Capítulo 32 (5/5)

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- ¡Qué cabrón! -jadeó-. Ésa es una de las dagas de Hefesto.
- Ya lo sé -le respondió Harry mientras le devolvía el arma-. Hasta tú puedes morir si te hieren con una de éstas, pero yo no. Hasta ahí llega la maldición de Príapo.
_____ contempló el horror en los ojos de Cupido al ser consciente de la magnitud de lo ocurrido.
- Sabía que te odiaba, pero jamás pensé que caería tan bajo. Tío, ¿en qué estaba pensando?
- No me importa lo que pensara, sólo quiero librarme de esto.
Cupido asintió. Por primera vez, _____ vio simpatía y preocupación en su mirada.
- Muy bien, hermanito. Paso por paso. No te vayas muy lejos mientras voy a buscar a mami y veo lo que tiene que decir al respecto.
- Si me quiere tanto como dices, ¿por qué no la llamas para que venga aquí y hablo directamente con ella?
Cupido le miró pensativamente.
- Porque la última vez que mencioné tu nombre, estuvo llorando durante un siglo. Le hiciste mucho daño.
Aunque la apariencia de Harry seguía siendo rígida y distante, _____ sospechaba que, en el fondo, debía haber sufrido tanto como su madre.
Si no más.
- Lo consultaré con ella y volveré en un momento -le dijo mientras pasaba un brazo alrededor de los hombros de Psique-. ¿De acuerdo?
Harry alargó el brazo, cogió el colgante que Cupido llevaba al cuello y tiró de él con fuerza.
- De este modo me aseguro de que regreses.
Cupido se frotó el cuello; parecía bastante malhumorado.
- Ten mucho cuidado. Ese arco puede ser muy peligroso si cae en las manos equivocadas.
- No temas. Recuerdo muy bien cómo duele.
Ambos intercambiaron una mirada cargada de significado.
- Hasta ahora -se despidió Cupido dando una palmada, y junto con Psique, se desvaneció entre los vapores de una neblina dorada.
_____ retrocedió un paso, con la mente en ebullición. No podía acabar de creerse lo que había presenciado.
- Debo estar soñando -murmuró-. O eso, o he visto demasiados episodios de Xena.
Permaneció muy quieta mientras se esforzaba por digerir todo lo que había visto y oído.
- No puede haber sido real. Debe ser algún tipo de alucinación.
Harry suspiró con cansancio.
- Me gustaría poder creerlo.
- ¡Dios Santo!, ¡ése era Cupido! -exclamó Lisa extasiada-. Cupido. El real. Ese querubín tan mono que tiene poder sobre los corazones.
Harry resopló.
- Cupido es cualquier cosa menos «mono». Y con respecto a los corazones, se encarga de destrozarlos.
- Pero hace que la gente se enamore.
- No -le contestó, apretando con más fuerza el colgante entre sus dedos-. Lo que él ofrece es una ilusión. Ningún poder celestial puede conseguir que un humano ame a otro. El amor proviene del corazón -confesó con una nota apesadumbrada en la voz.
_____ buscó su mirada.
- Hablas como si lo supieras de primera mano.
- Lo sé.
_____ sentía su dolor como si fuese el de ella. Alargó el brazo para tocarle suavemente el brazo.
- ¿Eso fue lo que le ocurrió a Demi? -le preguntó en voz baja.
Harry apartó la mirada de _____, pero ella captó el sufrimiento que se reflejó en sus ojos.
- ¿Hay algún lugar donde pueda cortarme el pelo? -preguntó inesperadamente.
- ¿Qué? -respondió _____, consciente de que había cambiado el tema para, de ese modo, no tener que contestar a su pregunta-. ¿Por qué?
- No quiero tener nada que me recuerde a ellos -el dolor y el odio que se veían en su rostro eran tangibles.
De mala gana, _____ asintió.
- Hay un lugar en el Brewery.
- Por favor, llévame.
Y _____ lo hizo. Abrió la marcha de vuelta al centro comercial, hasta llegar al salón de belleza.
Nadie dijo una palabra hasta que estuvo sentado en la silla con la estilista detrás.
- ¿Está seguro de que quiere cortárselo? -preguntó la chica, pasando las manos con una caricia reverente entre los largos y castaños mechones-. Le aseguro que es magnífico. La mayoría de los hombres están espantosos con el pelo largo, pero a usted le sienta de maravilla, ¡lo tiene tan saludable y suave! Me encantaría saber qué usa para acondicionarlo.
El rostro de Harry permaneció impasible.
- Córtelo.
La chica, una diminuta morena, miró por encima de su hombro buscando a _____.
- ¿Sabe? Si tuviese esto en mi cama todas las noches y pudiese acariciarlo, no me gustaría nada que quisiese estropearlo.
_____ sonrió. Si la chica supiera...
- Es su pelo.
- Está bien -contestó con un suspiro resignado. Lo cortó justo por encima de los hombros.
- Más corto -dijo Harry mientras la chica se alejaba.
La estilista pareció sorprendida.
- ¿Está seguro?
Harry asintió con la cabeza.

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Voten y comenten no sean bitches :'(

UnaMuyCrazyDirectioner





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