Aviso: este es el ultimo especial que me permiten escribir, a los que no les gustan solo déjenlo pasar, no se molesten en leer, el capitulo oficial viene el domingo, y a los que les gusto gracias por tomarse la molestia de leerlo espero que lo disfruten...
Advertencia: es extremadamente largo... no me maten, cuando me siento a escribirlo simplemente no puedo parar...
Nota de vuestra querida autora-chan que se colo aquí: A quien termine de leer esto "Felicidades, tienes una paciencia infinita"
Narradora
Después de casi una semana de viaje, desembarcaron en Islandia. A pesar de que pronto llegaría la primavera el terreno está cubierto de nieve, el viento es frio, casi cortante. En el puerto unos sirvientes del orfebre los esperan, una vez que desembarcaron, les tomo medio día llegar, el trayecto no fue largo pero la espesa nieve, los obligaba a avanzar lento.
El viaje había sido agotador para todos, en especial para Natsume, que no estaba acostumbrada. El orfebre los esperaba con banquete, luego de almorzar, los sirvientes les indicaron donde se encontraban sus respectivos cuartos, Natsume se disculpo y se retiro primero, estaba exhausta, Selene se quedo platicando con el orfebre, les mostro las piedras y el metal que llevaba, y comenzó a explicarle como esperaba que se realizara el tallado y los distintos símbolos, que llevaría cada pieza, este tomaba nota de cada detalle, que Selene explicaba, ya había trabajado antes con su padre y estaba familiarizado en cómo se fusionarían las runas con la magia, era una de las poca personas que conocía el secreto de su magia...
Han pasado casi seis meses desde que llegaron, el trabajo al fin está concluido, Selene y toda la familia se despiden del orfebre, si bien en los días que estuvieron la pasaron muy bien, están ansiosos por regresar a casa.
Natsume está feliz sin darse cuenta, ella ha cambiado es mucho mas fuerte ahora, ya que ha pasado horas entrenando con su padre y los gemelos, para pasar el tiempo en este inhóspito lugar, no hay mucho para hacer, por su parte Selene paso casi todo el tiempo con el orfebre, afinando los detalles... Al fin todo está terminado ella se encuentra satisfecha con los resultados, ahora solo queda conjurarlos...
Selene esta seria y pensativa, en las últimas semanas ha tenido una visión que se repite, está bastante inquieta no sabe si contarle a Kaname, al parecer será pronto por la frecuencia que se repito...
Al fin están de regreso, todos en el castillo están felices, los han extrañado en especial a Natsume, Selene le pide a Kaname que le permita organizar un banquete para todos los habitantes del castillo, tanto sirvientes como guardias. A este le parece bien, y esa noche todo está dispuesto, Selene ha pasado casi todo el día en la cripta, lo que le extraño a Kaname...
Pov Selene:
A fin estamos de regreso, no me atrevo a decirle a Kaname sobre la ultima visión, su amigo lo va a traicionar... ¿Cómo podría decirle algo así?, no, no puedo pero tampoco puedo quedarme sin hacer nada, me he pasado toda la mañana en las criptas, hasta terminar la poción la pondré en el vino así no habrá sospechas...
Llego la hora del banquete, todos están reunidos en el salón, propongo un brindis por Kaname, y sin que nadie lo note, recito el conjuro que sellara la poción, por la lealtad de todos los presentes hacia Kaname, que darán la vida por él...
-¿Te encuentras bien? –me pregunta cuando estamos solos en nuestro cuarto, lo sabía, sabía que se daría cuenta...
-Claro ¿porque lo pregunta? –digo en tono suave...
-No lo sé, desde hace tiempo has estado distante, y el brindis sonó un poco raro, ¿no lo crees? –me dice mirándome fijamente...
-Perdona, si te hice sentir solo –digo, en tono inocente, con una mirada picara –puedo compensarte... -agrego acercándome a él, que en seguida me envuelve en sus brazos...
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Esta vez no te perderé.
FanficCien años ya han pasado desde que Mika perdió a la persona que amaba debido a su familia, pero... y si reencarna en otra vida?. Un vampiro que creía que nada podría sanar su corazón que quedo destrozado al perderla hasta que cien años después se vu...