—Tenemos que hablar —suelto antes que todo, cuando por fin voy a su encuentro en la colina.
Se voltea para verme y no puedo pasar por alto su expresión al hacerlo. Es semejante a la que de pequeña uno coloca cuando le regalan la bicicleta que tanto pidió a Santa. O cuando el chico que te gusta te regala una flor por primera vez e intentas parecer madura, así que te limitas a sonreír.
El caso es que yo no le gusto a Minho, por eso me parece extraña su reacción.Está sorprendido. Creo.
—¿No puedo seguir arrancando, verdad? —pregunta, resignado.
Por alguna anómala y maquiavélica razón, sonríe. Y su sonrisa hace que me derrita casi al instante.
Maldita sea.—Sí puedes. El asunto aquí es si quieres seguir en ello —sostengo su mirada.
—No quiero.Lo sabía. Sabía que no quería hablar conmigo y que... espera. ¿Qué?
—¿Por qué?
—Porque llevo casi una hora esperándote y si arranco ahora sería tiempo perdido. Oh, y porque temo que salgas corriendo colina abajo de nuevo y termines infartada.Me temo que tememos lo mismo, casi.
—¿De modo que al quedarte a escucharme sólo estás buscando no ser el culpable de mi muerte?
—Casi, más o menos. Matarte sería una buena opción para liberarme. Pero soy muy joven y guapo para privar al mundo de mí por estar encerrado en una cárcel.No me causa gracia. Para nada. Porque yo soy todo sentimentalismo y él... ¿se está burlando de mí?
Ya me estoy poniendo paranoica.—Bueno, y también lamento ser un inconveniente... —continúa.
—¿Inconveniente? ¿Para mi libertad? ¿Para mi paz mental? ¿Para qué?
—Inconveniente para tu relación con Emma.No me gustó el tono que le dio a la palabra "relación".
—¿Mi relación?
—No me trago eso de que está perdidamente enamorada de Bill. Para mí es más un pretexto para eludir la realidad. Ustedes se conocen hace más tiempo y... no me parece justo que se escondan de lo que sienten. Como tampoco me parece que la hayas estado engañando con... esa chica el otro día... en tú recámara...Idiota. Eso es lo que es. Un grandísimo y hermoso idiota.
—¡Corta el rollo! —le grito furibunda—. ¡Eso no tiene nada que ver! Estás muy, pero muy equivocado.
Tengo que ser paciente, y respirar profundo.
Tengo que ser paciente, y respirar profundo.
Soy una mujer paciente. Sí, lo soy.
—Essie, sé que cuesta reconocer algo así hoy en día, pero...
—¡Me gustas, Minho!De acuerdo. No soy paciente. Para nada. Ni menos inteligente. Porque de todas las cosas que podría haber dicho para hacerlo callar, he utilizado mi mayor secreto.
Bravo, cerebro.
—¿Cómo dices?
Siempre me pregunto cómo puede abrir tanto los ojos.
—No volveré a repetirlo —respiro profundo—. Sólo dos palabras; No. Soy. Homosexual... bueno, que sean tres.
Y sin más, me alejo por la orilla de la costa. Pero no por mucho. Él me alcanza. Sujeta mi brazo para detenerme.
—Repítelo.
—No. No puedo. Es... estúpido. Tú y yo apenas nos conocemos. Somos como el agua y el aceite. Y en poco más de seis meses será como si nunca nos hubiésemos conocido.Comienzo a caminar. Me detiene de nuevo. ¿A qué está jugando?
—¡Essie! ¿Eso es lo que quieres que suceda? ¿Hacer como si yo nunca hubiera existido transcurridos los seis meses?
No respondo. Entonces su bendita y aterciopelada voz varonil dice algo que suena como al coro de mil querubines:
—Porque yo no.
![](https://img.wattpad.com/cover/26996780-288-k573427.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Una cuestión de negocios ღ «Minho (SHINee) Fanfic»
FanfictionEn una sociedad avanzada en muchos sentidos, donde la libertad es un derecho que el mundo ha reconocido como vital, pareciera ser que cada quien puede elegir su destino. Pero ¿y si no? ¿Qué pasaría, si en pleno siglo XXI, eres obligada a casarte co...