The Secret; Magic [1] | Damon Salvatore [TERMINADA]

08.

 ¿Bruja? 

*NARRA ABBIGAÍL*   

Sin entender lo que había ocurrido, abrí lentamente los ojos para poder contemplar a aquel hombre que se encontraba a mi lado. Era el ser más sensual y guapo que había conocido a mi corta edad. Decía lo que pensaba sin importar a quien hiriera, no le interesaba lo que dijeran sobre él, si no, haría lo imposible para hacerte la vida una pesadilla o simplemente podía protegerte con la vida... pero así, se veía tan indefenso, tanto, que podía sentir su delicada respiración sobre mi cuerpo.

Con Damon me sentía protegida, segura, sin entender la verdadera razón del por qué. Creo que no me cansaré nunca de admirarlo, no puedo negar que es realmente cómodo estar abrazada por el mayor Salvatore.

Me encontraba concentrada observándolo tan fijamente, que no me había dado cuenta que ya había despertado.

—¿No puedes seguir durmiendo? —sonrió con los ojos aún cerrados.

Dios, sabía que lo estaba observando, ¡qué vergüenza!

—No... —le respondí algo nerviosa. —Creo que es hora de levantarme, tengo cosas que hacer —dije sentándome en la orilla de su cama.

—¿Qué tipo de cosas? —preguntó sentándose a mi lado. —Quizás pueda ayudarte..., —propuso. —Claro, solo si lo deseas.

—Preferiría que no, gracias —quería decirle, pero ¡no podía! No sabía cuál era la razón, pero lo tenía que averiguar.

Sin más que decirle, me levanté lo más rápido que pude antes de arrepentirme. Me despedí de él, para ir a casa de Bonnie.

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Sé que últimamente he tenido algo "abandonada" a Elena, pero el hecho de que Niklaus me haya dicho esas cosas, me es imposible no pensar en eso. Solo quiero saber la verdad de lo que ocurre en mi vida, saber de qué diablos se trata todo esto.

No demoré más de 15 minutos, pues ya me encontraba fuera de la casa de Bonnie, me apresuré para tocar la puerta.

—Abby, ¿qué te trae por aquí tan temprano? —preguntó Bonnie apoyada en el marco de la puerta. Se notaba que recién estaba despertando.

—Necesito hablar contigo —respondí con tono seco.

—Adelante —señaló—, toma asiento —asentí. —Dime, ¿qué sucede?

Entré rápidamente y sin preámbulos comencé a explicar.

—Ayer tuve un encuentro con Niklaus Mikaelson, me contó algo sobre brujas —respiré profundamente a falta de aire en mis pulmones. —Me explicó que él había estado con una bruja poderosa hace bastantes años atrás, y ahora necesitaba devolverla a la vida para acabar con un hechizo que hizo su madre. Y para eso, dice que necesita que yo practique con esto —saqué el grimorio de mi bolso y se lo pasé en las manos a Bonnie. —Mira, no sé de qué se trata todo esto, solo quiero saber qué es lo que está pasando con mi vida, anoche no pude dormir nada por pensar en todo lo que dijo —le dije mientras Bonnie continuaba ojeando el grimorio como si fuera lo más normal del mundo. —Lo más extraño de todo, es que cuando deseo contarle todo lo que pasó a Elena o Damon, por alguna razón no puedo, es como si mis cuerdas vocales no respondieran. Klaus me dijo que tú me darías todas las respuestas que necesito —ella asiente y hace que la siga a otra habitación.