Capítulo 23.

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Entró en el auto de la policía. Llevaban horas en la comisaría, tomando huellas, analizando la poca evidencia que tenían en su poder. Ya era hora de irse.

El corazón se le partiría en cualquier momento. Sentía que apenas podía respirar bien. Todo le dolía. Incluso le costaba pestañear sin derramar algunas lágrimas. El hecho de irse de Nueva York, de haber tenido que abandonar ese departamento en el que ella y Zayn habían hecho el amor... ¿Eso había sido real, o solo un sueño? Claro, era demasiado bueno como para ser real.

- Ya te están esperando en Londres, Juliette. Estarás bien.- dijo un policía antes de cerrar la puerta. - Llévala al aeropuerto y vigílala hasta que el avión haya partido ¿entendido? Nos quedaremos aquí hasta hallar algo.

- Entendido.- dijo el policía que iba a conducir.

El corazón de Juliette se encogió. Zayn... Deseaba al menos despedirse de él. El auto arrancó. Miró a la acera con la esperanza de encontrarlo en alguna parte, mirándola desde algún lugar alto, o quizá tan solo verle un segundo por última vez. Pero el auto avanzó con ella ahí adentro, y no lo veía... y no lo vería nunca más.

...

Liam tomó el celular y lo acercó a su oído.

- Ella está en el auto.- dijo sin moverse. A Zayn se le aceleró el pulso. Liam suspiró. - Vas a deberme una grande luego de esto, Malik.

- Te daré lo que quieras si esto sale bien.- respondió Zayn.

Liam colgó. Dobló la esquina y siguió el auto del policía, aquel que llevaba a Juliette dentro. Lo siguió sigilosamente, esperando el momento exacto. Fue entonces cuando en un momento de la carretera, solo se encontraron los dos autos. El suyo y el de ese policía. Liam sonrió.

- Te tengo.- susurró.

El cuerpo de Juliette se balanceó. De inmediato se volteó a mirar.

- ¡Mierda!- gritó el policía, observando por el retrovisor. Detuvo el auto y bajó de él. - ¿Pero qué demonios le sucede?- gritó alterado. Juliette miraba desde adentro.

Liam también bajó del auto, y al oficial solo tuvo que pestañear para observar el arma que traía en las manos.

- Saque a la chica del auto.

- ¿Qué... pero...- tartamudeó.

- ¡Que la saque si no quiere que le vuele los huevos!- gritó Liam.

Y entonces ella lo reconoció. Sí, claro que sí... lo había visto antes. El amigo de... ¡Zayn! Bajó del auto de inmediato, esa esperanza aún estaba ahí: quería verlo, por última vez, quería sentir sus labios sobre los suyos al menos por un instante.

Liam volvió a tomar su celular, sin dejar de apuntar al policía con la otra mano. Marcó un número y se lo dió a Juliette.

- Él tiene algo que decirte.

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