Capítulo 11.

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No soy una segunda opción.


   Estaba en medio de un una batalla dentro de mi cabeza.

Pasó una semana de estúpidos rumores sobre Evan y Brittany. Y yo no podía hacer otra cosa más que observar y escuchar a lo lejos. Era lo más extraño y absurdo que jamás me pasó.

Lo quería conmigo. Estaba más que segura de eso, pero la repentina aparición de Brittany había jodido las cosas.

La parte que más odiaba era el hecho de que esto me importaba más de lo que debería. Pensaba en eso todo el tiempo, consumiéndose en mi como todos los cigarrillos que fumé a la largo de mi vida.

Malcom y yo ahora nos manteníamos en contacto. Dándome detalles innecesarios sobre el día a día de Evan. Él estaba completamente de mi lado. Pero eso no importaba porque la decisión no era ni suya ni mía.

—Deberá entender señorita, que estamos buscando personal capacitado y con experiencia. Y puedo ver en su currículum —la mujer de cabello rubio dio otro vistazo a mis datos— que usted acaba de graduarse.

A este paso jamás conseguiría un trabajo.

—Lo entiendo, pero puede ver que ya tengo experiencia en fotografía, edición y diseño —mostré otra carpeta a la mujer que contenía fotografías, invitaciones, volantes y cosas parecidas— además, tengo un poco de experiencia en la edición de videos —esta vez le mostré mi teléfono, una serie de videos de mis amigos para presentaciones escolares, tutoriales y anuncios.

—Este material es muy bueno, debo admitir.

Llevaba un poco más de una semana intentando conseguir un trabajo.

Es ilógico como para obtener un trabajo necesito experiencia, y para tener experiencia; necesito un trabajo.

—Voy a tomarla en consideración señorita Colligan, nosotros le avisaremos en caso de que sea aceptada.

—Bien, Muchas gracias por su atención —y con eso, me retiré del edificio.

Me pareció una buena opción trabajar para una revista, creyendo que no sería tan difícil ser aceptada.

Al salir, la motocicleta de Malcom estaba al borde de la cera.

—Hey Emma —me saludó, sonriéndome.

—Hola Malcom.

—¿Conseguiste el empleo?

—Aun no. Dijeron que me avisarían.

Malcom se acercó y plantó un rápido beso en mi mejilla.

—Es una mierda. Pero lo conseguirás.

—¿Qué tal si vamos por un café? —le pedí, quería uno desesperadamente.

—Sube.

Me acomodé en la moto de Malcom y me aferré a su cintura.

—¿Has sabido algo de Evan? —pregunté, como si ya fuera una necesidad saberlo.

Ambos nos colocamos los cascos. Malcom aceleró.

—El tipo me tiene olvidado. Dicen que ha estado saliendo con... bueno, tú sabes quién.

—Bien por él —dije por lo bajo, poniendo los ojos en blanco.

—Es un idiota. Yo siempre te elegiría si fuese él.

—¿Por qué?

La moto se detuvo, frente a la misma cafetería que habíamos ido Evan y yo.

Bonita Pesadilla.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora