Siempre le tuve miedo a la idea de enamorarme, siempre le he tenido miedo a la idea de depender de alguien más, que mi felicidad dependa de alguien más, pero este chico ha podido con todo, ha sido capaz de derrumbar cada barrera que le he puesto, no sé cómo lo hace y lo sigue haciendo sin más, pero estoy segura que al final de esta historia se convertirá en mi perdición.
—Extraño tú cuerpo.— Susurró contra mi cuello haciéndome sentir su respiración en el mismo, sus manos apretaban cada vez más mi cintura mientras me acercaba a su cuerpo, mi respiración comenzaba a fallar.
—Jason yo...—Tragué fuertemente saliva, y tartamudeé.—No sé si pueda— Negué varias veces con mis ojos cerrados, aun tenia miedo de que los puntos de la herida de bala se abrieran.
—No tienes nada que sentir Skyler, mírame.—Sentí abriendo mis ojos despacio encontrándome con esos ojos color miel que estaban siendo mi tumba —No haremos nada que tú no quieras ¿De acuerdo?.
Odio que sea tan lindo conmigo, así jamás podré odiarlo.
—De acuerdo.— apenas susurré
—Ven aquí.— Jason tomó ambos de mis brazos rodeándolos por su nuca para atraerme a él, en cuanto a sus manos yacían sobre mi cintura rodeándola con sus brazos en un abrazo reconfortante.
Dios, jamás me había sentido tan protegida como cuando estoy entre sus brazos.
—Odio que seas tan amable, quiero odiarte pero sí sigues siendo así no podré hacerlo nunca.— Arrugué mi ceño y a la vez hice un puchero, tras ello, la pequeña risa de el rodeó la habitación.
—Te estás enamorando.— Contestó burlesco. Al oírlo le di un pequeño golpe en el hombro, pero sin soltarme de su agarre. —Cada golpe que me das es un te amo – Rodeé los ojos al escucharlo.
—Eres un idiota.
—Pero tú me quieres tal y como soy – Guiñó y yo negué de manera divertida, al fin de cuentas estaba en lo correcto —¿Acaso no tengo la razón?— preguntó y lo único que hice fue asentir riendo sin parar de mirarlo a aquellos ojos cautivadores que tenía, mis manos se posaron sobre sus mejillas y le besé.
Definitivamente Jason podría haberme cautivado o enamorado con tan solo un trabajo que le dio mi padre, dicen que todo comienza como juego para luego terminar en verdad.
—¿Vamos a algún lado? Estoy aburrida.— Ladeé mi cabeza e hice un puchero para que este tan solo aceptara a mi oferta.
—Me haz leído la mente, pequeña.— Pellizcó mi nariz de manera suave provocando risas en mi. —Yo conduzco, vamos, deja buscar mis llaves que debo tenerlas en algún lugar— mientras hablaba, sus mano estaban recogiendo todo su cuerpo en busca de ellas. — Deben estar en aquella chaqueta.— fue tras ella e indagó en los bolsillos siendo el resultado negativo ¿como lo supe? cada vez que se ve en aprietos rasca su nuca y empieza a mover la boca de una manera muy inusual.
Éxito McCann, una vez mas iremos a pie.
—No me digas que olvidaste las llaves.— Elevé ambas de mis cejas cruzando mis brazos, aveces me daban ganas de matarlo por ser tan olvidadizo.
Y como era de costumbre, asintió.
—Pequeña, lo siento, de verdad lo siento, puedo jurar que había guardado las llaves en la chaqueta.
—Ya vamos Jason, tendremos que ir a pie. Nuevamente.—
Remarque la última palabra, ya era la segunda vez que hacía lo mismo.—¿Estas segura que nunca te di las llaves? — cuando dijo eso negué, no recordaba que me las había pasado a mí. Dudé y fui por mi bolso que estaba sobre el sillón de cuero que había en la habitación. Una sonrisa salió de mis labios mientras sacaba las llaves de este.
Jason solo negó.
Nos dirigimos al mismo bar de hace unos meses atrás "The Crown and Anchor Pub" el mismo en el cual vomite como loca por la culpa de Jason.
Estábamos apuntó de llegar ya que podía ver el enorme letrero fuera con el nombre del bar, Jason comenzó a buscar con la mirada algún estacionamiento cercano.
¡BINGO!
Me fui a bajar del automóvil pero sentí un jalón en mi brazo, bufé y mire a Jason de mala gana. — Yo abro.— dijo sin más desmontandose del auto para luego rodearlo por delante hasta llegar a mi puerta y abrirla cediéndome su brazo.
— Gracias McCan, todo un caballero como siempre.
La música penetraba mis oídos, mucha gente en medio de la pista bailando como locos, algunas chicas ofreciéndose a cualquier chico que había en el club, entre ellos Jason.
Una de ellas sin temor, se acercó tambaleando . —Hola guapo.— apenas modula, pero aun así no pierde su toque coqueto, se le notaba en los gestos que hacia con su cabello.
Carraspee y la mire con mis cejas arriba. —Es mi novio cariño, así que ni lo intentes.— mi tono no fue el mas agradable de todos, tras lo ocurrido la chica se retiro tambaleando en busca de otro chico moreno de ojos claros que se encontraba bailando con lo que supongo era su grupo de amigos.
—Me gusta cuando, en cierta forma, marcas tu territorio.—Mira a la chica riendo y a la vez negando, pero de un segundo a otro me jala suavemente del brazo a lo que mi rostro cambia completamente ya que íbamos en dirección a la salida de emergencia del bar.
—¿Qué harás?.— No alcancé a terminar mi frase cuando posó su dedo indice sobre mis labios.
—Iremos a una parte que te gustará, confía en mi.— No me quedó mas que aceptar.
Salimos del lugar para caminar hacia el estacionamiento, no estaba tan lejos. Al llegar nos montamos en el auto, pero Jason no lo encendía, si no que, empezó a rebuscar en la guantera de este. De la misma sacó un pedazo de tele sedoso, brillante de color turquesa. —Ponte esto, y luego me agradecerás.
¿A dónde mierda me lleva Jason?
Al llegar pude sentir como el se bajo primero del carro, mi puerta se abrió y me tomó de la mano para poder salir del interior. — Eh, eh, aún no te desvendes.
—Jason tengo miedo, puedo tropezarme.— en esos momentos era muy probable que estuviera haciendo el ridiculo por mi forma de caminar, en mi defensa podía esguinzarme uno de mis tobillos.—Levanta el pie, y en serio, confía en mí.— cada segundo seguí sus instrucciones, subimos un par de escaleras y a la ultima caminamos quizás un par de pasos y puedo sentir que estoy frente a una puerta. —Llegamos— apenas dijo esas palabras pude ver y darme cuenta en donde estábamos; un motel.
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NARCOTRAFICO
Teen FictionSkyler, 18 años. Su novio Jason McCan el más buscado por las policía. Jason McCann, 21 años. El chico más buscado por las policía de New Orleans. Alexa Smith, 18 años. Hija de un empleado de Mattew, mejor amiga de Skyler. Will, 30 años. Jefe d...