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Cuando tocó la campana para ir a nuestras casas, como siempre, estaba esperando a mi prima para irnos juntas ya que tomábamos el mismo autobús.

Espere y espere hasta que al fin la vi y.. si, estaba todavía acosando al pobre chico nuevo.

Cuando caminaba a la parada una amiga me dijo que la acompañará a comprarse algo como era temprano decidí ir sin pretextos.
Estuvimos dando vueltas y más vueltas casi todo el centro hasta que se encontró por fin algo que le gustará.

Al terminar volví a mi parada de siempre.
El autobús no llegaba nuncaaaaaa!  Ya pensaba en irme caminando pero no, no tenía ganas, prefería esperar. Me senté en un escalón de una puerta que había allí y espere. En un momento en el que estaba totalmente distraída sentí que alguien se sentó a mi lado.

-Hola Anto -Dijo Benjamín con una sonrisa de punta a punta presumiendo su perfecta dentadura.

-Hola Benja! - Dije sonriendo y algo sorprendida por lo que hizo- Que haces aquí? - le pregunte algo extrañada

-Amm que hago en una parada de autobús? No se, vine a tomar un helado. Queres uno? - Dijo con una risa sarcástica.

-Debí suponerlo - reí- amm, no gracias! No me gusta el helado.

-EN SERIO NO TE GUSTA EL HELADO?  -Dijo sorprendido igual que todas las otras personas cuando se enteraban de eso.

-No. -Dije sería y bueno empezó con todas sus bromas a mi y sus cosas raras
Hablamos por horas por lo que no venía todavía el autobús.

-Che Anto, te parece si caminamos hasta nuestras casas? Creo que el autobús no va a venir más.

-Está bien -Dije sin ánimos al saber que caminaria tanto.

Fue lindo caminar con el kilómetros y más kilómetros hablando sobre nosotros.

-Y por donde vivís?  -Dijo caminando hacia atrás.

-Noo! Cuidado! Te vas a tropezar! Camina bien!!! -Dije algo asustada

-¡JAAAAA! Por favor Antonella! Yo soy un crack en esto de caminar para atrás.  -Dijo con la forma más fanfarrona que alguna vez vi.

-OOOOOHHHHHHHHH DISCULPA SUPER HABILIDOSO! -Dije irónicamente.
Solo se río con su perfecta sonrisa.

Me acompañó hasta la esquina de mi casa ya que no quería dejarme sola.

-Aquí es. -Dije indicándole que ya había terminado el recorrido

-Aquí vives?- señaló la vieja casa blanca que estaba en la esquina

-Amm no. Es la esquina de mi casa pero esta bien que solo me acompañes hasta aquí. Gracias-

-Igual Anto, nos vemos mañana - me beso en la mejilla y se fue

Siempre Juntos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora