Suspiro aliviada mientras observó el paisaje a través de la ventana, saco mi billetera y al abrirla una foto cae en mis piernas.
—Marc... Julie —susurro con voz rota.
El dolor invade mi cuerpo, quebrandome lentamente. Pensé que eran mi familia y ahora resulta que me quieren asesinarme.
Trago saliva y al hacerlo siento como un nudo se forma en mi garganta impidiéndome respirar de manera correcta.—¿esta bien señorita? —me pregunta el taxista viéndome a través del espejo —. Si estoy perfecta.
No hay palabras para describir el dolor que siento, ¿como poder sobrellevar este dolor? Como aliviar esta pena que invade mi cuerpo de manera lenta y dolorosa asfixiandome.
¿como habrán sido mis padres? ¿como seria todo si estuvieran vivos? Y la pregunta más importante importa ¿Quien los asesino? Y ¿porque? Bueno eran narcotraficantes lo más seguro es que otros mafiosos los hayan asesinado.
—listo, aquí es —dice el taxista deteniéndose frente a un gran hotel —gracias aquí tiene, converse el cambio —. Bajo del auto y respiro Hondo antes de entrar.
Pero al dar un paso más adelante mi teléfono suena sacadonme de mis pensamientos.
Numero desconocido - llamarada entrante.
Trago saliva nerviosa mientras pienso en si contestar o no, lo más seguro es que sea Aiden un muy furioso Aiden.
Niego con la cabeza y corto la llamada para después guardar mi teléfono.Tengo que conseguir dinero, pasaporte falso e irme de aquí donde nadie me conozca. Será algo difícil pero tengo que hacerlo, después de todo ya no tengo familia que se preguntará por mi.
—una habitación para una persona por favor —digo ala señora que esta en el mostrador —claro señorita solo necesito sus documentos —. Dice la recepcionista en tono cortes.
Yo asiento y le entregó todo lo necesario para poder alquilar la habitación pero cuando la señora lee mi nombre abre los ojos como platos sorprendida.
—¿pasa algo? —pregunto con el ceño fruncido —no nada señorita, mis disculpas —. Dice tomando la cordura.
Me dedica una mirada rápida y me examina de pies a cabeza, ¿y a esta que le pasa? Me digo a mi misma. Me observa como si fuera un fantasma o un espectro.
—aquí tiene que disfrute su estancia —me tiende mi llave que resulta ser una tarjeta.
Camino hacia el ascensor y subo hasta el último piso, hasta lo que será mi habitación por una semana.
Entro con alivio y me dejo caer en la cama que se encuentra cerca de la sala, la habitación es muy grande, con paredes color dorado y techo café claro, tienen arreglos muy finos que le dan un toque hogareño. Cierro los ojos con total alivio al pensar que pude escapar de Aiden pero se que ahora sin el corro un gran riesgo.
Mi teléfono anuncia la llegada de un mensaje de texto y yo me llevo mis manos a mi boca en un intento de tranquilizarme, mi corazón late frenéticamente y mi respiración se torna agitada gracias a los nervios que ahora invade mi cuerpo.
Doy al botón de leer y mi respiración se detiene
—¡Paula Lucena! Oh nena no sabes en lío que te as metido, es mejor que me digas donde estas si no quieres que llegue por ti. Estoy ansioso por castigarte.
Esas palabras me hicieron erizar cada folículo de mi cuerpo, de tan solo leer ese mensaje de texto se que Aiden esta muy furioso.
Enredo mi mechón de cabello con mis dedos al pensar en Aiden, sus ojos, su sonrisa traviesa que me derrite por dentro, ¡que me pasa! Me digo a mi misma angustiada, Aiden es un enfermo asesino pero su oscuridad y su frialdad me encanta de una manera desconcertante.Me levanto de la cama y me acerco ala ventana para ver la ciudad de Canadá en todo su esplendor, personas pasando de un lado a otro y autos pasando como si nada pasará. Ojala pudiera ser una de esas personas que caminan en las aceras, esas personas no tienen de que preocuparse, tienen una vida simple y feliz. Así era mi vida hasta que conoce a Aiden pero no me arrepiento de haberlo conocido, si no fuera por el probablemente estaría muerta. Pero no lo entiendo ¿porque ayudarme a mi? Ni si quiera se cargar un arma de nueve milímetros.
Suelto un grito frustrado y golpeó la pared con todas mis fuerzas pensando en que mi vida ahora es una vil mierda. ¡los odio a todos! Me mintieron y ahora estoy así por culpa de ellos, una maldita cría indefensa que no sabe que hacer.
Me alejo de la ventana y caigo al piso de rodillas llorando y maldiciendo a lo que muchas veces llame familia, extraño a Marc y a Julie.
Flashback.
—¿quieres palomitas? —grita Marc desde la cocina —si seguro —. Grito con una sonrisa.
Pongo la película de terror y Marc llega con las palomitas en sus manos.
—aquí tiene Señorita —dice en tono burlón —pues muchas gracias señor —. Digo con una sonrisa mientras tomo las palomitas.
Empieza la película con el típico comienzo tenebroso, Marc y yo nos tomamos de la mano esperando la tan temible escena de miedo.
—¡BU! —grita Julie con todas sus fuerzas.
Marc y yo soltamos un grito aterrador y dejamos caer la palomitas por toda la alfombra.
Julie ríe a carcajas hasta ya no poder mientras que Marc y yo intercambiamos miradas cómplices, dispuestos a tomar venganza.Fin del Flashback.
Así era mi vida, perfecta y muy feliz pero quizás era demasiado bueno para ser verdad.
Mi teléfono anuncia la llegada de un nuevo mensaje de texto así que limpio mis lagrimas y trato de respirar de manera correcta para leer el mensaje de amenaza de Aiden.
Pero mis ojos se abren como platos al ver de quien es el mensaje, es de Marc.
Las lágrimas nunca han resuelto nada, eres patética.
Me giro de manera instintiva observando toda la habitación pero me encuentro totalmente sola.
Mierda ahora que.
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Dark
Mystery / ThrillerPaula Lucena una palabra la describe "chica simple" es malhumorada en ocasiones pero es una chica normal, sin problemas hasta que vio algo que nunca debió haber visto ¿o si? Secretos saldrán a la luz, no confíes en nada, nada es lo que parece. Por...