Con cada paso que dábamos en el húmedo bosque mi ansiedad se incrementaba, los árboles parecían tantos que se veían todos iguales y hasta llegué a pensar que caminábamos en círculos.
Los policías, el guía y yo íbamos adelante, atrás iban los demás, trataba de apurarlos inútilmente pero mamá en su agonía y desespero no caminaba del todo bien, no paraba de llorar por Alice y su esfuerzo era inútil, deseaba con todas mis fuerzas correr yo solo en la inmensidad del bosque y buscar a mi hija, pero debíamos permanecer unidos ese era el plan.
Me acerqué hasta mamá, quien había cedido a su edad y cansancio y se había tumbado sobre la alfombra espesa de hojas que adornaba el suelo, comenzó a lamentarse por no haber cuidado de Alice y lloraba desesperadamente.
-Mamá ¿Quieres ayudar a Alice? ¿Si o no? Pregunté histérico ante su desánimo.
-Si hijo si, esto es mi culpa no debí haberla dejado sola.
-Mamá, si quieres ayudarla vas a ser fuerte y no lo lograrás si retrasas la búsqueda y te tiras aquí en el suelo culpándote, si de verdad quieres enmendar tu error, levántate y camina.
-Tienes razón hijo, ayúdame a levantarme.
La tomé del brazo y se levantó, entonces al tirar de el sentí el inmenso dolor en mis costillas que aún seguían mal, pero aquello no iba a detenerme de ninguna forma.
-¿Estas bien? Preguntó mi esposa al notar mi malestar.
-Si, sólo fue una leve molestia, estoy bien.
-¡Vengan rápido! Encontré algo. Dijo el guía haciendo que mi corazón se acelerara sin control y corrimos hacía él.
-¿Que es? Pregunté rebozante de entusiasmo.
-Miren eso, dijo señalando lo que parecía ser un calcetín rosa muy pequeño.
-¡Es de Roxanne! Yo le puse esos calcetines anoche, gritó mi esposa emocionada.
La esperanza se incrementó en mi, estábamos cerca de encontrarla, entonces la desesperación se apoderó de mi y comencé a gritar su nombre.
-¡Roxanneeeeeeeee!
Acto seguido todos comenzamos a gritar y apresurar el paso y entre las espesas ramas de los árboles un grito a lo lejos nos puso alertas.
-¡Mamaaaaaá!
¡Era ella! Era sin duda nuestra pequeña, una fuerza poderosa nos llenó a todos y empezamos a correr, esta vez juntos en dirección hacía los gritos, no me imaginaba el horror que debía estar viviendo pero gracias a Dios seguía viva.
Nuestra carrera nos llevó hasta un claro en el bosque, era una especie de pradera pero llena de rocas y tierra, la vegetación era escasa. Entonces las encontramos y vimos ante nuestras horrorizadas miradas el dibujo hecho realidad, una hoguera hecha con troncos grandes y largos, Roxanne ya estaba atada a ellos, abajo estaban unas ramas secas y hojas para animar el fuego, la cara de Roxanne era de angustia total y al vernos sus lágrimas brotaron como grifo al abrirse y una sonrisa se formo en su boca, una sonrisa de esperanza y alivio.
Corrí hacía ella y Alice apareció de entre los árboles, traía consigo mas ramas para la hoguera y al vernos su mirada fue de asombro y terror, su aspecto era sin duda tan espantoso que dejó atónitos a los policías. Parecía salida de un manicomio, su cabello estaba enmarañado, su vestido de flores estaba sucio y roto de abajo, estaba descalza y sus piernas desnudas se podían ver pues el vestido no era muy largo, en sus piernas habían muchas cortadas inexplicables, pero nada daba tanto terror como su rostro, sus labios estaban casi blancos y al rededor de ellos había espuma seca de saliva, sus labios estaban agrietados y llenos de cicatrices, sus ojos tenían unas ojeras intensas y su pupila estaba tan dilatada que no quedaban rastros de sus ojos azules, estos se veían negros e intensos, su mirada era la maldad viva, mirándonos a todos con furia y desprecio, en realidad poco quedaba de lo que algún día fue mi hermana...
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Maldita Muñeca 2
HorrorSegunda entrega de la historia de Julia y Susi. Luego de muchos años la muñeca Kelly ha regresado y esta vez la venganza será su objetivo.