Siempre Juntos.

Prólogo.

5 años después.

-Gracias por su compra, vuelva pronto- dije como todos los días desanimada

Ya eran las 13:30 y tenia que irme
-Germán tengo que irme, dame mi paga de hoy!-

-Te tendría que pagar menos por tu mala actitud y tu trato hacia tu jefe- me dijo elevando su ego

-Si eres un cerdo! Si estoy aquí es solo porque no termine mis estudios y necesito trabajar para poder vivir y tu eres el único imbécil que le da trabajo a una persona sin estudios!-

-Tomaaaaa!- me tiro los billetes en mi cara- vete ya! Eres una mugre, no sirves para trabajar pendeja mal educada-

《Imbecil》

Me dije a mi misma. Fui a tomar el colectivo para ir a mi departamento. Ya hace 3 años vivía sola. Creo que me canso el estar en mi casa viviendo sola de lástima y que no me dejaran en paz con mi tristeza.
Cuando llegue abrí la puerta que ya se estaba cayendo pero bueno, tenia que soportar eso ya que era lo único que tenía para pagar. Desde la muerte de Benjamin, deje los estudios y mi vida a sido en realidad un infierno.

-Hola mi bebé!- lo tome en mis brazos y empecé a llenar su cara de besos- como es el pequeñito de la mamá? Ah? Mi chiquitito- empezó a pasar su lengua por mi cara y lo baje.

Hace años cuando recién venía para aquí, encontré a un pequeño e indefenso perrito en la calle, tenia frío ya que estaba en invierno y estaba mojado. Lo levante y lo traje a vivir conmigo así no sentir tanto la soledad. Ustedes creerán que yo salve a ese cachorro no? Pues les digo que no, el fue quien me salvo a mi de mis largas noches de pena.

Comí un poco de comida que había quedado de ayer y deje el otro poco para Balton. Si, Balton.

-Balton mi amor, ven come un poco!-

Baje su pequeño platito al piso y le deje que comiera tranquilo.

Hoy tenía que ir al cementerio a verla a Marta y de paso a Benjamin. Marta luego de que Benjamin falleciera le agarro un ataque cardíaco y también murió.

Estaba sentada en el sofá, pensando en que momento mi vida se volvió el peor problema que tenia?

De pronto sonó el timbre y abrí la puerta. Rocío y Agustín llegaron

-Oh Hola chicos! Pasen- ellos pasaron y envidiaba la ropa que traía Rocío. Ella y Agustín terminaron el acelerado y recibieron su titulo. Agustín tomó el lugar que iba a ocupar Benjamin y ahora es un exitoso ingeniero.

-Te tengo noticias!- dijo Rocío mirándome

-Ah- dije sin expresión alguna

-Nos vamos a casarrr- ella grito entuciasmada y luego me abrazo y yo solo sonreí sin abrazarla. Me había vuelto así de fría desde aquel hecho.

-Qué alegria- intente disimular una sonrisa y ellos se miraron y note su lástima hacia mi

-Estas más flaca de lo normal, no estas comiendo bien?- pregunto Agustín tomando mi brazo.

-Sueltame- le quite el brazo de sus manos- si como bien, solo es la rutina

Hubo un silencio incómodo

-Bueno tenemos que irnos, aquí tienes la tarjeta- la recibí y luego les abrí la puerta así se fueran. Deje la tarjeta en una mesa que había a la par de la puerta y luego me fui a bañar.

Cuando salí me arregle y fui directo al cementerio. Compre unas flores a una señora que vendía fuera de allí y otras más para Benjamin. No me importaba gastar en eso.

Cuando entré deje las flores en la tumba de Marta y luego toque su lápida y me fui a buscar la de Benjamin.

Cuando estaba en frente de ella suspire muy hondo y me arrodillé.

-No puedo superarte sabes?- mis ojos se llenaron de lágrimas- te necesito aquí conmigo, daría lo que fuera tener tu amor en estos momentos y...-

-¿Antonella?- escuche una voz masculina hablarme desde atrás.

Me voltee para verlo y mi corazón se detuvo por un momento

-Estas bien?- pregunto y asentí pero cuando se acercó y me abrazo estalle en llanto.

Luego tomó mi cara en sus manos y me miró fijo a los ojos

-A quien vienes a visitar?- pregunto suave

-A Benjamin...- susurre

-Oh lo lamento!- dijo y me volvió a abrazar.

-Y tu que haces por aquí? - pregunté tratando de cambiar el tema

-Vine a visitar a mi madre- sentí una pulsada en mi estomago. Me había olvidado por completo de Logan y más aún de la madre de el.

-Lo siento tanto!- dije y lo abrace.

Empezó a llover y como vi que estaba de traje no quería que se mojará mucho, era todo un cabellero ahora.

-Vamos a mi casa quieres?- me dije tapandome de la lluvia- esta cerca de aquí a unas cuadras-

-Vives cerca de un cementerio?- asentí sintiendo vergüenza por ello

-Es lo que alcanza con el sueldo de mi trabajo- el me miró con lástima.

-Vamos, allá esta mi auto- caminamos hacia un gran auto gris y entre.

Le fui indicando por donde y llegamos rápido.

-Aquí es mi hogar- dije mirando el horrible lugar

-Oh Hola pequeño!- alzó a Balton en sus brazos y quiso cerrar la puerta pero se volteo cuando no pudo- esto no cierraa!-

-Si ya lo sé, a ver ya lo hago yo...- el siguió mirando el lugar y como caían agua por las paredes por lo fuerte de la lluvia.
Y para mi desgracia también hacían cortado la luz.

-Ya pongo una vela si? Tu sólo espera ahí - le señale el viejo sofá que estaba en la sala prendí la vela y también traje una toalla así el se secará.

-Aquí vives en serio?- dijo corriendose de unas gotas que empezaron a caerle

-Si...- baje mi cabeza- cuando Benjamín murió deje mis estudios y en mi casa estaba cansada de la lastima y busque un trabajo y un lugar por lo menos algo cerca. Y fue difícil ya que en ningún lugar te dan trabajo sin estudios y yo no los términe-

-Entiendo- siguió jugando con Balton

-Y que fue de tu vida?- pregunté queriendo saber como fue que llego a estar así

-Cuando termine mis estudios tuve suerte y un buen hombre que conocí en las quimioterapias que se hacía mi madre me dio un capital para crear una empresa, y así empezó todo y ahora soy dueño de la empresa TJ que es...-

-Trabajadores Juntos...- lo interrumpi- es muy famosa tu empresa...-

-Gracias- sonrió. Bajo así Balton y luego se arrodilló ante mi

-Escucha no tienes que vivir así, puedes estar viviendo como una reina y tener todo el amor del mundo, todo lo que te mereces-

Reí ironíca, el se estaba burlando de mi

-Y como podría yo vivir así? - reí sólo por un segundo y luego se borro la sonrisa

-Recuerdas que te dije que te iba a estar esperando?- asentí- Pues aquí estoy esperando a que aceptes casarte conmigo...

Y allí, en la luz de sus ojos, en la emoción de su mirada y en la alegría de su sonrisa sabía que mi vida podía volver a comenzar. Sabía que iba a tener amor y que le iba a brindar todo el amor que alguien como el se merecía.

Pasaron los años y cada día agradecía más a Dios por haberme vuelto a cruzar con Logan. Tuvimos 2 hijos, un varón llamado Benjamin y una pequeña niña llamada Analia.

No dejaba de ir nunca al cementerio a visitar a Benjamin, Marta y ahora a la señora Analia. Solo que ahora yo era feliz. Con Logan mi vida volvió a comenzar.