Capítulo 16.

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Oyó la cerradura de la puerta sonar, como algo muy lejano. Lentamente abrió los ojos, pestañeando hasta acostumbrarse a la luz que entraba por la alta ventana sobre la cocina. Había tomado una ducha hacía un rato, y aun conservaba el cabello mojado, humedeciendo la tela del sofá.

Zayn cerró la puerta tras él, y caminó acercándose a ella para sentarse en frente, sobre la mesa del centro.

- Hola, preciosa.- sonrió él, inclinándose sobre su propio cuerpo para alcanzar su mano, que descansaba justo frente a su rostro en el sofá.

Juliette sonrió también.

- Hola, Zayn.- murmuró con un sutil brillo en los ojos. Su solo nombre la hacía feliz, y el solo hecho de escuchar su nombre viniendo de sus labios lo hacía feliz a él.

- ¿No quieres dormir adentro? Hace frío aquí...- acarició su mejilla. Le parecía una broma que luego de todo la tratara como a una princesa.

- Aquí estoy bien.

- ¿No quieres unas mantas?- preguntó él, atento y listo para hacerla sentir lo más cómoda posible.

Ella negó.

- Te quiero a ti.- respondió con una sonrisa pícara en los labios, extendiendo su mano, indicándole que quería que la acompañara en su siesta. Él se levantó de la meda, riendo, y se acercó a ella para acostarse a su lado. La abrazó por los hombros, y ella enredó sus brazos en su cintura y se acurrucó en su pecho.

- Estás helada.- susurró hundiéndose en su rubia cabellera, húmeda.

Ella no respondió, solo alzó la vista hasta encontrarse con sus ojos una vez más luego de la noche anterior. Las imágenes volvían a su mente, lo perfecto que había sido ese tiempo con él. Soltó un suspiro.

- Ya se me está pasando...- cerró los ojos. Lentamente deslizó una mano bajo el swetter negro de Zayn, tocando su piel tibia.

Los dedos fríos de Juliette le provocaron cosquillas y un repentino escalofrío. Rió y buscó su mano para entrelazar sus dedos, en un intento por calentarla.

El tiempo pasaba, y ellos seguían allí, juntos. No habían tenido ni una sola oportunidad para conversar, conocerse de esa manera, sin preocuparse por nada ni por nadie más. No notaban las horas avanzar, los minutos se detenían para sus sentidos al estar juntos.

Ya atardecía, y una fina llovizna mojaba el tejado del edificio. Juliette guardaba silencio. Pensaba... Pensaba en todo lo que le pasaba justo en ese momento, en todo lo que sentía al estar junto a Zayn. Él acariciaba su cabello con dulzura mientras miraba hacia el infinito en un punto del techo. Se sentía tranquilo, y estaba bien. Por primera vez en mucho tiempo, podía asegurar que se sentía bien. No le preocupaba nada, no le atemorizaba nada. De a poco, casi sin que Juliette lo notara, fue deslizando la mano bajo su ropa. La adentró en su pantalón, pasando por debajo de la tela de sus bragas. Ella lo miró a los ojos y sonrió. Zayn acarició su muslo delicadamente, haciendo que su piel se erizara. Juliette se incorporó un poco más, acercándose a su rostro, y lo besó en la boca por largos minutos. Un beso dulce y provocativo al mismo tiempo, de esos que lo enloquecían. ¿Por qué le hacía eso? Comenzaba a exitarse... Su miembro estaba a punto de endurecerse. Cuánto poder tenía sobre él.

- ¿Qué pasa?- preguntó ella separándose repentinamente.

- ¿Por qué preguntas?

- No lo sé. Estás... extraño.

- Estoy tranquilo.

- Y supongo que eso es bueno...

- Lo es, sí.- respondió sonriéndole íntimamente. Juliette sonrió también, le era imposible no hacerlo estando tan cerca de él. Nuevamente unió sus labios en un largo beso.

La puerta comenzó a crujir estruendosamente. Ambos se alertaron. Alguien estaba desesperado por entrar al departamento, sabía que Zayn estaba allí.

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