Capítulo 37

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Sé que llevo mucho tiempo sin publicar nada, pero he seguido escribiendo hasta llegar un momento en el que se necesito hacer algún cambio en la historia para continuarla. No estoy seguro de hacer ese cambio, ya que llegaría a cambiar hasta el género de la novela. Subiré de vez en cuando algún capítulo, pero necesito aclarar mis ideas y necesitaré opiniones y criticas de todos vosotros.

Julio; Un mes antes:
Adam:

Sara me esboza una sonrisa cuando le bajo los pantalones. Sé que está impaciente. Sé lo que quiere exactamente. Y yo se lo voy a dar. Voy a meterme dentro de ella como Hector hizo anteriormente. Necesito saber porqué me enganché a ella-ya que no era por lo que me quería. Creo- y necesito volver a engancharme. No me acuerdo de cómo se hacía, pero da igual. Lo descubriré.

Le meto la mano por debajo del tanga y al descubrir la raja de entre sus piernas meto los dedos suavemente. Ella gime y yo me dedico a quitarle el tanga rápidamente. Mi polla se endurece brúscamente y la junto contra el sofá para desahogarme.

Meto y saco los dedos lentamente mientras gozo de los hermosos gemidos de ella. Acelero el ritmo al ver que mi pene está a punto de estallar. Toda mi sangre se apodera de mi sexo y decido sacarlo del boxer finalmente. Saco los dedos y ella me los chupa, y yo, en cambio, me meto dentro de ella. La primera vez que la meto no soy capaz de sacarla; es demasiado placentero. Hago esfuerzo por sacarla y volver a meterla para sorprenderme con aún más necesidad de meterla una y otra vez. Acelero el ritmo. Veo como las perfectas tetas de Sara rebotan cada vez que le empujo. Me siento dentro de ella.

Ya no somos dos personas, sino una. Una persona que se quiere tanto a si misma que no es capaz de separarse.

Pienso en todo lo que me hizo lentamente. Casi lo recuerdo todo, y añadiendolo a lo que ella me a contado... me ha jodido la vida. Me ha humillado, maltratado... Incluso me ha obligado a tocarla. Ha sido una grandísima hija de puta, pero ya no lo es. No me arrepiento de que me siguiese hasta Burgos. Esta ciudad me ha arreglado la vida.

-Adam...-dice Sara, y yo me percato de que cada vez me cuesta menos perforarla, es como si estubiera usando algún lubricante o algo por el estilo-Sácala, por favor.

Le obedezco y veo que mi sexo esta lleno de una mezcla entre sangre y semen.

-¿Pero qué co...?-se me escapa, pero paro a tiempo en cuanto veo que se levanta, y camina preocupada.

No puede ser... Espero que no sea lo que estoy pensando... Por favor, ojala no sea que...

-Me ha bajado la regla.

«¿Qué coño acabo de hacer? Menos mal que tengo...»

-El condón-digo y me aparto bruscamente poniendo los ojos como platos. Me levanto y limpio a fondo el sofá y mi polla, pero por mucho que lo limpie, sigo sintiéndome sucio.

«¿Qué pasa si la dejo embarazada?¿Cómo se quedarían mi madre o Jesús cuando se enterasen que sería padre a los diecisiete años? ¿Qué coño diría la gente de la universidad? ¿Pero qué cojones hago con mi vida?»

Sara sale del baño con el test de embarazo en la mano mirándome fijamente.

Nunca había visto sus ojos tan hinchados e irritados. Excepto aquella vez:

Me llega entonces un mensaje de Sara. Espero que no se haya enterado de lo que he hecho... Como se entere estoy realmente jodido.

Camino entonces hasta la estación. Llego en apenas unos minutos y al verla bajar del tren caigo en la cuenta de que está llorando.

Está llorando... Ostia puta.

Miguel no debió meterme en esa mierda. Sé que fui yo quien le sugirió hacerlo, pero no creí que fuera capaz de hacerme esta putada.

Aunque la verdad, no tengo porque culparme. Debí hacerlo antes la verdad.

No sé que coño digo.

Se acerca por fin y me suelta:

—¿Quién te crees que eres para contradecirme?

Ya no aguanto más. Me pongo tan nervioso que se me escapa una lágrima por mi mejilla.

¿Debí hacerlo antes, no?

Nos sentamos en el sofá que anteriormente habíamos mancillado esperando que solo aparezca una linea en el test.

No aguanto más esta presión.

¿Y si está embarazada?¿Seré capaz de huir de ella?¿Porqué tendría que huir de ella? Joder estoy hecho un lío.

Miro por un momento a Sara. A pesar de los horribles recuerdos que me vienen a la cabeza, me da pena.

Una pequeña parte de mí quiere que esté embarazada; que tenga algo mío dentro de ella y conseguir así que todo vuelva a ir bien, como antes de lo que pasó en la estación...

Pero la parte restante, quiere que no lo esté, que no enrebese más mi vida, que no me jode más; qué no arruine mi vida teniendo un hijo a los 17... Qué no me critiquen por dejar embarazada a alguien sin apenas llevar tres meses en esta ciudad.

Ella pierde la mirada. ¿En qué estará pensando? Vale, está bien, es una pregunta estúpida.

—Es...—llora. Miro el test de embarazo y veo la segunda línea al lado de la otra— estoy embarazada.

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⏰ Última actualización: Sep 30, 2016 ⏰

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