"It was just like first love"
Elizabeth Clare es una chica normal, con sueños y grandes expectativas. Su vida nunca ha sido de aquellas en las que las aventuras se hacen presentes a la vuelta de la esquina, más bien, esta historia comienza donde Liz...
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—Eso ha estado intenso.
Dejé que mi cuerpo cayera sobre la cama sin siquiera preocuparme por dónde caía. Como consecuencia, tiré tres almohadas al suelo y me golpeé la pierna contra la mesita de noche.
—¡Auch!
—¿Alguien ha visto a Austin? —preguntó Caroline, buscando con la mirada por toda la habitación.
La cosa iba así; todos los que habíamos estado en la sala y presenciado el mal pensamiento de mi padre, subimos a mi cuarto gracias a la propuesta de mamá que consistía en celebrar el resto de mi cumpleaños en una maratón de películas de Tim Burton —que son mis favoritas—, y comer todo lo que nos apetezca.
Así que así estábamos; Daniel y Caroline eligiendo la película y enfrascados en una intenso debate entre «El cadáver de la novia» y «Coraline». Aunque esta última no sea de Tim Burton, Caroline quería verla. Irónico de cierta manera. Al mismo tiempo, tirada en la silla de ruedas de mi escritorio preguntando por Austin que no aparecía por ningún lado, Ed, el amigo de Levi, apoyado de lado en la puerta de la habitación, Levi y yo escuchando toda la discusión de cerca. Yo acostada y con todas mis extremidades estiradas a tope y él sentado en el filo de la cama, esperando que alguien se decida por la bendita película, y por último Olivia atragantándose inconscientemente con palomitas dulces y frituras mientras.
—Ya decidan, por Dios —exclamó frustrada Olivia, quién no dejaba de masticar con la boca abierta y estaba comenzando a irritarme—. Si siguen discutiendo les lanzaré un zapato.
—Veamos Coraline y ya está.
—¿No se supone que yo tendría que elegir la película? —pregunté irritada.
—Tú siempre la eliges —rebatió Daniel.
—Para evitar peleas como la que se lleva acabo ahora mismo.
—¿En serio no saben dónde está Austin?
Levanté frustrada la cabeza de la almohada y miré a Caroline.
—¡¿Por qué no lo buscas y ya?!
Todos dejaron sus actuales actividades y guardaron silencio al escucharme gritar. No sentí vergüenza ni nada, hasta que miré el filo de la cama, desde donde Levi me miraba en silencio, pensativo.
Enrojecí ligeramente y volví a enterrar la cabeza en la almohada.
—Lo siento, estoy estresada.
—Ya lo noto —habló Caroline, ofendida.
—Disculpa —el sonido de mi voz salía amortiguada gracias a la almohada, y tuve que casi gritar para que se escuchara. No pensaba levantar la cabeza hasta que se me pasara el sonrojo, pero cada vez aumentaba, y sentía mi cara arder cada vez más.
—Hemos decidido ver "El joven manos de tijeras" —anunció Daniel en tono orgulloso.
—¿Qué sucedió con la demás opciones? —preguntó Levi confundido. Levanté mi rostro y comprobé que nadie me observaba, para luego sentarme bien.
