Capítulo 78

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  Los días siguientes fueron los mejores de la vida de ________. Una vez se acostumbró a la regla que Harry impuso, que prohibía los besos y las caricias íntimas e incitantes, desarrollaron una relación agradable que fue casi una sorpresa para ella.
Pasaba los días en el trabajo, almorzaba a menudo con Harry y Lisa, y dedicaba las noches a tumbarse entre sus maravillosos brazos.
Sin embargo, con cada día que pasaba, saber que iba a abandonarla a final del mes la dejaba destrozada.
¿Cómo iba a soportarlo?
Aunque la idea no abandonaba nunca su mente, se negó a pensar en eso constantemente. Viviría el momento y se preocuparía del mañana cuando llegara.
El sábado por la noche quedaron con Selena y Bill en Tip's, en el Barrio Francés. Aunque con bastante más afluencia de turistas que el original Tippitinas's, era la noche de Zydeco y ella quería que Harry escuchara la música que Nueva Orleáns había hecho famosa.
- ¡Eh! -Les dijo Selena mientras se aproximaban a la mesa, en el fondo del local-. Empezaba a preguntarme si ibais a dejarnos colgados.
________ se sintió enrojecer al recordar el motivo de su retraso. Algún día de estos aprendería a cerrar la puerta del baño mientras se duchaba...
- Hola Harry, ________ -les saludó Bill.
________ sonrió al ver la escayola del brazo de Bill que Selena había decorado con pintura fluorescente.
Harry inclinó la cabeza a modo de saludo mientras retiraba una silla para que ________ se sentara y, después, hizo lo propio a su lado. En cuanto apareció el camarero pidieron cervezas y nachos, y Selena comenzó a seguir el ritmo de la música golpeando la mesa con la mano.
- Vamos, Selena -dijo Bill, malhumorado-. Será mejor que bailemos antes de que tenga que matarte por ese ruidito insoportable.
Con una ligera punzada de envidia, ________ observó cómo se alejaban.
- ¿Te gustaría bailar? -le preguntó Harry.
A ella le encantaba bailar, pero no quería que Harry pasara un mal rato. En su mente no había dudas de que él no sabía bailar música moderna. Pero, aún así, fue una invitación muy tierna por su parte.
- No, no pasa nada.
Pero él no la escuchó. Se puso en pie y le tendió la mano.
- Sí, claro que vas a bailar.
Tan pronto como llegaron a la pista de baile, ________ comprendió que aquel hombre bailaba tan bien como besaba.
Harry conocía cada paso y daba la sensación de que había nacido bailando. De hecho, sus movimientos eran elegantes sin perder el toque masculino y fascinante. ________ nunca había visto a nadie bailar así. Y por las envidiosas miradas femeninas que sentía clavadas en ella, podía imaginarse que todas aquellas mujeres tampoco habían presenciado antes nada semejante.
Cuando el grupo terminó de tocar se sentía excitada y estaba sin aliento.
- ¿Cómo...?
- Fue el regalo de Terpsícore -le contestó Harry mientras le pasaba el brazo por los hombros y la mantenía fuertemente pegada a su cuerpo.
- ¿De quién?
- De la musa de la danza.
________ sonrió.
- Recuérdame que le envíe una nota de agradecimiento.
Al comenzar la siguiente canción, Harry miró fijamente a su izquierda y frunció el ceño.
- ¿Pasa algo? -preguntó ella, mientras seguía la dirección de su mirada.
Él meneó la cabeza y se frotó los ojos.
- Debo estar viendo visiones.
- ¿Qué has visto?
Harry volvió a mirar entre la multitud, buscando al hombre rubio y alto que acababa de ver por el rabillo del ojo. Aunque apenas había captado su imagen, juraría que se trataba de Kyrian de Tracia.
Con algo más de uno noventa de estatura, a Kyrian siempre le había resultado difícil perderse entre la multitud y, además, su modo de andar era bastante distintivo, ya que tenía un aura letal.
Pero pensar que Kyrian estuviese en esa época era algo imposible. Debía ser la locura que volvía a hacer mella en él; ahora comenzaba a ver visiones.
- Nada -contestó.
Apartó el tema de su mente y la miró con una sonrisa. La siguiente canción era lenta y la atrajo hacia sus brazos, manteniéndola muy cerca de su cuerpo, al tiempo que se movían suavemente al ritmo de la música. ________ le rodeó el cuello y apoyó la cabeza en su pecho; podía inhalar el cálido aroma a sándalo que desprendía Harry. No sabía cómo, pero aquel olor conseguía que perdiera la cabeza por completo y que la boca se le hiciera agua.
Con la mejilla apoyada sobre la cabeza de ________, Harry comenzó a acariciarle el pelo mientras ella escuchaba los latidos de su corazón. ________ podría quedarse así para siempre.
Pero la pieza terminó demasiado pronto. Y después de dos canciones rápidas, ________ tuvo que regresar a su asiento. Simplemente, no tenía el aguante de Harry.
Al encaminarse hacia la mesa, se dio cuenta de que Harry ni siquiera tenía la respiración alterada; pero eso sí, su frente estaba cubierta de sudor.
Él le apartó la silla. Se sentó muy cerca de ella y cogió su jarra de cerveza para tomar un gran trago.
- ¡Harry! -dijo Selena con una carcajada-. No tenía ni idea de que podías moverte así.
Bill puso los ojos en blanco.
- ¿Pensamientos lujuriosos de nuevo, Selena?
Selena le dio un puñetazo a su marido en el estómago.
- Sabes que no es eso. Tú eres el único juguete con el que me apetece jugar.
Bill miró a Harry con escepticismo.
- Sí, claro.
________ vio cómo el rostro de Harry se ensombrecía.
- ¿Estás bien? -le preguntó.
Él le contestó con su sonrisa con hoyuelos y a ella se le olvidó la pregunta.
Permanecieron sentados en silencio escuchando al grupo, mientras Harry y ________ se ofrecían nachos el uno al otro.
Cuando ________ apartó la mano de los labios de él, Harry la capturó y se la llevó de nuevo a la boca para chupar un poco de queso que se le había quedado pegado en la yema de un dedo. Pasó la lengua sobre su piel y ________ sintió que el cuerpo le estallaba en llamas.
No pudo más que reírse al notar cómo el deseo la consumía. Cómo deseaba haberse quedado en casa. ¡Le encantaría quitarle la ropa a Harry y lamer queso fundido sobre su cuerpo toda la noche!
Definitivamente, iba a añadir Cheez Whiz a la lista de la compra.
Con los ojos brillantes, Harry llevó la mano de ________ hasta su regazo y comenzó a mordisquearle el cuello antes de apartarse y tomar otro trago de cerveza.
- Selena -le dijo Bill llamando la atención de su esposa, que estaba mirando a ________ y Harry. Le ofreció una servilleta-. Seguro que quieres limpiarte la baba que te gotea por la barbilla.
Selena puso los ojos en blanco.
- ______ (diminutivo), necesito ir al baño. Vamos.
Harry se echó hacia atrás para dejarla pasar. Observó cómo ________ se perdía entre la multitud y, casi al instante, las mujeres comenzaron a acercársele.
El estómago se le contrajo. ¿Por qué siempre tenían que revolotear a su alrededor? En ese momento, deseó que por una vez en su vida pudiera sentarse tranquilo sin tener que mantener a raya a un puñado de mujeres, de las cuales ni siquiera conocía sus nombres, antes de que empezaran a sobarlo.
- Hola nene -coqueteó una atractiva rubia, que fue la primera en llegar a su lado-. Me gusta cómo bailas. ¿Qué tal si...?
- No estoy solo -le contestó él, entrecerrando los ojos a modo de advertencia.
- ¿Con ella? -se rió la mujer mientras señalaba con un dedo hacia el lugar por donde ________ había desparecido-. Venga ya. Pensaba que habías perdido una apuesta o algo así.
- Yo pensé que lo hacía por pena -comentó otra mujer que se acercó junto a una morena.  

Esclavo Sexual «Harry & _____»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora