Malas tentaciones.

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Rubén estaba observando con mucho cuidado la puerta de la casa, yo estaba esperando a que hiciera algún gesto o que hablará algo, pero como pensé, no fue así. Sin darnos cuenta ninguno de los dos seguíamos dados de la mano, hasta que Rubén comenzó a caminar hacia la vivienda. Sacó unas llaves con un llavero y metió el objeto metálico en la cerradura haciendo que la puerta se abriera, de vez en cuando mi mirada iba a su rostro, su rostro serio y bastante cabreado. Después de que la puerta estuviera abierta, nos metimos en la vivienda. En una vivienda a que no quería ir para nada, la casa de Rubén. Me soltó de la mano delicadamente, se dio media vuelta me miró a los ojos y me dijo que no me preocupara, que no me iba a pasar nada. Se dirigió a un pasillo que llevaba a una habitación en la cual provenían ruidos extraños de su interior. Se paró en seco, delante de la puerta y empezó a golpearla furiosamente mientras que pronunciaba el nombre de "Laura" repetidamente.
Rubén: ¡Laura, me cago en la puta, que salgas de una vez!
Laura: ¿Te quieres esperar? Estoy desnuda y como que no quiero que me vea mi hermano sin ropa.
Rubén: Te doy cinco minutos.
A los tres minutos, Laura salía de la habitación con una toalla enrollada al cuerpo y el pelo revuelto. No se fijó en mi presencia y con un pasotismo empezó a burlarse de su hermano, el cual comenzó a elevarle la voz más de lo normal.
Rubén: ¿Tu quién coño te crees para mandarle mensajes amenazantes a Marcos? -dijo mientras me señalaba-
Laura: ¿Qué dices idiota? -dijo mientras seguía con la mirada a donde señalaba su hermano- ¿qué hace este subnormal en mi casa? -dijo cambiando el tono de voz a un tono más elevado-
Rubén: Será tu casa cuando la pagues y valores lo que hace papá y mamá, mientras, estas aquí por obligación, y como está casa es mía también viene quien me da la gana, si te gusta bien y si no te coges la puerta y te largas
-dijo bastante cabreado-
Laura: Rubén, te estas pasando tres pueblos, soy tu hermana mayor y te prohíbo que me hables como si yo fuera tu amiga, así que no te columpies, que como lo hagas te columpio la cara
-dijo con cierta molestía-
Rubén: Por desgracia eres la mayor, pero tu mentalidad es de infantil, así que respondeme a la pregunta -dijo mientras cogía aire para continuar- ¿quien te crees para amenazar a un amigo mio? ¿me pongo a amenazar a los tuyos? ¿qué pasa, que te intentaste liar con él como haces con todos y él te rechazo? -dijo mientras hacia una pausa- si fue eso, ole sus huevos, te lo mereces.
La discusión fue bastante grave hasta que Rubén la callo con esto último que dijo, haciendo que Laura sin pensarlo le soltará un puñetazo a su hermano para seguidamente comenzar a sangrar por el labio y nariz. Laura se había pasado, después de todo eran hermanos.
Marcos: Mirad, no quiero que estéis peleando y discutiendo por algo que lo tengo que solucionar yo solo... por eso es mejor que me vaya a casa.
Laura: Es que no se porque estas aquí, no en mi casa, sino en Barcelona, así que hazme el favor de irte si no quieres que te eche a patadas -dijo mientras me miraba con mucho odio-
Así que eso me dispuse a hacer, me di media vuelta e iba a abrir la puerta para irme, no quería que Rubén discutiera con su hermana por mi culpa y menos que saliera peor, pero Rubén me agarró del brazo con fuerza.
Rubén: No, él se queda, y encima se va a quedar durante los días que hagan falta, quieras o no -dijo mientras me agarraba del brazo y se limpiaba la nariz de sangre-
Laura: ¿Me estas vacilando?
Esa pregunta retórica se quedó sin respuesta cuando Laura se dio media vuelta y se fue al baño con los puños cerrados y los ojos cargados de lágrimas por la impotencia y la rabia. Mientras tanto Rubén me llevó a su habitación, cogí el botiquín y comencé a desinfectar el golpe que le había dado Laura. Rubén todavía estaba afectado por la discusión con su hermana, yo intentaba animarle como podía pero se me hacía difícil cuando poco a poco se hundía. Tras un cuarto de hora después de haber pasado la pelea, y que le intentara consolar, Rubén y yo oímos un grito que venía del baño, la voz era bastante conocida por los dos y el ambiente que había en la casa era minuto a minuto desagradable por el comienzo de un olor singular. Olía a quemado. Fuimos corriendo al baño e intentamos abrir la puerta, la cual estaba cerrada desde dentro. Sin pensarlo, cogí carrerilla y tiré la puerta abajo, me jodí el hombro en cuatro pero no sentía dolor al ver como Laura luchaba contra el fuego para apagarlo. Consiguió apagar la mayoría del fuego, pero el humo la estaba invadiendo y la debilitaba al no tener oxigeno suficiente. Me quité la camiseta y azoté el fuego con todas mis fuerzas haciendome paso para llegar a donde estaba la chica, cuando llegué, Laura no podía seguir en pié y le costaba respirar, tiré la camiseta al fuego dejando que la quemará para finalmente pisar la pequeña llama y apagarse. Cogí a Laura en brazos y la saqué a la terraza haciendo que respirara un aire que le favoreciera. Tardó muy poco en recuperarse. Cuando lo hizó, me miro con cara de odió y me empujó con fuerza para que me apartara de su lado.
Laura: Ni se te ocurra volver a tocarme en tu miserable vida -dijo con voz débil y tosiendo mientras se metía en la casa-
No me preocupaba lo que me decía pues sabía que la había salvado aunque ella me quería muerto, pero... ¿lo hice bien?

Todo a cambio de nadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora