Siempre Juntos.

20

Ya había pasado un mes. Y era obvio que ya teníamos que irnos.

Desde que cortamos no volvimos a hablar con Benjamin. De vez en cuando lo veía y el ami, pero me ignoraba o solo se tapaba la cara para evitarme.

Me despedí de mi prima y mis amigas que fueron conmigo al aeropuerto para despedirme.
Mire entre las caras que estaban allí, también habían varios compañeros que me abrazaban y me hablaban, pero yo seguía buscando una cara especial, solo una cara era la que quería ver ese día en ese aeropuerto.

Narra Benjamin.-

Ya había pasado un mes que cortamos con Antonella y de verdad me había esforzado muchísimo para no hablarle o correr a abrazarla cuando la veía por la calle.

Hoy ella se iba de aquí y la verdad quería tanto ir a verla antes que se vaya, todos iban a ir y no sabia si ir aunque ya era un poco tarde y no! No iba a ir. Ella ya me iba a olvidar en esos dos años que se va y yo también aquí.

-Hijo... seguro no quieres ir a despedir a la niña Antonella? -escuche a Marta decir desde la puerta.

Odiaba verla así, apenas caminaba con un bastón.

-Si. -Dije algo seco - No tengo que hacer allí. 

-Posiblemente ella este esperando que la vayas a ver. -Dijo eso y se retiró

Y si Marta tenía razón? 
Y si ella esta esperando a verme a mi?
Puede ser o no ser pero de cualquier modo no queda mal a que vaya a verla!
Pero ooohh mierda! Ya son las 17:45 y su vuelo despega a las 18:20 TENGO QUE APRESURARME!
Agarre mis jeans que tenia ahí en el ropero y me los puse, me puse mi remera blanca favorita y sali corriendo hasta la esquina a encontrar un taxi.

Menos mal que llego un auto rápido y me paro para poder subir.

-Vaya al aeropuerto! RÁPIDO! RÁPIDO!  RÁPIDO!- Dije y el señor aceleró el auto a toda marcha.

-Se te va el vuelo? - me pregunto el

-Se me va el amor de mi vida... - eso me salio del alma y es cuando el empezó a acelerar mucho más
Le conté mi historia en el viaje y cada vez aceleraba más y más.
Luego le envié un mensaje a Rocio la prima de ella para saber en que plataforma iban a estar.
Me lo dijo y ya sabia a donde dirigirme bien bajará. 
Ya eran las 18:15 y justo quedamos atrapados en el tránsito. 

-Oye viejo! -me dijo el conductor y lo mire- Estamos cerca y el tránsito esta fatal! Creo que podrías empezar a correr desde aquí si quieres verla antes de que suba al avión.

Tenia razón, de allí no saldríamos más...

-Tienes razón! Ten -le puse dinero en su mano- quédate con el cambio- abrí la puerta y empecé a correr mientras escuche como me gritaba que tenga suerte.

No me fije en la hora pero corría sin parar! Tenía que llegar como sea!
Por fin llegue al aeropuerto y en la parte en la que estaban era la más lejana ya que casi nadie de aquí viajaba a Estados Unidos.
Para mi desgracia estaba lleno! Todas las personas amontonadas y yo quería pasar.
Empecé a empujar a todos sin importarme nada hasta que iba llegando a la parte más vacía. 
Corrí y corrí como jamás lo hice hasta que se me cruzó una chica por adelante y caí encima de ella.
Me dolía la que su barbilla pego en frente mientras mi nariz se enterraba en su cuello.
Me levanté y la ayude a ella también a hacerlo.
Me di cuenta que ya no quedaba mucho tiempo y corrí más aún!
Al fin había llegado!

AL FIIIINNNNNNN! Grite sin importar que me vieran todo raro pero mi sonrisa se borro al ver al avión despegar por la gran ventana que estaba allí. 
Mientras todos me miraban vi a Rocio.

-Rocio!!!!! ROCIOOOO!!!!! -gritaba para que me escuchara -Dime que ella no se fue, que ese avión no era el de ella! Por favor! - la tome de los hombros y ella me miraba callada.
-DIMEEEE!!!!! - empecé a sacudirla con fuerza

-Ya se fue.. - me dijo ella

No aguante más las lágrimas en mis ojos y sentí como caían una tras otra por mis mejillas.

Ella me abrazaba pero igual me sentía pésimo.
Desperdicie todo un puto mes sin ella y ahora no volvería a verla más hasta unos 2 años después. 

Me senté en una de las sillas que había allí en filas y mire como se perdía el avión en el cielo.

Las lágrimas caían sin parar, la perdí,  la perdí para siempre y sin darme cuanta que nos hacia daño estar separados.

Después de una hora de estar allí me di cuenta que ya no me servía de nada estar allí, que ella no iba a volver.

Me seque las lágrimas y levante la cabeza, empecé a caminar hasta la salida del  aeropuerto.