Capítulo 17

128 38 2
                                    

Me dirijo a la 'muralla'. Sigo las indicaciones que me había escrito Sergio.

3:44.

Parece que he llegado. No sé cómo la verdad, porque las instrucciones de Sergio no eran nada precisas.

Le veo. Está allí. Está tambaleándose hacia los lados incapaz de sostenerse en pie.

¿No podía estar en otro lugar donde no hubiera tanto alcohol y borrachos? Bueno, al parecer es uno de ellos.

Me acerco esquivando los extraños que se me acercan ofreciéndome una bebida naranja.

Otros se acercan con una verde.

Negra.

Azul.

Roja.

Y siguen.

No tenía ni idea de que existieran tantas bebidas con una variedad de colores tan amplia. Bueno; no tenía ni idea de que existieran tantas bebidas.

No es que no haya probado una gota de alcohol en mi vida, pero lo que me dieron a probar estaba repulsivo y noté un mareo constante durante toda la noche.

—¡Adam!—dice corriendo hacia mí. Se tambalea tanto que al final acaba cayéndose al suelo de un plumazo.

—¿Qué pasa?—digo preocupado intentando levantarle. Pesa mucho y eso que es muy flaco. No demasiado, pero lo es.

—Quería que vinieras. No quiero que te pierdas esto—dice—.

«¿Es imbécil?»

Él también saca un baso de no sé donde y me lo ofrece.

—Bebe un poco; esto no sube casi.

Decido hacerle caso. Al fin y al cabo, ¿qué puedo perder? Ya que estoy aquí y el único problema era que Sergio esta borracho. Se le pasará. Tiene pinta de ser de ése tipo de gente que se emborracha dos de cada tres días. Pruebo esa bebida que me ha ofrecido. Le doy un trago en cuanto me doy cuenta del fuerte hedor.

Nunca volaré sin ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora