Capitulo 26.

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Sus ojos me miraban con recelo anhelando la victoria pero eso aun no estaba decidido. ¿Que tendría que hacer? ¿Irme? No quiero separarme de  Aiden el es todo lo que me queda, lo único por lo cual estoy aquí, si no fuera por el probablemente estaría muerta.

—fue suficiente Edward, tengo que llevar a Paula a casa —dijo Aiden entrando ala habitación.

Yo suspire mentalmente agradeciendo su presencia, pero las palabras de Edward no se van de mi mente, ¿Aiden nunca me amaria? No puedo creer tal cosa, se que Aiden me quiere pero ¿hasta cuando? ¿Y si Edward tiene razón? Quizás Aiden se aburra de mi con los días y ahí será la hora de irme.

—claro muchacho, te espero a que mañana —dijo Edward con una maldita sonrisa.
—de acuerdo, aquí estaré —contesto Aiden con resignación.

Me tomo de la mano y me subió al auto con prisa y enojo, solo espero que no esté enojado conmigo.

—que hablaron ahí adentro —dijo Aiden conteniendo su furia.

Trague saliva nerviosa y mire hacia la ventana ¿le digo la verdad?

—sigo esperando —dijo en tono serio.
—no fue nada importante —menti, si le digo la verdad quien sabe que haría, Aiden es una caja de sorpresas nunca se que hará.

Aiden me miró por un segundo y apreto los nudillos en el volante.

—Paula se que mientes, dime que te dijo el maldito de Edward —Aiden estaba a punto de estallar, carajo porque tengo tan mala suerte.

—me dijo que el podía llevarme a un lugar lejos, donde ni siquiera tu podrías encontrarme. Que tu jamás podrías amarme y que con los días tu te aburrirás de mi —suspire viendo como Aiden cada ves apretaba más el volante.

Detuvo el auto repentinamente qué casi me golpeó en la cabeza.

—¡maldito hijo de perra! Escuchame bien Paula, no hay lugar en la tierra donde yo no te encuentre, ¡no puedes dejarme! Edward es un maldito mentiroso, no me cansare de ti jamás ¿quedo claro? —dijo Aiden con cautela, acarició mi rostro y me observaba de una manera tierna y protectora pero ala misma ves el Enojo y la ira lo consumía.

—si Aiden, estaré contigo todo el tiempo a pesar de  todo —dije segura con una tímida sonrisa.

Se que Aiden me cuidara pero nose hasta cuando ¿meses, semanas? No podía saberlo y eso me tenía inquieta por dentro.

—quizás no sea el hombre perfecto, quizás nunca sea suficiente para ti pero jamás dejaré que te vayas Paula, solo tu calmas mis demonios —dijo en susurro mientras se acercaba a mis labios.

Y me beso como solo el sabía hacerlo, con fuerza pero ala ves con ternura. Me esperaba una vida llena de desafíos pero estaba dispuesta a correr el riesgo.
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Hola mis lectores espero que les guste este capítulo perdón si es corto pero la escuela me ocupa mucho espere entiendan gracias y los amo.

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