IX - Prueba de muerte.

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Nunca he sentido tanto alivio como en el momento en el que el mentor me dijo que, lo que había visto en el video, era sólo una prueba. Al menos, la mitad de la prueba para convertirme en aprendiz. Aun sabiendo cual sería mi próximo cometido, no tardé en dirigirme hacia el lugar que me había indicado Desmond. Tenía el cuchillo, no necesitaba nada más. Cuando, para llegar a mi objetivo, atravesaba uno de los salones principales, me llamó la atención que más gente de la habitual estuviera frente a la videoconsola.

- Harrier. Harrier. - Me llamó uno de los chavales, que estaba esperando a que le llegara su turno de jugar. Como se suponía que no tenía prisa, me acerqué a observar. - ¿Te has enterado? Han sacado el nuevo videojuego de la saga. Assassin's Creed Syndicate.

- ¡Salgo yo! - Exclamó Rebecca, como si le hiciera tanta ilusión como la primera vez.

- ¿Por eso estáis todos aquí reunidos? - Pregunté sin esperar respuesta. Vi a Ciste acercarse, no dijimos nada, sólo me sonrió.

- Tú eres descendiente de los Frye, ¿verdad? - Estaba tan distraído con el gesto burlesco de Ciste que el muchacho tuvo que repetirme la pregunta.

- No. Yo desciendo de los Dorian, en realidad. - Respondí.

- Pero eres inglés. - Protestó apoyando su teoría.

- Harrier es un Sinclair. - Explicó Rebecca. - Pertenece a la rama de los Dorian que se quedó en Francia. Sólo los Aguilar son descendientes de los Frye.

- Jacob mola un montón. - Puesto que aún no conocía la historia de los Frye, me acerqué para ver la pantalla. Una sensación de horrible nostalgia me invadió al ver el puente de la torre de mi amada y abandonada Londres. En plena época victoriana, un encapuchado se movía silencioso por las infectas, llenas de humo y hollín, y corruptas calles de esa vieja cuidad.

- Evie es mejor. - Saltó una de las chicas más pequeñas. - Me surgió una necesidad inmediata de saber más acerca de los hermanos Frye. Saber lo que nadie, fuera de ese lugar, podía conocer. Su vida real, más allá un videojuego que pudiera ser más o menos fiel a la realidad. Seguramente había relatos sobre ellos, otros descendientes habrían escrito sobre ellos. O quizá podría preguntarle a Orel. Pero no podría hacer nada de eso, ni tendría ningún sentido hacerlo, si no pasaba la última prueba a la que ya había hecho esperar bastante. Mientras me encaminaba a esta, me di cuenta de que a nadie, ni siquiera a los más pequeños, les había extrañado que llevase un cuchillo en la mano durante toda la conversación. La Orden de los Asesinos es un lugar inusual, no estoy seguro de que sea el mejor lugar para criar a un niño. Supongo que a mi madre no se lo pareció.

Llamé a la puerta y esta se abrió de forma inmediata. Entré en la sala en a que estaban Orel, Desmond, William, el señor Aguilar y otras dos personas a las que aún no conocía, aunque no tarde en darme cuenta de que eran, junto al señor Aguilar y William Miles, los miembros del consejo anterior a que Desmond se hiciera mentor. Ahora, los cuatro actuaban como consejeros de la Orden y no les gustaba dejar solo a Desmond, aunque él tuviera la verdadera autoridad. El primero de los dos consejeros desconocidos, que era el más joven de los cuatro, era el señor Takahashi y sí, has acertado, se trata del padre de Taka. Pensareis que no es muy acertado que alguien que se apellida Takahashi reciba en nombre de Taka, pero no suena tan mal si te digo que en Japón se suele pronunciar el apellido antes que el nombre, por lo que, dentro de lo que cabe, no suena tan mal. Claro que, quién soy yo para hablar de nombres que suenan mal. El otro consejero era una mujer alta y rubia, la señora Andersson. Lo primero que pensé al verla fue que debía haber sido una de las mujeres más bellas de la tierra, cosa que corroboré cuando vi una foto suya de joven, un tiempo después. Había una octava persona en la sala, un hombre, de rodillas y con la cara cubierta, temblaba en el centro de la sala. Desmond se acercó a él y le quitó el saco de tela negra que no le dejaba ver nada.

Assassin's Creed: El legado del águila.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora