Capítulo 51º

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—¡Jong Hoon!, ¡estás loco! —exclamó muy alterada.
—Lo siento —dije sin sentirlo. Sólo fueron palabras.
En verdad no estaba arrepentido de lo que hice. Pero ella si estaba muy molesta conmigo. No me importó, lo hecho, hecho está.
—¡Que no se te ocurra volverlo a hacer! —me advirtió aún muy alterada.
—Lo siento Cho Ah —repetí otra vez sin sentirlo.
—Tú estás con Eun Ji y yo con Hong Ki, lo nuestro ya terminó, tienes que entenderlo —ahora se veía frustrada.
—Lo siento —ya lo repetía sólo por hacerlo.
—Si vuelves a hacer eso, ni me vuelvas a hablar, yo no quiero problemas.
—Lo siento...
—¡Es que lo arruinaste! Tengo problemas con Hong Ki, ¿Cómo le explicaré ésto? —su expresión pasó de frustración a desesperación.
—No se lo digas y ya —solucioné cínicamente.
—¿Qué te pasa Jong Hoon? ¿Acaso no te importa si se entera Eun Ji?
—Sí me importa —mentí.
— Jong Hoon por favor no digas nada de esto, sólo lo olvidaremos y obviamente no volverá a pasar.
—Está bien —dije no muy convencido.
—Ahora déjame sola que seguiré esperando a Hong Ki.
—Como quieras.
Me paré y me fui de ahí, tal parece que a ella le molestó mientras que a mi me pasaba todo lo contrario, me encantó.

Llegué al comedor y me senté con los chicos. Cínicamente le sonreí a Eun Ji. Si supiera...
Al terminar las clases, me fui con Eun Ji a casa sólo que se veía muy extraña. No hablaba mucho, estaba muy seria. Al principio no le di importancia, pero mi bipolaridad hizo efecto y me preocupé por ella.
—Eun Ji, ¿estás bien?
—Sí... supongo —respondió sin mirarme.
—Te ves pensativa —noté.
—Lo estoy —dijo seriamente.
—¿Se puede saber por qué? —pregunté con real interés.
—Bueno, no sé cómo decírtelo...
—Sabes que puedes confiar en mi —le sonreí aunque no me miraba.
—Pero es diferente —me miró brevemente y regresó su mirada al frente.
—¿Por qué?
—Es que... no sé —suspiro profundo—. Está bien, te lo diré —decidió y dejó de caminar. Imité su acción.
—Te escucho —dicho esto, la miraba muy atentamente.
—Sabes que nuestros compañeros siempre han hablado de nosotros —dijo mientras jugaba con sus manos. Sin mirarme.
—Sí.
—Pues... ahora hablan de ti...
—¿De mí? —fruncí el ceño y ella sólo asintió— ¿qué dicen? —pregunté aún más interesado.
—Pues, algo que me puso a pensar mucho...
—Dilo —pronuncie desesperado.
—Es que... —tenía la mirada perdida en sus pies— dicen que... —dejó la frase sin terminar. Sólo se llevó una mano a una de sus sienes, realmente se veía muy mal. Me desesperaba pero no lo demostraba. Por fin terminó la frase:
—Que te besaste con Cho Ah —dijo con la mirada perdida en el suelo.

Mis ojos se desorbitaron y un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, no dije nada, sólo la veía asombrado...
Se quedó en silencio por unos segundos, pero yo sentía que era una eternidad, estaba en graves problemas y mi conciencia estaba intranquila.
Al fin suspiró y me miró fijamente, sus ojos estaban cristalinos y yo sentí que perdía el aliento. Ella suspiró profundamente otra vez y sus ojos parpadearon repetidamente, como tratando de asimilarlo...
—Que estúpida —dijo al fin...con voz débil...mirándome fijamente a los ojos, esos ojos que estaban cristalinos y que en cualquier momento romperían en llanto. Inhaló profundamente y ya veía venir una frase de enojo con una bofetada incluida— que tonta... —continuó— ¿cómo pude dudar de ti?, perdóname Jong Hoon —dijo con voz entrecortada.

¿Perdón? ¿Me pedía perdón? La veía y no lo podía creer. A pesar de que todo mundo le gritaba la realidad dudó de todos ellos antes que dudar de mí, de su estúpido novio. Era difícil de creerlo, pero era verdad, Eun Ji siempre ha sido una chica inocente y dulce que nunca dudaría de que su amado novio la engañara. Prefirió dudar de todo el mundo antes de dudar de él. ¿Cómo puede ser tan irrealista? No poder creer que todo mundo miente cada segundo... era una buena chica y yo le había pagado mal. Me quedé sin palabras, no pronuncié ni siquiera una palabra. Sólo me veía y sus ojos se cristalizaban más hasta que derramó una lágrima, lágrima que sentí llegar hasta el lugar más profundo de mi corazón y que me sensibilizó por completo.
—Jong Hoon perdóname, es que todos hablaban de eso a mis espaldas y me sentía una estúpida, ahora me siento más estúpida por dudar de ti.
—Si hablamos de estupidez, entonces yo gano —pensé, quise decirlo, pero las palabras se atoraban en el nudo que tenía en mi garganta y no salieron.
—Jong Hoon, perdóname por dudar de ti, nunca más lo haré. Yo sé que tú serías incapaz de hacer algo así —dijo y sus palabras me torturaban por dentro.
Simplemente no podía hablar... el nudo en mi garganta me lo impedía.
—No dices nada pero veo tu cara de asombro y decepción, con eso me lo dices todo. Soy la peor novia tan sólo por dudar de ti.
—No —la interrumpí y por fin pude hablar— has sido la mejor novia —se sorprendió al escucharme decir eso, pero era la verdad.
—¿Entonces por qué me miras así?
—Estoy sorprendido y decepcionado, pero no de ti —dije sinceramente. Estaba tan decepcionado de mí mismo. ¿Cómo pude pagarle de esa manera a la chica más dulce?
—Entonces, ¿de quién? ¿De nuestros compañeros? —preguntó más tranquila.
—Olvidemos eso —respondí ignorando su pregunta— no quiero que llores porque me duele aquí dentro —señalé mi corazón.
—Está bien —dijo y cerró sus ojos. Dio un profundo suspiro y abrió los ojos pero acompañados con una sonrisa. Sólo llevé mi mano a su rostro y limpié sus mejillas que estaban bañadas en lágrimas. Serían las últimas que derramaría por mi culpa. Le sonreí y la abracé fuertemente, aferrándola a mi cuerpo, estuve a punto de llorar de tanta frustración y culpa.
¿Cómo pude ser tan estúpido? Lo único que quería era hacerla feliz pero olvide eso y sin darme cuenta estaba haciendo lo contrario, mi actitud la hacía sufrir demasiado. Se que está muy mal que me de cuenta de mis errores solo si la veo llorar. No puedo explicar que tienen sus lágrimas que hacen remorder mi conciencia, que me enternece por dentro y me hace sentir el peor hombre de este planeta. Llegué a ser tan engreído y llegué a creer que yo era mucho para ella, pero ahora me doy cuenta que no soy nada, al contrario ella es demasiado para mí, es dulce, sincera, inocente y sensible: mi chica ideal, siempre estuvo ahí y no me di cuenta, no entiendo como no supe valorarla.
Bien dicen que no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes, afortunadamente estaba a tiempo de cambiar, iba a cambiar sólo por ella. Porque se merece a un hombre que la valore y me empeñare en ser ese hombre. Mi primer reto será olvidar a Cho Ah, y no lo intentaría, lo iba a lograr, sólo por Eun Ji.


El pasado quedaría olvidado y el presente iba a ser diferente.
Seguía abrazándola fuertemente, como nunca antes lo había hecho, la protegía, la abrazaba de forma especial y con real aprecio, ahora me sentía afortunado de tener a una chica tan especial a mi lado.
Besé su frente y me separé de ella. Sólo me miró muy feliz y emocionada, con una sonrisa de
oreja a oreja y mi mundo se iluminó.
—¿Quieres un café para el trago amargo por el que acabamos de pasar? —le pregunté con una sonrisa.
—Me parece bien —dijo emocionada.
—Bien, vamos —concluí y la tomé de la mano. Comenzamos a caminar hasta el primer starbucks que encontramos.
Entramos y ordenamos dos frappuccinos, después tomamos una mesa y nos sentamos a esperarlos. En ese momento comenzamos a platicar, reíamos de cualquier cosa, y de pronto pensé en que eso era lo que siempre había querido, una chica con la que pueda platicar horas y horas, reír de cualquier cosa y sentirme plenamente feliz. No entiendo como perdí tanto tiempo buscando el amor en otra parte si siempre estuvo ahí, tan cercas que hasta quemaba y apenas me doy cuenta.

Pero nunca es tarde para darte cuenta de lo que tienes y valorarlo. Sin duda hoy fue el día en que mi vida cambio radicalmente y para bien. El día en el que el verdadero amor tocaría a mi puerta, porque el amor no será amor hasta que lo entregue por completo.

CONTINUARÁ.......

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⏰ Última actualización: Aug 10, 2019 ⏰

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(FTISLAND) Querido... querido diarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora