Me sentía tan sola, estaba desesperada, estaba castigada y no podía salir, ¿acaso podría pasarme algo peor? Y la respuesta era ¡SÍ! Hoy iba a salir con mi novio y pasaríamos todo el fin de semana juntos, pero mis padres tenían que castigarme justamente hoy, y no solo hoy, sino ¡Todo el fin de semana!
Mi desesperación aumento cuando sonó mi celular, y la alegría llegó a mi cuando vi que era él quién me llamaba, contesté de lo más feliz y me preguntó qué era lo que pasaba, le explique la situación y me dijo que no importaba, él me vería y disfrutaríamos de nuestro fin de semana, a pesar de todo.
Pasaron unos minutos y escuche ruidos en mi ventana, me asome y él aventaba pequeñas piedras, abrí la ventana y ahí estaba él, tan perfectamente él, la perfección que tenía como pareja quién al verme me regalo una de sus sonrisas más encantadoras, no pude evitar suspirar, él había llegado aquí solo por mí, para sacarme de mi horrible cuento de terror y llevarme a uno de hadas, donde el seria mi príncipe y yo su princesa.Me hacía señas tratando de decirme que bajara pero tenía miedo de caer, a todo esto, él decidió subir, no sé cómo lo hizo pero ya se encontraba en mi habitación, me dijo que teníamos que salir y yo aún tenía miedo de bajar, dijo cómo tenía que hacerlo y me pidió que confiará en él y era lo que siempre hacía, confiar ciegamente en él. Me dio un dulce y tierno beso, tomo delicadamente mi cabeza y juntamos nuestras frentes y mirándome a los ojos me dijo "¡tú puedes!" Y nuevamente un beso, eso fue suficiente razón y motivación para perder mi miedo.
Él bajó sin ninguna dificultad y ahora seguía yo, bajé y en realidad no era tan difícil, ya casi al final, salte a sus brazos y el me recompensó con un tierno beso, me bajó de sus brazos y nos fuimos de ahí con nuestras manos entrelazadas y nuestros sentimientos a flor de piel. Afuera no nos esperaba una calandria con caballos blancos, sino su motocicleta, su increíble y grandiosa motocicleta.
Me abracé a su abdomen con fuerza, y antes de partir, le pregunté a dónde iríamos.- ¿A dónde me llevas eeh? -le pregunté insistiendo.
-No te puedo decir a dónde iremos -me respondió, parecía divertido.
- ¿Por qué no? -repliqué molesta.
-Es una sorpresa.
- ¿Qué sorpresa?
-Si te lo digo, ya no será sorpresa -dijo, haciéndolo obvio.
-Está bien -me resigné- esperare.
Nos fuimos de ahí y emprendimos nuestro camino, sin saber a dónde llegaría. Sólo observaba como las casas quedaban atrás y el camino era solo carretera, después se detuvo y al instante me bajé.
-Espera, ¿A dónde vas? -preguntó confundido.
-Ya hemos llegado, ¿o no?
-Sí, pero necesitas hacer algo.
- ¿Qué? -pregunté realmente confundida.
-Vendarte los ojos.
- ¿Para qué? -mi confusión seguía presente.
-Te dije que esto sería una sorpresa.
-Pero...pero... -titubeé.
-Pero nada -pronunció dulcemente- eso lo hará más interesante.
-Pero yo quiero ver -insistí.
-Lo verás al final y en verdad te gustara.
- ¿Cómo lo sabes?
-Sólo imagínalo, será algo mejor que esto -me tomó con delicadeza de mi mentón y lo inclinó hacia él para después besarme dulcemente en los labios.
Mis rodillas temblaron y al abrir los ojos no pude articular ni una palabra, siempre me robaba el aliento.
- ¿Estás lista?
No fui capaz de responderle con palabras, solo asentí con una sonrisa, me vendó los ojos, tomó de mi mano y comenzamos a caminar. Mis pasos eran torpes y lentos, sentía que caminaba sobre una cuerda floja y sólo presionaba con fuerza su mano, él muy tranquilo me decía "sigo aquí" y el solo escuchar su pacifica voz, me tranquilizaba, perdí el miedo, y como no perderlo, hasta me sentía en las nubes, en el paraíso, sentía miles de sensaciones dentro de mí, quería correr y correr para llegar de una vez, estaba muy ansiosa por saber que era lo que me esperaba. Mientras más pasaba el tiempo, mas era la emoción que sentía...
- ¿ya? -pregunté ansiosa.
-aún no.
- ¿falta mucho?
- No
- ¿entonces? -pregunté desesperada.
-Ya llegamos -dijo divertido.
Me quite la venda de los ojos, y todo lo que observaba era hermoso, era tan irreal, todo a mi alrededor era impresionante, no sabía en donde estábamos pero seguramente no era en la ciudad ya que todo era natural, verde y fantástico, parecía un bosque, había muchos árboles, y entre esos enormes árboles había un camino, no se veía el final, pero me intrigaba. Me tomó de la mano y caminamos directo al final del camino, ahora estaba mucho más ansiosa, nos cruzábamos con cosas tan hermosas, flores, animales pequeños; naturaleza. Teníamos que cruzar por un pequeño arrollo de agua, era tan claro y puro, no era inmenso y pudimos cruzar por unas rocas que nos ayudaron. Del otro lado de ese arrollo, había muchos árboles que no dejaban ver lo que había detrás de ellos,
pero presentía que era algo sorprendente.
-Falta poco amor, falta poco -me avisó.
Por fin cruzamos esos árboles y vi lo más maravilloso y fantástico que mis ojos pudieran haber visto, en el centro de todos esos árboles había un área circular y el suelo estaba cubierto de pétalos de flores y entre ellas, fotos de nosotros, de nuestros momentos, de nuestro amor. Y al fondo de todo esto había un corazón enorme y en el centro decía: 'feliz aniversario amor'
Pequeñas lágrimas brotaron de mis ojos, eran lágrimas de felicidad, este era sin duda el mejor día de mi vida, solo observaba a mi alrededor y todo era mágico, perfecto, lo que toda chica desearía tener y enfrente, el hombre más maravilloso que haya conocido, había quedado estupefacta, sólo observaba, él me miro satisfecho, tomo de mi mano y delicadamente la jalo dándome a entender que siguiera caminando hasta ese gran corazón, ya estando frente a eso, pude ver que todo estaba hecho con rosas, la forma del corazón eran rosas rojas y las letras eran rosas blancas.
-Rosas rojas igual a amor; rosas blancas igual a pureza. Amor puro -me afirmo y tomo dos rosas- feliz aniversario princesa, gracias por el mejor año de mi vida, gracias por hacerme sentir plenamente feliz, por demostrarme que el amor existe y gracias por entrar en mi vida, si no estuvieras en ella, no tendría sentido vivir.No tenia palabras para decirle todo lo que tenía que decir, asentí sus palabras con una gran sonrisa y con unas pequeñas lágrimas de alegría, él limpio esas lágrimas delicadamente con sus suaves manos, acariciaba mis mejillas con un ligero roce de sus manos, sonrió victorioso y se acercó a mí, con una mano tomo de mi mentón y la otra la coloco en mi cintura, en un movimiento me acerco aún más a él, sus labios rozaron con los míos, eran finos y delgados, como todas sus perfectas facciones, hizo presión en mis labios y me deje llevar por el momento, fue tan especial, ese beso decía más que mil palabras, me decía cuanto me amaba y necesitaba de mi así como yo de él.
Ese beso fue dulce y tierno, fue parecido a nuestro primer beso, lo recuerdo perfectamente, fue espontáneo e inocente, el típico primer beso, y ahora lo estábamos viviendo nuevamente, después fue aumentando la intensidad, eran más rápidos y apasionados, apenas si podíamos respirar, esto parecía una colección de todos nuestros besos.
La posición era algo incomoda, él era mucho más alto que yo y ambos teníamos que estirarnos, pero ni por la incómoda posición dejamos de besarnos en algún momento, al contrario, los besos eran largos, nuestras respiraciones eran agitadas, pero a pesar de eso, cada vez aumentábamos la velocidad, cada vez eran más rápidos, sentía miles de sensaciones en mi estómago, ahora entiendo cuando dicen 'mariposas en el estómago'.Los besos terminaron lentamente, poco a poco se desvanecieron hasta que desaparecieron. Fue tan especial, aún tenía el dulce sabor en mi boca.
Abrí mis ojos y el no dejaba de mirarme, me miraba tan tiernamente, solo le sonreí tímidamente y el me contesto con una sonrisa de esas que me matan. Giro levemente su cabeza hacia un lado pero sin dejar de mirarme, luego la giro del lado contrario, me observaba de todos los ángulos, era tan divertida y tierna su expresión que no pude evitar soltar unas pequeñas risitas. Termine abrazándolo y colocando mi cabeza en su trabajado pecho, escuchaba el latir de su corazón en mi oído, era el mejor de los sonidos.
Bajaba su cabeza a la altura de mi oído y en el repetía en susurros "te amo" "te amo
tanto" en un oído escuchaba sus palabras y en el otro el latir de su corazón, juntas formaban una perfecta melodía de amor.
Y así nos quedamos un largo momento aunque en realidad lo sentí muy corto.CONTINUARÁ.
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(FTISLAND) Querido... querido diario
Teen FictionDEAR, DEAR DIARY Querido... querido diario; Cuando el pasado no se ha olvidado, se vuelve presente. Con una mirada comenzó todo. Él despertó en mí, sentimientos que no sabía que tenía, ilusiones que no sabía que existían, y esperanzas que nunca cre...