Capítulo 11

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Primera muñeca...

Nos abrazamos y juntos contemplamos la habitación de Roxanne, así habíamos decidido ponerle a nuestra pequeña, Roxanne.

-Quédate aquí, ahora vuelvo.

-¿Que?

-Que ya vuelvo, dijo Andrea y salió de la habitación, luego regresó con una bolsa y entró muy nerviosa.

-Mira, dijo y sacó de la bolsa una muñeca de porcelana con un vestido como de vaquera y un sombrero, también tenía unas botas blancas y trenzas en el cabello, me puse pálido y Andrea me miraba muy seria.

-¿Una muñeca?

-Si... ¿Puedo ponerla en la repisa?

Decirle que si era como aceptar que con esta sola muñeca pronto vendrían más, sería como aceptar que mi pequeña iba a tener muñecas y que mis peores miedos se harían realidad, Andrea me miraba retadoramente pero al mismo tiempo era difícil decirle que no, cualquier mal momento que ella tuviera iba a ser dañino para la bebé, tenía que tragar mi orgullo y aceptar.

-Si... Le dije e inmediatamente puso la muñeca en la repisa, luego me abrazó y juntos veíamos a la muñeca, luego me tomó de la mano y me llevó hasta la cuna.

-Ya pronto estará con nosotros nuestra Roxanne.

-Si... Le dije e inmediatamente miré hacía atrás, ahí estaba la muñeca observandome, de pronto el cuarto de mi hermana se me vino a la mente, las horribles caras de las muñecas, la muñeca Sally en mi habitación...

-¿Que pasa? Preguntó Andrea un poco preocupada.

-Por favor, suspire y la tomé de las manos, prometeme que esta será la primera y última muñeca de Roxanne.

-¡No juegues! ¡Es en serio!

-¡Si! ¡Si es en serio!

-¿Ya mi mamá te convenció verdad?

-No... Jamás te dije esto pero yo tengo que es fobia a las muñecas, desde muy pequeño les tengo pavor, te lo suplico, no me tortures así.

-Ahora entiendo tu oposición a las muñecas pero me parece ridículo, ya no eres un niño, ¿Aún les temes?

-Si y mucho.

-Tú y mi mamá están locos, dijo Andrea y salió furiosa de la habitación.

Yo me quedé ahí un momento, esos ojos de vidrio me miraban, sentí un aire frio recorrer mi cuerpo, mi niña no va a vivir lo que yo vivi, ¡No señor!

La habitación de mi bebé pronto se convirtió en un lugar aterrador para mi, me recordó tanto a la habitación de Alice, el color rosa de mis pesadillas, era como si mis miedos de niños volvieran, así que mantenía la puerta cerrada y evitaba pasar por ahí.

Se me ocurrió algo, tenía que hablar con Alice, por años habíamos evitado hablar del tema pero ya era hora de que me dijera la verdad, si yo estaba loco o ella me lo había hecho creer, tenía que saberlo, así que me dirigí a casa de mamá, Alice aún vivía ahí.

Llegué y mamá estaba feliz de verme, comenzó a preguntar por Andrea pero yo con quien quería hablar era con Alice.

-Si mamá ella esta bien y la bebé también, pero necesito ver a Alice, ¿Esta en la casa?

-Si, en su habitación.

-Bueno iré a buscarla, luego hablamos.

-Bueno hijo.

Toque la puerta suavemente y la dulce voz de Alice me invitó a pasar.

-¡Derek! ¿Que haces aquí?

-Vine a hablar... Le dije y de pronto la voz se me cortó, Alice tenía algunas muñecas en unas repisas, ella notó que las estaba mirando y su cara cambió por completo.

-¿Que quieres hablar?

-¿Aún tienes muñecas?

-Si, son decorativas nada más, son de colección y son muy costosas.

-Bueno no vine a hablar de eso, ¿Alice dime que fue lo que pasó?

-¿De que hablas?

-Cuando éramos niños, lo de la muñeca Sally, ¿Ella estaba viva o yo estaba loco?

Alice comenzó a ponerse muy nerviosa y comenzó a tocarse su largo cabello.

-Ay Derek, pero si eso fue hace mucho que ya ni me acuerdo.

-¡Mentira! Se que aún lo recuerdas, estuvimos con tratamientos psicológicos, tú y yo peleabamos todo el tiempo por esa muñeca, tú cambiaste.

-Derek, si eso lo recuerdo, no sé que nos pasó.

-Andrea insiste en comprarle muñecas a la bebé, ya le compró una, yo realmente no quiero que vuelva a pasar lo mismo, no con mi hija.

-No... Yo tampoco quiero eso.

-¿Salí estaba viva?

-Si... Ella me habló gracias al rubi.

-¿El rubi?

-Si, desde que se lo puse Sally comenzó a hablar, quería encontrar a Julia.

-¿Julia?

-Si, nunca supe cual Julia, ella insistía en que la buscará porque Julia era su verdadera dueña, yo quería ayudarla, pero ella era mala, siempre quería jugar incluso en la madrugada, siempre quería que hiciera lo que ella quería, pero era mi Sally yo por eso la quería y la obedecía.

-¿Por que nunca me dijiste eso?

-Por que iban a creer que estaba loca, además Sally me dijo que no dijera nada.

-Esto parece sacado de una película de horror, iré inmediatamente a tirar esa muñeca.

-¿Así como hiciste con Sally?

-Si... La queme...

-Me dolió mucho que hicieras eso...

-Lo hice para protegerte.

-¿Protegerme de que? Hermano creo que estas exagerando, además ni sé si lo soñé o estaba en mi mente, ya ni me acuerdo.

-¿Entonces porque cambiaste tanto conmigo?

-No sé... Pero ahora estás exagerando, no todas las muñecas son así, no tienes porque prohibir a tu hija de jugar con muñecas.

-Esa muñeca era demoníaca yo lo sé, explícame entonces ¿Como es que cambiaba sola y como es que se iba a la habitación de nuestros padres y a la mía?

-¡Ya sí! Te digo que no lo recuerdo, pero Sally no le iba a hacer daño a nadie, sólo quería encontrar a su antigua dueña.

-Mejor me voy Alice, contigo no llegaré a ninguna conclusión.

-La conclusión es que no dejes que esto te vuelva loco y no dejes que tu pequeña bebé se vuelva loca por tu culpa.

-Adiós Alice...

-Adiós...

Me despedí de mamá y me fui, hablar con Alice había sido una pérdida de tiempo y es que desde que pasó lo de la muñeca había quedado medio loca, tenía problemas para concentrarse y aún actuaba como niña, si no no tendría aún esas muñecas, pero tenía razón, esto me estaba enloqueciendo también...

Al llegar a casa tenía ganas de agarrar a la muñeca y tirarla, pero esto me iba a traer problemas con mi esposa, era lo que menos quería pero el problema es que aún seguía sin entender tantas cosas, ¿De verdad esto había pasado o la mente retorcida de Alice me había hecho creer esto? Ahora no tenía ni idea, pero deje a la muñeca en su repisa, la tenía en mis manos pero la regresé, salí inmediatamente de la habitación y un aire extraño me hizo estremecer...

Maldita Muñeca 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora