NARCOTRAFICO

Capítulo 32

Luego de haber tenido una conversación acerca de negocios con Will y mi padre, los tres salimos de su "oficina" si es que así se le podía llamar.
No fue tan fácil salir de aquel lugar ya que Jason y yo teníamos trabajo que hacer, bufé al salir de la casa viendo a Alexa detrás de dos hombres macizos.

—Hija, no quiero que trabajes para ese sujeto—. Suelta mi padre mientras nos subíamos al coche con Benjamin.

—Papá, será solo un trabajo en el cual Jason me acompañará y estará, no tienes nada porque preocuparte es solo unas cuantas entregas y, ya está—. Apoye mi cabeza en el respaldo de mi padre pasando mi mano por sobre su hombro y acariciando este. — Ya no estoy con una vida dentro mío como solía tenerla, así que tienes que estar tranquilo, nací para esto, viviré para esto, me crié en un entorno de narcotraficantes, debo hacerlo.— Decidida de aquello, me volví a posicionar bien sobre mi propio respaldo y cerré los ojos cayendo sobre el regazo de Jason.

***

Mi corazón comenzó a latir a mil por hora al ver como mi novio se bajaba del coche y de la nada se desvanecía, salí rápidamente del auto y fui corriendo hasta donde se encontraba el, sin alcanzar a sostenerlo antes de caer; era un disparo cerca del corazón.

Mi padre gritó, no hice caso a nada, veía todo con lentitud. Una lagrima comenzó a caer sobre mi mejilla, desesperada rasgué la sudadera con la que andaba sin importarme si era mi favorita o no y comencé a apretar sobre la herida de bala mientras sollozaba sobre el cuerpo de mi novio quien me miraba con sus ojos llorosos.

— Te amo, siempre lo haré.— negué una y otra vez esperando que alguna ambulancia se oyera al menos a lo lejos, pero nada.

— Yo también te amo Jason.— dije en un hilo de voz, mi mundo en esos momentos se estaba derrumbando por completo.

Comencé a escuchar una voz a lo lejos, todo lo escuchaba lejos. De un momento a otro subo la mirada para encontrarme con Benjamin. — Apártate, lo levantaré y lo llevaremos dentro, tú corre.— negué a levantarme hasta que el lo hiciera con Jason en los brazos, y lo hizo. En ese momento corrí dentro de la casa, llegando al salón principal me desvanecí sobre las paredes de este viendo como intentaban salvarlo.

Los minutos pasaban como si fuesen horas, todo lo que pasaba frente a mi avanzaba de una forma rápida e inexplicable, sin ruido alguno.