Esta vez no te perderé.

Especial navidad - La navidad de Lacus y Rene.

Pov Lacus:

-¡Maldito seas Rene!- grite enojado mientras golpeaba la mesa- ¿¡Como que quiere que yo sea su regalo de navidad!?

*Flashback*

-Oye Rene- lo llame con una sonrisa- ¿Que quieres de regalo para navidad?

-¿No es claro?- dijo acercándose a mi oído- Te quiero a ti- susurro tomándome de la cintura.

Estoy seguro que hice lo que todo persona haría en mi lugar.

-¡Pervertido!- grite la leve marca roja que había quedado en su rostro.

Antes de que pueda responderme salí corriendo y me encerré en mi habitacion. No paso mucho tiempo antes de que me arrepienta por lo que le hice a Rene así que abrí la puerta y allí estaba él.

-¿Me perdonas?- dijo con una sonrisa

Me acerque a él y bese tiernamente sus labios.

-Claro que no- dije antes de volver a mi habitacion y cerrar nuevamente la puerta con llave en su cara.

Listo, conciencia tranquila.

*Fin del flashback*

-¡Maldito Rene!- dije completamente furioso al recordar nuestra primera vez.

En medio de mi enojo había comenzado a agitar las manos sobre mi cabeza.

-Maldito seas, maldito seas, maldito seas...- sentí como mis manos se comenzaban a poner calientes.

-¡Maldito Rene!- grite, pero esta vez fue diferente.

Sentí que algo quemo mis dedos, era una especie de rayo.

-¿Maldito Rene?- dije inseguro y otra vez apareció aquel rayo.

Al examinarlo mejor caí en cuenta de que era una especie de látigo pero era eléctrico.

Luego de unos minutos jugando a romper las cosas de mi habitacion se me ocurrió una idea... Pude sentir como una macabra sonrisa se formaba en mi rostro.

-Rene~- lo llame para llevar a cabo mi plan.

Rene no tardo en aparecer, tenia unos lazos y unos moños en el cuello.

-¿Que sucede Lacus?- pregunto- estoy decorando los regalos para navidad, ¿Quieres ayudar?

-Ven aquí- dije tomándolo de la mano y metiendolo en mi habitacion

Acorrale a Rene contra la pared y comencé a besarlo apasionadamente.

-Te perdono, quiero hacerlo- le dije.

Rene tenia una cara de impresionado. Él se dio una bofetada solo y luego me miro con una sonrisa.

-No es un sueño- dijo en un susurro.

-Claro que no- dije- realmente te perdono.

Rene comenzó a besarme de nuevo y con cuidado me recostó en la cama. Me miro preocupado.

-¿Realmente quieres hacerlo?- dijo- Mañana iremos a casa de mamá y no podrás caminar.

-Claro que quiero idiota- respondí- Y esta vez no rompas la cama del hotel.

Rene se quito la remera y comenzó a besar mi cuello. Poco a poco Rene saco mi remera también y su mano se dirigió a mi pantalón. A pesar de que ya lo habíamos hecho antes no pude evitar sonrojarme.

-Mas vale que esta vez no te descontroles- lo amenace

-No te prometo nada- dijo con una sonrisa.