Una nueva entre vampiros [TERMINADA].

El despertar.

Era como estar en coma, pero sin poder hacer ningún movimiento con voluntad propia.

Intentaba abrir los ojos hasta que ya no podía más. Escuchaba la voz de Justin suplicando que despertase, quería decirle que estaba bien, que no se preocupase; notaba su impotencia y desesperación como si yo misma la tuviese.

Había contado cada puesta de sol, hoy era ya la decimocuarta. 24 días sumida en tal estado...

~

Me concentro en su aterciopelada voz, llamándome desde la luz. Los párpados son tan pesados que casi no puedo moverlos, pero ya no aguanto más, debo despertar.

Toda mi energía fluye hacia Justin como una chispa, y sé que se ha dado cuenta porque su aura arde en esperanza.

Me acaricia la mano con cuidado, expectante. Contraigo todos los músculos durante una centésima de segundo y...

-Lo conseguiste. -La sonrisa más increíble del Universo llena mis ojos de lágrimas.

Me ayuda a incorporarme, me invade un pequeño mareo y tardo en adaptar mi visión a la luz del mediodía.

-Todo este tiempo... -digo acariciando su rostro con añoranza mientras mis mejillas húmedas recuperan su color- Has estado aquí, a mi lado, hablándome.

-No sé de qué forma explicarte que no te dejaré jamás Gabrielle.

-Siento el nudo que tienes en la garganta Justin, ¿qué temes? -Sus labios se curvan en una triste sonrisa.

-Perderte. -Sujetando su rostro entre mis manos me levanto y uno nuestros labios, en el más dulce de los besos que he dado antes.

-No me vas a perder jamás, ¿lo entiendes? -Asiente contrariado-. Te amo, te amo.

Sus ojos se llenan de lágrimas, cosa que nunca había visto antes en él. Parpadea y las gotitas saladas resbalan por sus mejillas hasta la comisura de su indescifrable sonrisa.

-Nunca te he visto llorar-.Ríe.

-Procuro no hacerlo; te estaría fallando-.Suspiro y me mira desconcertado-.¿Qué?

-Yo lloro continuamente, ayuda en muchas ocasiones. No quiero que sientas que cada cosa que haces me afecta de manera negativa Jus... Estamos juntos en lo bueno y en lo malo, aunque suene ñoño y de adolescente.

-No sé qué haría sin ti Gabrielle... -Me da un beso sonoro.

-Quemar la pizza e incendiar la casa. Ah,espera, que nosotros no comemos pizza. -Reímos a carcajadas, tanto tiempo perdido había que recuperarlo de alguna forma.

-Tengo una idea. -Lo miro desafiante, a saber qué tiene en mente este loco mío.

-Ilústrame maestro.

Me coge en brazos como si fuese una pluma, y salimos al jardín. Es la primera vez que salgo allí fuera. El sol calienta y el agua de la piscina parece llamarnos, refrescante.

Just se coloca en el borde de esta -conmigo todavía en brazos-, y hace ademán de tirarme.

-No te atrevas. -Le digo entrecerrando los ojos, él intenta reprimir la sonrisa traviesa.

-Ha sido usted una mala chica. -Levanto una ceja, divertida-. De esta no te libras. 

Y me deja caer. El agua está fría, más de lo que pensaba; ¿o es el calor del ambiente? La ropa, al mojarse, se vuelve más pesada. Me deshago de la blusa blanca y salgo al exterior sujetándola con la mano derecha. 

La lanzo al bordillo y busco a Justin con la mirada. 

-¡¿Dónde te has metido pequeño cobarde?! -Antes de que pueda girar sobre mí misma unas manos me cogen delicadamente de la cintura.