Capítulo 32

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Adam:

Sergio me devuelve el teléfono y al cogerlo pega una patada al sofá. No aguanto a este capullo. A veces intenta ser sensible y otras veces duro, y la verdad, me está empezando a cansar.

Suelta algún comentario obsceno y yo escapo a mi cuarto. Cojo el libro de After y continuo leyendo.

Tessa me parece una imbécil. No entiendo cómo alguien puede pasarse planeando todos y cada uno de los momentos que vive. Es agotador.

-¿Te bañas conmigo?-me dijo entonces.

No podía pensar en otra cosa que ver su bañador mojándose aún más o en ella saltando al lago. Su bañador gris no era tan claro como para transparentarse, pero se le marcaba todo. Fue un día mágico.

-¿A qué no me pillas?-dijo ella con un tono infantil.

-¿A ti? ¡Venga ya!-bromeé.

Entonces ella empezó a nadar rápidamente-a ser sinceros, más rápido de lo que le creía capaz- mientras yo intentaba seguirla. En un momento dado, sabía que tendría que parar para no impactar contra la orilla, y cuando ocurrió yo le abracé. La levante, me miró a los ojos y se rió. Después apartó la mirada de mis ojos y la clavó en mis labios.

Se me pasaron miles de cosas por la cabeza. No sabía qué hacer, ni cómo hacerlo.

No aguanté más. Le mordí el labio inferior. Moví mi lengua rápidamente trazando pequeños círculos.

-Tengo que irme, en cinco minutos tengo que estar en el camping- me informó ella.

-¿No puedes quedarte?- insistí.

Ella negó con la cabeza y me agarró los brazos de manera en la que se me tensaron.

-Llego exactamente dos minutos tarde, mi padre me va a matar.

Levanto la vista y me doy cuenta de que no estoy prestando atención al libro y lo dejo en mi escritorio.

Me dirijo a la sala. Esto es demasiado extraño. No sé cuando ocurrirían esos recuerdos. No sé nada.

Me tumbo en el sofá e ignoro el hecho de que Sergio se levante y se vaya en cuanto yo llego.

¿Qué se supone que tengo que hacer?

~No puedes quedarte aquí.

«Si le sigues serás como su perrito faldero.»

En ese momento tengo un déjà vu. Tener dos enfoques distintos de mis pensamientos se me hace familiar.

Decido hacerle caso a mi pensamiento negativo y sigo a Sergio.

-¿Qué coño te pasa conmigo?-se me escapan las palabras de la boca.

Creo recordar que yo no hablaba tan descarado.

-¿Qué que me pasa?-remarca esas palabras retóricamente - Me estas vacilando, no?

Niego con la cabeza y él continua.

-Eres el único amigo que me quedaba y no te acordabas de mi siquiera. Me he peleado Lia, a quien por cierto no conozco y he tenido que aguantar. Aron me ha llamado no sé por que y he destrozado mi telefono. Y para rematar, Nuria, la chica de mis sueños, viene aquí de mala hostia, seguramente por su novio.

Esta es demasiada información para mí. Apenas sé quienes son la mitad de las personas que ha mencionado.

«Espera, espera, espera. ¿Sergio no era gay?»

Enarco una ceja y le pregunto suavemente:

-Nuria...¿Tu qué?

-Em...

El timbre suena y nos corta la conversación. Esperamos en silencio hasta que la puerta se abre. El rostro de Nuria aparece por la puerta y se me escapa:

-¿Nuria?—el rostro de esta chica se me hace familiar.

Nuria se pone roja y mira a los lados como si alguien fuese a aparecer por algún lado.

Le pasé su fina camiseta por su cuello y le besé en el cuello. Pasó los brazos por los agujeros correspondientes a los brazos y al acabar se sentó en una de las rocas. Cogí sus vaqueros -sus cortos vaqueros - y se los coloqué lentamente subiendo por sus aún húmedos muslos.

Cuando me aproximé a cerrarle el pantalón, acerqué la cara y le chupé justo en la parte superior del tanga del bikini.

-¿Enserio que no puedes quedarte?-pregunté seriamente.

-Más me gustaría - se levanta y me roba un beso -. ¿Me acompañas?

Nuria me mira sorprendida.

—¿Me recuerdas?—pregunta poniendo los ojos como platos.

Sergio me mira extrañado y yo paso de él. Es un asqueroso.

Niego con la cabeza.

Sergio se aproxima a ella y le pregunta:

-¿Ha pasado algo con Hunter?

Sus ojos vidriosos tiemblan y cuando se le escapa la primera lágrima ella responde con voz inestable:

-Me ha vuelto a poner los cuernos - y parte a llorar.

Yo solo me sigo fijando en esos labios perfectos que ya saboree en su día. En esos pechos que han crecido desde entonces...

«Antes no eras así.»

Mi mente y mis hormonas se pelean fuertemente. Nuria acaba de romper con su novio, y encima Sergio esta detrás de ella... no puedo intentar nada con ella...

Me suena el teléfono y aún viendo que es un número desconocido, yo acepto la llamada.

-¿Si?

-¡Adam! No pensé que me ibas a coger - hace una pausa y después dice -. Soy Sara. ¿Te acuerdas de mí?

Sinceramente, no me acuerdo. ¿Y cómo sabrá que no me acuerdo de muchas cosas?

-E... No.

-¿Podemos quedar y te explico quién soy?

-No, gracias - respondo sarcásticamente-. Estoy harto de oír explicaciones.

-¿Y se quedamos a tomar algo?

Me lo pienso y al final decido aceptar. No veo por que no. Al fin y al cabo no tengo ningún amigo que se haya preocupado en proponerme salir de aquí.

Entonces, me preparo y bajo al portal donde ella llegará en cualquier momento.

Nunca volaré sin ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora