Comprando tu amor (EunHae 18+)

Capitulo 37. Lo básico

Ji Eun traía un pequeño y ligeramente alargado bulto entre los brazos, le miraba con grandes y expresivos ojos mientras le mimaba con gestos y los dedos, recorriéndole la nariz, mejillas, labios y todo lo que pudiese.

-Es tan suave – Canturreo completamente feliz, estaba fuera de su departamento, presiono el botón del ascensor y señalo el primer piso, donde se situaba la recepción – ya pronto vendrán por ti, pequeño monstruo – Dijo bobamente, le arrugo la nariz con cariño. Se escucho el tintineo del elevador y salió de ahí, cruzando la estancia y llegando a la salida, abrió la puerta y decidió esperar en la acera mientras sostenía una pequeña y regordeta mano entre sus dedos para moverla y jugar con el bebe.

-Seguro que es aquí? – Escucho a lo lejos, giro y se topo con un chico rubio pálido, muy lindo que parecía perdido – Kyu! Seguro que es aquí? – Miro atrás de aquel chico y visualizo a Kyuhyun, que bostezaba y asentía, rio por la escena.

-Te he dicho que si, esta es la dirección – Sonaba perezoso, eran pasadas las doce del dia, porque tendrá sueño? (El siempre tiene sueño – Pensó).

Volvió a mirar al infante entre sus brazos y sonrió maliciosamente, Kyuhyun aun se la debía de cuando la llamo estúpida al no comprender unos ejercicios. Se acerco hasta el gamer, pasando rápidamente de largo al conejo, que giro a verla como queriendo preguntar algo. Sostuvo con una sola mano al bebe y la otra la estrello fuertemente contra la mejilla de Kyuhyun. El castaño abrió los ojos completamente despierto ahora.

-Qué demonios! – Grito, se masajeo la mejilla y alzo los ojos a la chica que tenía enfrente, a los pocos segundos Sungmin ya estaba a su lado, tomándolo por las mejillas.

-Estas bien Kyu? – Pregunto alarmado, después miro a la chica y frunció el seño – no sé a qué se debió eso, pero contrólate, quieres? – Ji Eun se quería reír, pero si lo hacía arruinaría todo. Así que solo inhalo aire profundamente y se tapo la boca con una mano como si intentase ocultar algún sollozo.

-Entonces es verdad, no Cho Kyuhyun? – Negó con la cabeza y abrazo al infante entre sus brazos protectoramente, suspiro y subió la mirada hacia el castaño – me engañas con un hombre – Se sorbió la nariz con aire dramático y meció al bebe – nuestro bebe.., no tendrá un padre? Solo me usaste! – Grito con voz aguda. Min palideció y miro al chiquillo que traía, regreso la mirada a Kyuhyun que tenia la boca abierta.

-Kyu...tu – Susurro el rosado, cubriéndose la boca con ambas manos – me engañaste... y tienes un hijo – Apenas era audible lo que decía. Frunció el seño y le jalo por la oreja – tú te harás responsable, me oyes?! – Grito. Ji Eun abrió los ojos sorprendida por el explosivo carácter y prosiguió con tu teatro.

-Gracias, eres tan compresivo... no quiero ser madre soltera, sabes lo difícil que es? – Intento sonar lastimosa, Kyuhyun no podía emitir palabra alguna, su novio lo estaba obligando a cuidar de un bebe que ni era suyo y Eun se divertía con ello (Que demonios está pasando, hace horas el solo dormía tranquilamente. Min llego a su casa para decirle que Hae sonaba ansioso al teléfono y al no encontrarlo en su habitación, creyó que estaría donde Hyukjae).

-Minnie, no sé qué demonios sucede, ella y yo no...– Fue interrumpido por su novio.

-Lo lamento mucho, yo tampoco sabía – Se dirigió a la "madre" – si lo hubiese sabido yo... yo no – Una lagrima cayo de sus ojos y el labio inferior comenzó a temblarle – de verdad lo lamento tan-tanto – Tartamudeo. De la nada ya estaba llorando y frotándose los ojos en ambos puños, como si fuese un niño pequeño. Kyuhyun miro mal a Ji Eun, ella alzo los hombros y se mordió un labio con expresión apenada y le susurro entre labios "Lo lamento", abrazo al menor por los hombros, pero fue empujado – no! no me toques, tú debes... tú debes – No podía hablar a causa del llanto – maldición, te amo tanto, porque Kyu? Porque?! – Las preguntas rompieron el corazón del castaño que suspiro y sin hablar regreso a mirar a la compañera de clases de Hyuk, señalo a Min con la vista pidiéndole que arreglara el problema que causo.