer también, los miedos, las dudas, la felicidad, la ansiedad, todo...

Ahora que sabíamos que era niña, estábamos más que emocionados, buscábamos un nombre pero no sabíamos cual, todos los nombres eran hermosos y éramos tan indecisos.

Andrea comenzó a emocionarse más e insistió en que pintara la habitación de la bebé, faltaban meses para que naciera pero Andrea ya quería hasta comprar la cuna de la bebé y todo lo demás, hasta compraba ropa y otras cosas, se estaba apresurando demasiado.

-Debes tomar esto con calma, aún no nace.

-Pero puede ser en cualquier momento ¿Y si no estoy preparada?

-No creo que nadie lo este.

-Yo ya quiero que nazca.

-Después querrás que vuelva a tu vientre te lo aseguro.

-¿Como sabes?

-Mamá solía decirlo jajaja, así que tranquila, aprovecha ahora que puedes dormir, después la vida será un ir y venir de vueltas y vueltas.

-Esta bien, aunque la verdad ya quiero tenerla entre mis brazos y arrullarla.

-Tranquila mi cielo, será pronto.

-Por cierto, mamá y mi tía Susi vendrán mañana.

-¿De verdad? Que bueno, entonces habrá que preparar algo bueno para almorzar.

-Si, pero quería mostrarles la habitación ya arreglada.

-Todo a su tiempo no comas ansias.

-Esta bien, esta bien.

La visita de mis suegros y la tía Susi fue increíble, me agradaban mucho, Susi trajo a su hijo Taylor quién ya era todo un muchacho, es el único hijo que tenía al igual que Julia quién también había decidido tener una hija solamente.

La visita era realmente agradable, Andrea no paraba de hablar acerca de los planes que tenía para la habitación de la pequeña bebé.

-Obviamente será rosado, pondré un hermoso armario blanco, la cuna será de madera y pondré una repisa con muchas muñecas y juguetes.

En el momento exacto que dijo que pondría muchas muñecas mi sexto sentido se alteró, ¡Muñecas no! ¡Mi hija no!

-¡Eso no! Dije gritando y todos me miraron.

-¿Que sucede querido?

-No, es que no quiero que la niña tenga muñecas, no ahora, aún falta para que juegue.

-Obviamente estarán como decoración, luego jugara con ellas.

-Tiene razón hija, aún no es conveniente, dijo Julia un poco alterada.

-¡No mamá! Tú me prohibiste las muñecas y no fue justo, miraba a mis amigas presumir sus muñecas y yo no tenía ninguna, sufrí tanto y no voy a permitir que mi hija pasé por lo mismo.

-Es que hija, yo...

-¡No mamá! Dijo Andrea y salió corriendo a su habitación presa de un ataque de llanto.

-Disculpenla, son los cambios de humor, iré con ella.

-Esta bien Derek, lamento mucho esto, dijo Julia muy triste y me fui a buscar a mi esposa.

Maldita Muñeca 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora