Recuerdos

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Pov Krul:

Hoy se cumple un mes mas, cada vez que bajo a las recamaras de las criptas recuerdo aquel fatídico día, ya han pasado mas de 100 años de aquello y desde entonces una vez por mes debo bajar a alimentarlo...

Esta eternidad se ha vuelto difícil de soportar desde que no puedo alejarme mas de un mes del castillo y mas aun desde que Mika decidió irse de este lugar y no he podido acompañarlo...

Amaba la nieve, hace años que quiero salir de este castillo pero no puedo. Siempre me gusto viajar por el mundo, después de todo, una eternidad es demasiado larga para pasarla encerrada en un castillo.

Comenze a bajar por aquel tan conocido recorrido, en cuanto llegue al portal y este reconoció mi sangre fui transportada a las criptas. Allí estaba ella, intacta, tal como lo ha estado por mas de 100 años.

-Vaya que te tomaste tu tiempo en regresar Yui- dije poniendo mi mano sobre esa cripta de cristal.

*Cien años atrás*

Por fin, mis guardias estuvieron patrullando la zona y lograron alejar a todos los humanos, era irritante que me vean patinando, mas bien, no me gustaba que nadie me vea haciendo lo que amo, habíamos quedado con Mika vernos en el lago, traería a Yui para que le enseñemos y no queríamos que ningún otro humano la intimide mientras aprendía.

Estaba bajando la colina fuera de los muros del castillo, me encantaba sentir este viento arrastrando estos frios copos de nieve, desde que recuerdo siempre me gusto el frio, me daba una sensación de libertad.

Un grito desgarrador rompió el silencio del bosque. Eso me detuvo en seco, se me heló la sangre mientras un escalofrio me recorría por completo. No podía equivocarme... ese grito de perdida... 
Es Mika...

En algún momento comenze a correr, ya no me importaba si me enterraba hasta el cuello en la nieve, debía llegar hasta Mika, debía ayudarlo. Cuando me di cuenta ya estaba a su lado, paralizada por el horror que sentí al ver la escena que se presentaba frente a mis ojos.

-No me dejes solo- repetía- Por favor, no te vayas.

Entre sus brazos estaba una chica, no puedo creer que sea ella, estaba cubierta de sangre

- Mika...- dije colocando mi mano en su hombro a modo de consuelo.

Cuando levanto la mirada puede ver aquella expresión que nunca espere ver. Sus ojos mostraban una tristeza que no podría describir con palabras, sus ojos eran una mezcla de sentimientos, odio... desesperación... tristeza... desesperanza... vacio... Todo ello se notaba a kilómetros de distancia, las lagrimas que bajaban por sus mejillas sin poder contenerlas, su voz que se quebraba y el infinito vacio que reflejaban eran un espejo que mostraba en corazón de Mika roto en miles de pedazos. Todo quien viese esa expresión podría sentir todo lo que Mika sentía, me dolió hasta el alma el verlo así, hasta mi corazón se partió, no podría ni imaginar lo que le duele a Mika en estos momentos.

-¿Ahora que he de hacer sin ella?- dice hundiendo su cara en el cuello de Yui- Ella lo era todo para mi

- ¿Que paso aquí?- digo buscando una respuesta a esto

-Ferid...- dice con un dejo de profundo odio

- Ese bastardo...- porque se tuvo que meter con Mika, ¿Tanto me odia como para lastimar a Mika también?

Ahora como puedo calmarlo, aunque intente lo que intente se que no puedo devolverle la vida, ni transformarla, ella se ha ido... Ahora puedo entender a la perfección a ese faraón... ¡El faraón!, eso es...

-Mika, aun podemos hacer algo- el solo se limita a verme sin parar de llorar- ¿Recuerdas la historia que te contaba de niño sobre el faraón?

- Madre, esas son solo historias- dice con la voz quebrada.

Esta vez no te perderé.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora