Capítulo 22

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Todavía no me creo lo que me ha dicho. Me estoy frustrando con tan solo el hecho de asumir lo ocurrido.

Al parecer estaba regresando del trabajo cuando ocurrió. Ese Mercedes Benz ha estado a punto de separarnos de mi hermano. Gracias a dios sigue vivo.

Según Jesús no debería de ir a verle. Sabe que quiero ir, pero es mucho dinero el que tendríamos que asumir y prácticamente nos arruinaríamos. Entre éste piso, la universidad, el hospital y el viaje a Estados Unidos para visitarle.

Mi hermano se fue a estudiar a Estados Unidos de la misma manera en la que me he venido yo aquí. No he tenido la misma suerte que él pero no es mi caso.

Hace una hora que hablé con Jesús. He intentado llamar a mamá pero no me coge. Supongo que estará en camino.

Puede que fuera mala idea el venir aquí. Mis padres están gastándose una fortuna en todo esto.

Me hace gracia mi manera de expresarme. 'Mis padres' ¿desde cuando les llamo así a mi madre y Jesús? No lo sé.

—¿Qué tal estás?—pregunta Sergio.
Se sienta a mi lado. Me dice que todo va a salir bien.

—Bien... Supongo.

Me mira con una cara apenada y prosigo.

—Creo que va a morir—digo—.

Es de verdad. Según me ha dicho Jesús el vehículo le impactó con bastante fuerza. No lo esperaba.

—Algún día todos estaremos muertos—suelta de repente—. No te atormentes, no te dañes. Vive la vida, que es lo único que nos diferencia de ellos.

No sé como lo hace, pero sabe hablar sinceramente. Tendré que hacerle caso. Vivir la vida. Estoy seguro que es así como él le llama a salir de noche, emborracharse, ligar, etc.

Creo que lloro.

Suena el timbre.

—No por favor—se me escapa—.

Sergio se levanta y se dirige a la puerta.

—¿Quién dices que eres?—se le oye de fondo.

Sergio vuelve al cuarto en unos cinco minutos.

—Era una chica y decía que quería hablar contigo. Una tal Sara. Está en el rellano, no la iba a dejar entrar sin asegurarme de que quieres verla.

Me levanto y voy corriendo a la puerta. La abro. Es 'ella'.

—¡Adam!Me he enterado de lo de tu hermano ¿cómo estás?—se dispone a abrazarme pero le rechazo.

—¡Vete!¡¿No te ibas a ir de Burgos de una vez?!

—Esque me he...

—¡Coño, marchate de mi vida de una vez!¡No vuelvas nunca!

—¿Nunca?

—¡Joder!¿Es qué no me oyes?NUNCA—remarco—.

Le cierro la puerta en las narices. Seguido me mete un papel por debajo de la puerta.

Lo cojo. No quiero verlo. Abro la puerta y la sorprendo metiendo más papeles. Se lo tiro a la cara y le empujo al suelo.

—¡Vete!

Sergio me agarra y me separa de Sara.

—Tranquilo-me susurra y a continuación cierra la puerta—. Creo que deverías descansar.

—No quiero descansar—le respondo antes de que continúe—. ¿No vas a alguna fiesta hoy?

—No voy a ir, no voy a dejar que te vuelva a dar...

— Voy a esa fiesta. Me da igual si vienes o no—le interrumpo-.

Me aparto y me marcho a mi cuarto. Me quito el niki con el que he estado 'invernando' y me pongo una camiseta negra y unos vaqueros. Salgo  por la puerta de mi habitación y me encuentro con Sergio.

—Vamos—dice—.

Ésta vez dejo el móvil en casa por si acaso.

—Hoy vamos al molino—continúa—.

Nunca volaré sin ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora