¿nunca sintieron que morían en vida? Que ya nada valían la pena, sonreír ya no tenía sentido para mi... Mi subconsciente en su crueldad, presentó cada hermoso momento de mi vida ¿pero saben quienes formaban ese momento hermoso? ¡Julie y Marc! Vaya ironía, los que ahora son mi pesadilla en un momento fueron mi entera felicidad.
Veía a Marc con su maldita y tierna sonrisa ¡era un don Juan con esa sonrisa! El lo sabía y se aprovechaba de eso, cuantas chicas no cayeron en las manos de Marc.
Después vi a Julie con su personalidad carismática ¡te hacia reír hasta ya no poder! Lo prometo, un día llore de risa por horas al lado de Julie.
Pero ahora ya no están, se han ido. Y es algo que tengo que afrontar de una ves por todas, nunca pensé que fuera cierto esa famosa frase de "nunca terminas de conocer alas personas" ahora esa frase se aplica perfectamente a mi vida.
Poco a poco fui recobrando la conciencia y a escuchar murmullos en la habitación en la que me encontraba.
—¡me importa una mierda! Voy a asesinar a los hermanos Lucena —dijo Aiden con furia, quebrando todo lo que se encontraba a su lado.
Típico de Aiden pensé.
—¡¿has visto como dejaron a Paula?! Esos malditos merecen una muerte lenta y agonizante —dijo con los dientes apretados.
No tenía fuerzas para abrir los ojos, pero comenzaba a conocer tanto a Aiden que seguramente estaba conteniendo las ganas de romper más cosas.
—ese no es tu problema ¡nadie toca a Paula! Solo yo —dijo en tono posesivo.
Abrí los ojos con dificultad y abrí mis labios para decir algunas palabras pero la voz no salia de mi garganta.
Un gemido de dolor escapó de mis labios cuando intente de sentarme por mi cuenta. Mi cuerpo dolía horrores ¡era sumamente insoportable!
—te hablo después —dijo Aiden cortando la llamada.
Llego a mi lado y me miro con preocupación.
—no te muevas, estas demasiado lastimada —dijo susurrando en mi oído.
Yo asenti levemente relajando mi cuerpo para calmar el dolor.
—lo que hiciste Paula... —dijo Aiden convirtiendo sus manos en puño y dejando salir un suspiro frustrado —no vuelvas a separarte de mi lado, solo yo puedo cuidarte — veía como la venganza consumía el cuerpo de Aiden arrastrándolo ala oscuridad.
Podía ver como en el fondo aun seguía asustado y preocupado por mi, pero el trataba de ocultarlo con su fría mirada aunque eso ya no funcionaba conmigo.
—perdoname —logre decir con suma dificultad.
Mi garganta dolía y ardía, estaba sedienta.
—quiero agua —susurré.
Aiden asintió y se levantó a traer un vaso de agua que se encontraba en la mesita de noche.
—toma —dijo mirándome con culpabilidad.
El agua se deslizó por mi garganta refrescándola. ¡que bien se sintió!
—esto no es tu culpa —dije con voz ronca
—claro que lo es —dijo levantándose de la cama y caminando en dirección ala ventana.Golpeó la pared con tal fuerza que di un doloroso respingo al escucharlo, Aiden murmuraba maldiciones que apenas podía escuchar.
—ellos lo pagarán Paula, ya lo verás. Nadie puede tocarte salvo yo —dijo Aiden con total seguridad en sus palabras.
Mi corazón se encogió al escuchar sus palabras, una parte de mi también quería venganza ¡quería ver sufrir a Marc y Julie! Pero por otra parte también me dolía pensar en que sufrirían, pues ellos me hicieron muy feliz.
—Aiden... Gracias por salvarme —dije en tono agradecido.
Aiden se giro para verme sorprendido pero a los segundos me dedico una sonrisa radiante y sincera ¡su sonrisa es perfecta!
—lamento haber llegado tarde —dijo con pesar.
Yo negué con la cabeza al ver su culpable expresión.
—llegaste justo a tiempo, si no fuera por ti, yo estaría... —no podía terminar la frase pues sentía un doloroso nudo en mi garganta.
Aiden llego nuevamente a mi lado y coloco su dedo sobre mis labios. Deje de respirar por unos segundos al sentir la piel de Aiden sobre la mía.
—ahora estas a salvo, cuidare de ti cueste lo que cueste —dijo con voz suave.
Se acerco a mis labios lentamente, quería cortar de una ves por todas la distancia que se nos interponía pero estaba demasiado débil y adolorida como para hacer tal cosa.
Finalmente los labios de Aiden chocaron con los míos de manera suave y cuidadosa, fue nuestro primer beso en que no había brusquedad ni salvajismo. Pero me gusto de igual forma.
—vendré después, estarás bien aquí lo prometo —dijo con su voz ronca y varonil
—¿adonde vas? —. Pregunte temerosa pues no quería quedarme sola.Aiden sonrió de forma cómplice, veía como la maldad lo arrastraba poco a poco llevándolo al abismo.
—a matar a dos imbéciles —dijo decidido y serio
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Dark
Bí ẩn / Giật gânPaula Lucena una palabra la describe "chica simple" es malhumorada en ocasiones pero es una chica normal, sin problemas hasta que vio algo que nunca debió haber visto ¿o si? Secretos saldrán a la luz, no confíes en nada, nada es lo que parece. Por...