La tormenta.

3.8K 258 14
                                    

En el instante en el que Olivia pasa la puerta comienza a llover. Me giro y la observo: claro que es vampiro. Ya no utiliza el escudo y es perfectamente perceptible.

-Lo siento. -Suelta dando un paso adelante.

-Es mejor que no te acerques más. -Los rayos comienzan a sonar a lo lejos.

-Quería decírtelo pero él no me dejó. -De repente lo veo todo demasiado claro.

Dexter es también su creador. Él la ha estado obligando a mentirme con la amenaza de llevarme lejos de nuevo. Dios, quiero matarlo, quiero despedazarlo parte por parte, y luego quemarlo.

-Me lo deberías haber contado. Lo hubiera matado... -La lluvia se acentúa. Los rayos resuenan más cercanos.

-No podía arriesgarme a perderte por segunda vez. -Me doy cuenta de que está llorando. Todos sus sentimientos, la angustia que siente, la impotencia, el miedo, los estoy sintiendo como ella. Ahora comprendo el poder de los gemelos vampiros.

-Y no lo harás Olivia. No volveré a dejaros, nunca.

Y aunque le esté mintiendo, aunque no quiera irme y aunque intenten detenerme, ya no podré seguir aquí. Le he hecho demasiado daño a demasiada gente, y sigo haciéndolo.

Y Dexter... Juro por el vampiro más antiguo del Planeta que lo mataré. Cierro los puños llena de rabia. Mis colmillos asoman bajo mi labios temblorosos.

-Gabrielle. -Han aparecido Aaron y Dylan.

No puedo pensar en nada, sólo siento rabia, dolor y sed de venganza. El cielo se torna de un azul tan oscuro como mis ojos. Los rayos caen a escasos metros de donde nos encontramos. La lluvia duele como si fuera granizo.

-Gabrielle basta. -Aaron se va acercando a mi. Me alejo dos pasos.

-No te acerques. -Mis músculos se endurecen, estoy sumida en mi propia pesadilla.

-Puedes canalizar tu ira. Canaliza tu ira. -Su voz pausada me irrita aún más.

-Dejadme sola. -Nadie se mueve.- ¡QUE ME DEJÉIS SOLA JODER! -Un rayo cae justo a mi lado. Ni me inmuto.

-Gabrielle tienes que tranquilizarte, vas a hacerte daño. -Olivia me ruega entre sollozos. Odio verla así, pero no puedo controlar ésto. Ésta soy yo.

En un impulso salgo a correr hacia donde mi corazón manda, hacia Dexter. Corro sin importarme que hay delante o qué hay detrás. Corro sin cesar, rodeada de rayos que por centímetros no me alcanzan.

Escucho voces detrás mía, supongo que son Olivia,Aaron y Dylan, pero no me importa. Sólo hay un pensamiento en mi cabeza.

Sin saber como y mucho menos importarme llego a la entrada de las minas. Una persona se cruza por mi mente: Harry, aquel increíble chico que patinaba. Y entonces caigo en que cualquiera ha podido no mostrarme su identidad vampírica.

Hay dos hombres fornidos en la cavidad. Son más altos que yo y veinte veces más musculosos. Al verme adoptan posición de pelea: que empiece el baile.

El primero se abalanza sobre mi, lo esquivo y le arranco la cabeza con las manos. El segundo ya lo tengo encima, le parto todos los huesos del pie, por lo que se agacha y de una patada lo decapito.

Entro a las cuevas. Sigo el túnel, hasta que se separa en dos. Siento que debo ir por la izquierda, y asi lo hago.

Dexter está muy cerca, lo presiento, pero no va a ser fácil, para nada. Hay una puerta blindada y protegida con dos guardias.

Me paro en seco y cojo aire. Cierro los ojos lentamente. Los dos vampiros me observan con curiosidad, y luego, cada uno por un lado, me cogen de los brazos, listos para arrancármelos. No les doy oportunidad y salto hacia atrás, liberándome. Choco sus cabezas lo más fuerte que puedo, y suena a roto. Los dos caen al suelo muertos.

Una nueva entre vampiros [TERMINADA].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora