Con Minho nos tomamos nuestro tiempo para ir de compras durante la tarde, antes de quedar en la ruina después de la próxima desheredación. Nos la pasamos de tienda en tienda mirando muebles que calcen perfectamente con nuestro futuro hogar. Si es que no terminamos viviendo bajo un puente, claro. Oh, y lo obligo a comprarse más de esas camisas a cuadros que lo hacen ver tan bien. Y él insiste en que un vestido de minifalda no me quedaría mal.
Extraño. Esto es extraño. Me siento como si estuviese viviendo lo que debería vivir en unos años más. Pero me gusta. Porque me hace feliz. Somos jóvenes jugando a ser adultos.
Llegamos a la que hasta ahora sigue siendo mi casa, cargados de bolsos. Es gracioso ver a Minho queriendo cargarlos todos por mí. Y es gracioso empujarlo para que se rinda y me preste algunos.
Entramos a casa y a los primeros que vemos son a Damon y Mary cuchicheando. Se momifican cuando nos ven entrar, por alguna razón el rostro de Mary no es nada alentador.
—Le ayudo con los bolsos, joven —dice Damon arrebatándole los bolsos a Minho para subir rápidamente por las escaleras luego.
— ¿Qué sucede? —le pregunto a Mary cuando nos quedamos a solas con Minho.
— Señorita...
— Dime Essie, Mary, Minho es de fiar —lo tomo de la mano.
Mary asiente.
— Tienen visitas. El señor Choi ha venido a visitar a sus padres. Están en el despacho —apunta la puerta de doble entrada al final del pasillo.
Sabía que no se quedaría quieto.
— ¿Escuchaste de qué hablaban? —pregunto.
Sé que Mary tiene la costumbre de escuchar tras la puerta. Me mira avergonzada, sin responder.
— Vamos Mary, ya te dije que Minho es de confianza.
Suspira.
— Están hablando de ti. El señor Choi quiere deshacer el trato. Dice que tú no eres una buena influencia para su hijo.
— ¿Influencia? ¿Qué edad cree mi padre que tengo? —Minho se enfurece.
— Tranquilo —me aferro más a él—. Vamos adentro.
— Essie, sus padres están muy molestos...
— No me importa Mary, yo también lo estoy. Vamos, Minho.
Caminamos decididos hasta el despacho. Antes de entrar, logramos escuchar algo de lo que hablan.
— Sabía que Estíbaliz lo echaría todo a perder —se lamenta mi madre.
Gracias, mamá.
— No. Mi hija no ha echado nada a perder, esto es un mal entendido. Choi, por favor, entra en razón —ruega mi padre.
— Ni entrar en razón ni nada. Tu hija es una mala influencia, ya te lo dije. No quiero que mi hijo se vea afectado por las irresponsabilidades de Estíbaliz.
— Demasiado tarde —Minho irrumpe en el despacho sin soltarme de la mano, arrastrándome con él—. Si afectado significa lo mismo que enamorado, lamento decirte padre, que ya estoy completamente afectado por Essie.
Oh Dios. Esto es de película. No sé si reír o llorar.
— Minho, no te entrometas —lo regaña el señor Choi.
— Ya hablamos de esto, padre. No voy a echar pie atrás.
La cara de felicidad de mis padres es épica. Juro que la próxima vez sí me compro una cámara fotográfica.
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Una cuestión de negocios ღ «Minho (SHINee) Fanfic»
FanfictionEn una sociedad avanzada en muchos sentidos, donde la libertad es un derecho que el mundo ha reconocido como vital, pareciera ser que cada quien puede elegir su destino. Pero ¿y si no? ¿Qué pasaría, si en pleno siglo XXI, eres obligada a casarte co...