Capítulo 29

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Mientras aún tenía pocas fuerzas para hablar, acostado en la cama de hospital aún recordaba absolutamente todo lo de mi sueño y les contaba los detalles a Susi y a Julia, les describí a la joven, les describí su cabaña y hasta el sabor de la sopa de hierbas, les conté como ella me había curado cada herida y de como me había prestado atención con detalle de toda mi tragedia y de sus hermosas aunque no muy útiles palabras. Julia y Susi me veían muy confundidas y al mismo tiempo tenían lágrimas en sus ojos, finalmente Julia tomó la palabra.

-No, no puede ser nuestra Gertrudis, si dices que era una chica muy joven.

-¿Quién era entonces Gertrudis?

-Es mi madrina de la que te hablé, la que le regaló la muñeca a Susi, ella era una anciana cuando murió.

-No puede ser entonces la misma Gertrudis, esa Gertrudis no sería capaz de regalarle ese demonio a su propia ahijada.

-Lo sé, no sé que llevó a mi madrina a tomar esa decisión pero créeme luego se arrepintió y ella me ayudó mediante sueños para vencer a ese demonio.

-Puede ser posible que nuestra madrina se le presentó a Derek mediante ese sueño para ayudarnos, tal vez ella creé que tú eres el único que tiene la fuerza suficiente para detener esta locura, dijo Susi.

-Es posible, lo creo, ¿Pero sólo eso te dijo? Que fueras fuerte, ¿No te dijo exactamente como vencerlo?

-No, sólo eso dijo, que fuera fuerte y que yo tenía esa luz interior que se necesitaba y mis seres queridos también.

-No entiendo como eso servirá, al menos el demonio ya no esta en la muñeca pero la pregunta es ¿Dónde esta?

-Me sirvió mucho, me siento más fuerte y positivo, siento que puedo vencerlo, no se como pero lo sé, bueno eso es lo que más me aterra, al menos en la muñeca podíamos saber donde estaba, ahora no sabemos y eso es peor, puede estar en cualquier parte.

-Ahora tengo más miedo que nunca, dijo Susi abrazando a Julia.

-Él se alimenta del miedo, no le den más motivos para ponerse fuerte, debemos luchar.

-¿Como vas a luchar si estas en esa cama?

-El doctor dijo que iban a ser tres días, por favor les pido que cuiden y vigilen muy bien a mi hija.

-Ni lo pidas, estaremos muy pendientes de ella, además mi hija no la deja sola.

-Gracias, eso me pone más tranquilo.

-¿Que hacemos entonces con esta muñeca?

-Déjala aquí, no debemos perderla de vista.

-¿Aquí en tu cuarto? Preguntó Julia muy confundida.

-¿Quieres andarla cargando todo el día?

-No, eso no, esta bien la dejaré aquí, dijo Julia y la puso en un pequeño sofá al lado de la cama.

-Nos vamos debes descansar.

-Adiós Derek vendremos pronto, dijo Susi y se fueron.

Me quedé contemplando a la muñeca, no entendía como un demonio podía usar a un objeto tan inocente para completar sus planes, me preguntaba cuantas más muñecas estaban poseídas, he escuchado y leído muchas historias en Internet, es espeluznante saber que las muñecas que parecen no lastimar a nadie hagan tanto daño, pero no le iba a permitir más daño, aunque estuviera en esta cama la fuerza que estaba acumulando iba a ser suficiente...

Maldita Muñeca 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora