Una nueva entre vampiros.

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-Shh... -Hinco mis largas uñas negras en su espalda desnuda para reprimir un gemido.

Jadea ligeramente, sin dejar de succionar. Inclino la cabeza hacia atrás, dejándome llevar. Sus labios besan la zona enrojecida, haciendo desaparecer el leve dolor. Lo miro, su boca manchada de mi sangre, sonríe, dejándome ver sus perfectos dientes tintados de rojo.

-¿Te ha gustado? -Susurra en mi oído.

Asiento, no tengo fuerzas para hablar. La vista se va nublando, dejo de oír, mis brazos caen muertos.

-Buenas noches. -Me da un beso, muy corto, y me coge en brazos.

Todo se vuelve negro, siento como mi corazón aminora el ritmo, como mi sangre deja de circular, como me muero.

--1 AÑO DESPUÉS--

Abro de un golpe los ojos. Mis pupilas se dilatan en menos de un milésima de segundo. Me acostumbro a la oscuridad de la lápida. Un olor a moho inunda mis sentidos. Cojo aire y lo suelto. Respiro.

Mis músculos se contraen, deseosos de moverse. Se han endurecido, ahora son firmes. Crujo mis dedos, distingo las uñas negras que no han perdido el color.

Escucho un ruido, pasos. Alguien camina muy cerca de mi. Luego se le unen otros dos diferentes, y hasta un tercero al cabo de un par de segundos. Arqueo un poco la espalda, mi columna se endereza con un golpe sordo.

Apoyo la mano izquierda en la pared superior, es suave. Pongo la derecha en la misma posición y siento de nuevo esos pasos. Empujo despacio, y sin mayor esfuerzo la tapa empieza a ceder y a abrirse, pero tierra húmeda entra. Escupo el material mojado y estoy furiosa. Quien quiera que me haya encerrado allí lo pagará. Tengo más espacio, elevo los pies, y coloco los tacones de aguja en la superficie aterciopelada. Flexiono ambas extremidades y me libero.

De un salto estoy fuera. Mi melena rubia me acaricia los hombros desnudos. Antes siquiera de que mis ojos se acostumbren a la claridad, siento mi piel arder. Grito de dolor, mientras los rayos solares siguen quemándome. Unas grandes manos me agarran de la cintura y tiran de mi hasta la sombra del bosque. Me quedo sentada de rodillas, recuperándome en breves segundos.

Alzo la vista, hay 3 chicos delante mía, dos de ellos de brazos cruzados, parecen hermanos; el tercero apoyado en el tronco de un árbol observándome con curiosidad e indiferencia. Giro el cuello y descubro al cuarto chico, alto, moreno, con un corte sexy, ojos color miel, piel morena, la camiseta negra de manga hasta el codo le marca los bíceps y tríceps bien trabajados.

Me pongo en pie rápidamente, y doy dos pasos atrás. Mis sentidos están descontrolados, estoy en verdadera desventaja, y eso no me gusta nada. Los miro desconfiada, haciendo que mis músculos se endurezcan más. El hermano rubio de ojos verdes sonríe, y se descruza de brazos, adopto posición de pelea. Alza las manos en señal de paz, pero yo no pienso relajarme.

-¿Quién eres? -Me pregunta. Su voz es grave e intimida, pero sus palabras no son duras.

-Gabrielle. -Mi voz suena extraña, como si nunca la hubiera escuchado.

-¿A qué Clan perteneces?

-No lo recuerdo. -Primer juramento vampírico: Nunca reveles tu Clan si no sabes con quién hablas.

-¿De dónde eres? -Ahora habla el chico apoyado en el árbol. Su melena negra como el carbón tapa irregularmente unos ojos verdes como la esmeralda.

-Portland, Oregón. -Se miran entre ellos.

-¿Sabes dónde estás? -Niego con la cabeza.

-En Tennessee. -Ni me inmuto, sigo observando a los cuatro hombres cautelosa.

-Hay que llevarla con Selene. -Comenta el hermano del rubio. Éste es castaño claro, con los ojos negros y la piel blanca.

-No creo que sea buena idea... -Replica el musculoso.

-¿Y tú qué sugieres, Eleazar? -Requieren la atención del hombre del árbol.

-Estoy con James, no es buena idea llevarla a Selene, mandará matarla. -Sonrío, no pienso que haya nadie capaz de matarme.

-Entonces vendrá conmigo a Idaho. -Sentencia el hermano rubio, con tono amenazador.

-Me da igual con quien se vaya, pero que sea ya. Selene se enterará pronto y tendremos serios problemas. -Siento curiosidad, al parecer Selene es una vampira muy poderosa.

-Gabrielle, vamos.

El chico desaparece entre la maleza, pero lo alcanzo de inmediato. Llegamos al borde de una carretera y me frena. Hay un Jeep negro con cristales tintados aparcado. Subimos y arranca.

-Me obedecerás en todo, ¿entendido? -Asiento y me recuesto en el mullido respaldo.

Ponemos rumbo a Idaho, sin imaginar que ese viaje cambiará nuestro destino.

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Nueva novela! Vampiros: salvajes, fuertes, perfectos, sexys, deseables, despreciables, asesinos y mis criaturas de la noche preferidas.

Te doy la bienvenida al nuevo mundo de Gabrielle, ella acaba de despertar como vampira, y no tiene ni idea que ello conlleve mucha responsabilidad. Es una chica traviesa y poco razonable, pero es inteligente y muy poderosa.

Es nueva entre vampiros.

Una nueva entre vampiros [TERMINADA].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora