NARCOTRAFICO

Capitulo 18

Mattew.

—¡Josh!, sea como sea búscalos.— cuelgo el teléfono con rabia e impotencia. Will se había llevado a Skyler y Justin.

Benjamin.

Deje a Skyler donde queria y seguí camino a mi hogar, no me apetecía ir a ningún lugar por esta vez.
Mi teléfono empezó a sonar, me levante del sofá y conteste.

—¿Alo?.

—Benjamin, ¿Eres tú?— no podría lograr reconocer esa voz —Soy el padre de Skyler— Me dejó boquiabierto, nunca pensé que me llamaría —Esta vez necesito de mucha ayuda de tu parte. ¿Sigues trabajando con Williams?—

—Si señor— mi voz era seca —¿Qué necesita tan importante?.

—Necesito que me ayudes a recuperar a Justin y Skyler— su voz era una combinación de enfadado y preocupado. Nunca lo había escuchado así.

—Estoy a su servicio Señor Brooks.

—Gracias Dominé— cuelga.

Me dirijo a mi habitación y me pongo todo de negro, como suelo ir a trabajar normalmente con Will. Busco las llaves del auto, voy al garaje y me subo.

Jason.

Me sentía mariado y mis ojos pesaban mucho al igual que mi cuerpo. Mire a mi alrededor y me encontraba en una habitación muy oscura, comencé a girar mi vista y veo a Skyler dormida y amarrada a la silla.

Maldita sea Jason, tenias que protegerla.

No me gustaba verla así  y menos sabiendo que estaba embarazada. La vida de ella y mi hijo corrían peligro. Me moví y balancee para todos los lados y no podía soltarme, me levante un poco ya que mis pies por suerte no estaban atados. »Idiotas«. Me acerqué a Skyler lo más que pude.

—Nena, Sky— le daba besos en su mejilla, pero esta no respondía y seguí insistiendo. Quería que despertará, la necesitaba despierta, necesitaba saber que se encontraba bien.

Al intento número veinte hizo un pequeño ruido, y le bese nuevamente. —Nena, Sky. Despierta—

—¿Mh?— estaba recién despertando.

Skyler.

Sentí muchos besos en mi mejilla y trataba de despertarme pero no podía algo me consumía por dentro y no me dejaba despertar, un »¿Mh?« fue lo único que salió de mis labios, mis ojos y cuerpo pesaban, no me acuerdo de nada.
Abro los ojos lentamente y mirando al frente, me encontraba en una habitación a oscuras y negra, olía mal. Giré un poco mi cabeza y me encontré con Jason, sus ojos miles estaban brillantes, y una sonrisa apareció en sus labios carnosos rosados.

Empezamos a hablar le dije que me sentía bien pero aun así seguía preocupado por mi salud. Me contó que fueron los de Will los que nos encerraron aquí a los dos. Estaba asustada, primero por mi embarazo y segundo por mi padre. Que en estos momentos debería estar haciendo algo para que nos saquen de aquí. Mientras conversaba con Jason apareció Nick »Valla, valla. Los tortolitos por fin despertaron« su risa malisiosa entre comillas se hizo escuchar por toda la habitación.

—¡Nick eres un maldito hijo de puta!— Jason trataba de zafarse y salir corriendo para pegarle unos cuantos combos, se le notaba en su rostro. Lleno de furia y tensión.