Capítulo 23

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La vendedora, y la clienta a la que ésta atendía, dejaron de hablar y miraron a Harry boquiabiertas.
— ¿Me quedan bien? —le preguntó a _____.
— ¡Uf!, sí corazón —le contestó _____ sin aliento, antes de pensar en lo que iba a decir.
Harry le sonrió, pero la sonrisa no le iluminó los ojos.
_____ dio una vuelta completa a su alrededor y se fijó en la talla.
¡Ay, sí!, ¡un culo precioso!
Distraída por su bien formada espalda, pasó inadvertidamente los dedos sobre su piel mientras cogía la etiqueta. Sintió como Harry se tensaba.
— Ya sabes —dijo él, mirándola por encima del hombro—, que disfrutaríamos muchísimo más si ambos estuviésemos desnudos. Y en tu cama.
_____ escuchó cómo la vendedora y la otra mujer jadeaban sorprendidas.
Con el rostro abochornado, se enderezó y lo miró furiosa.
— Tenemos que hablar con urgencia sobre los comentarios adecuados en un lugar público.
— Si me llevaras a casa, no tendrías que preocuparte por eso.
El tipo era realmente implacable.
Moviendo la cabeza con incredulidad, _____ cogió dos pares más de vaqueros, unas cuantas camisas, un cinturón, unas gafas de sol, calcetines, zapatos y varios boxers enormes y horrorosos. Ningún hombre estaría atractivo con aquellos calzoncillos, decidió. Y lo último que pretendía era que Harry resultase aún más apetecible.
Salieron de la zona de los probadores con Harry vestido de arriba abajo con la ropa nueva: un polo, unos vaqueros y unas zapatillas de deporte.
— Ahora pareces casi humano —bromeó _____, mientras dejaban atrás el departamento de ropa masculina.
Harry le dedicó una mirada fría y letal.
— Sólo por fuera —le contestó con voz tan baja que _____ no estuvo segura de haber escuchado bien.
— ¿Qué has dicho? —le preguntó.
— Que sólo soy humano exteriormente —dijo él hablando más alto.
_____ captó la angustia en su mirada. Su corazón comenzó a latir con más fuerza.
—Harry —dijo con claras intenciones de reprenderle—, eres humano.
Él apretó los labios y le contestó con una mirada sombría y precavida:
— ¿En serio? ¿Un humano puede vivir dos mil años? ¿Se le permite a un humano caminar por el mundo unas cuantas semanas cada cientos de años?
Miró a su alrededor, fijándose en las mujeres que lo miraban a hurtadillas por entre la ropa. Mujeres que se detenían por completo, paralizadas, en cuanto lo veían por el rabillo del ojo.
Hizo un amplio gesto con la mano, señalando el espectáculo que se desarrollaba a su alrededor.
— ¿Has visto que hagan eso con alguien más? —el rostro de Harry adoptó una expresión dura y peligrosa, mientras la atravesaba con la mirada— No, _____, jamás he sido humano.
Con el urgente deseo de reconfortarlo, ella llevó la mano hasta su mejilla.
— Eres humano, Harry.
La duda que vio en sus ojos le partió el corazón.
Sin saber muy bien qué hacer ni qué decir para que se sintiera mejor, dejó pasar el tema y se encaminó hacia la salida. Estaba casi saliendo cuando se dio cuenta de que Harry no iba tras ella.
Se giró y lo localizó de inmediato. Se había distraído en el departamento de lencería femenina; estaba de pie junto a un expositor de minúsculas negligés negras. Comenzó a ruborizarse de nuevo; juraría que podía escuchar los lascivos pensamientos que pasaban en esos momentos por la mente masculina.
Sería mejor que fuese rápidamente a buscarlo, antes de que cualquiera de las mujeres se ofreciera como modelo. Se acercó apresuradamente y se aclaró la garganta.
— ¿Nos vamos?
Él la miró muy despacio, de arriba abajo y _____ supo por sus ojos que estaba conjurando su imagen con aquella prenda de gasa.
— Estarías deslumbrante con esto.
Ella lo miró con escepticismo. Aquella cosa era tan diáfana que se transparentaría por entero. Al contrario de lo que ocurría con él, el suyo no era un cuerpo que consiguiera hacer volver la cabeza de nadie —a menos que el susodicho estuviese muy desesperado. O hubiese estado encarcelado un par de décadas.
— No sé si deslumbraría a alguien, pero seguro que yo acababa congelada.
— No tardarías mucho en entrar en calor.
_____ contuvo la respiración al escuchar sus palabras; las creyó a pies juntillas.
— Eres muy malo.
— No, en la cama no —dijo bajando la cabeza hacia la suya—. Realmente en la cama soy muy...
— ¡Aquí estáis!
_____ retrocedió de un salto al escuchar la voz de Lisa. Harry dijo algo en una lengua extraña que no logró entender.
— Vaya, vaya —dijo con tono acusador—. _____ no entiende el griego clásico. Se dedicó a dormir durante todo el semestre —Lisa la miró y chasqueó la lengua—. ¿Lo ves? Te dije que algún día te serviría para algo.
— ¡Sí, claro! —dijo a carcajadas—. Como si en aquella época yo me pudiera haber imaginado que ibas a convocar a un esclavo sexual gri... —la voz de _____ se extinguió al caer en la cuenta de que Harry estaba presente. Avergonzada, se mordió el labio.
— No pasa nada, _____ —la tranquilizó en voz baja.
Pero ella sabía que ese comentario lo había molestado. Era lógico.
— Sé lo que soy _____; la verdad no me ofende. En realidad, estoy más ofendido por el hecho de que me llames griego. Fui entrenado en Esparta y luché con el ejército Macedonio. Para mí era un hábito evitar todo contacto posible con los griegos antes de ser maldecido.
_____ arqueó una ceja ante sus palabras, o mejor dicho ante lo que no había dicho. No hacía ninguna referencia a su infancia.
— ¿Dónde naciste?
Comenzó a latirle un músculo en la mandíbula, y sus ojos se oscurecieron de forma siniestra. Cualquiera que hubiese sido el lugar de su nacimiento, no parecía agradarle demasiado.
— Muy bien, soy medio griego; pero no estoy orgulloso de esa parte de mi herencia.

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Las ama...

UnaMuyCrazyDirectioner :*


Esclavo Sexual «Harry & _____»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora