Agresivo & Posesivo [Terminada]

Capítulo 38: "Me duele, mucho"

Jace POV'S:

Jugueteo con mis dedos una y otra vez si parar mientras los oficiales de policía me miran fijamente sin creer ni una palabra de lo que les he dicho. Esto tiene que ser sólo un mal sueño.

—No es tan difícil decir la verdad hijo, vamos —me anima el policía regordete frente a mi. Lo miro receloso para responderle.

—Ya se los dije; mi novia que esta embarazada casi fue secuestrada y, ¿ustedes espera que me quede de brazos cruzados?

—Hablamos personalmente con la señorita Ross, muy hermosa por cierto —añade el policía más joven con auto satisfacción y yo escasamente me contengo para no ir y romperle la cara —Ella afirma que no es su novia

—Tengo derecho a una llamada —respondí con los dientes apretados, ya no los soporto —Quiero hacer mi maldita llamada, ahora.

El policía que más me desagrada de ambos lanza una pequeña carcajada y niega con la cabeza, involuntariamente mis manos se estiran forzando las esposas que las mantienen inmóviles. Es detestable.

—Flynn, lleva al chico malo a hacer su llamada —le ordena al más gordo quien asiente de inmediato.

Antes de que se me acercara me levanté y caminé hasta la puerta, no necesito que me lleven como a un imbécil. Salimos de la sala de interrogatorios hasta el mostrador de recepción donde una mujer atiende a las personas que van llegando.

—¿Así que tú eres el niño rico, verdad? —pregunta con gracia cuando llega junto a ella aún con las manos esposadas y el policía a mi lado, suelta una pequeña risa estúpida —Más dinero, más problemas.

—Son un desastre los chicos de hoy en día —comenta el policía.

—¿En serio no tienen nada mejor que hacer? No sé, algo como... ¡Darme un maldito teléfono!

—La violencia solo genera más violencia... —responde Flynn el idiota. Respiro hondo pero con furia. Solo quiero irme de aquí, dormir un poco y despertar sin recordar nada de lo que ha pasado hoy.

—Vas a golpearme entonces, vaya que rudo —ruedo los ojos y me dirijo hacia la mujer que me indica donde esta el teléfono que puedo usar —Gracias.

¿A quien debería llamar?

¿Payton? No, no quiere ni verme.
¿Peter? Sí, pero no.
¿Jordan? No, a él seguramente ya lo están buscando.
¿Elle? Puede ser pero no creo que tenga para pagar la fianza.
¿Jessica? Agh, no.
¿Mamá, papá? Mmm, no quiero morir tan joven.
¿Lena? Oh sí, mi favorita.

Marco su número que por suerte me lo sé de memoria y espero a que atienda la llamada.

—Mire señora, no me interesan sus perritos traficados así que por favor, no me joda

—Estoy en la cárcel pero no por traficar perritos —le respondo con un poquito de nervios y con eso me refiero a muchos, ella es muy parecida a mamá y eso, asusta.

—¿Jace? ¿que hiciste ahora? Claro, el niño no se puede quedar quieto, como le hayas hecho algo a Payton, es que solo espera a que te vea, ¡estas muerto, te odio! Ni siquiera agradeces que te informé sobre tu hijo, desagradecido —habla Lena a toda prisa y con mucha rabia, ni siquiera me deja responderle pero escuché muy bien todo lo que ella dijo y no se me va a olvidar —Dime donde estas pequeño producto del infierno, iré allá y te voy a matar.

—La estación de policía cerca al banco, adiós.

No quiero pensar, no quiero imaginar, necesito estar solo. Pero la buena noticia es que ya sé quien me envió ese mensaje... Seguramente no pudo resistirse ante la idea de ser un anónimo y generar el misterio.