Capítulo 49 Maratón (3/7)

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Por ese motivo Kevin dejó de invitarlo a su casa. Y que le prohibieran regresar al único hogar que había conocido, acabó por destrozarlo.
— Debería haber dejado que se casaran —siguió Harry, mientras pasaba el brazo por la cabeza de _____ y enterraba el rostro en su cuello para inhalar el dulce aroma de su piel—. Entonces lo sabía, pero no podía soportarlo. Año tras año, vería cómo ella lo amaba. Vería cómo su familia lo adoraba, mientras yo no tenía un hogar donde acudir.
— ¿Por qué? —preguntó _____—. Has dicho que tenías hermanos, ¿no te habrían dejado quedarte con ellos?
Él negó con la cabeza.
— Los hijos de mi padre me odiaban a muerte. Su madre me habría permitido quedarme con ellos, pero me negaba a pagar el precio que pedía a cambio. No tenía nada en aquellos días, excepto mi dignidad.
— Ahora también la tienes —murmuró ella, abrazándolo con más fuerza por la cintura—. He sido testigo de ella.
Soltándola, dejó pasar sus palabras y tensó la mandíbula.
— ¿Qué le ocurrió a Kevin? —siguió _____. Quería que siguiera hablando mientras estuviese de humor—. ¿Murió en combate?
Él soltó una amarga carcajada.
— No. Cuando fuimos lo suficientemente mayores para unirnos al ejército, lo mantuve a salvo en el campo de batalla. Había prometido a Demi y a su familia que no permitiría que le ocurriese nada.
_____ sintió el corazón de Harry latiendo con rapidez bajo sus brazos.
— Según pasaban los años, pronunciaban mi nombre con temor y respeto. Mis victorias se convertían en leyenda, y se contaban una y otra vez. Cuando regresaba a Thimaria, acababa durmiendo en la calle, o en la cama de cualquier mujer que me abriese la puerta para pasar la noche. De ese modo pasaba el tiempo hasta que regresaba a la batalla.
A _____ le escocían los ojos por las lágrimas; la voz de Harry estaba cargada de dolor. ¿Cómo podían haberlo tratado así?
— ¿Qué pasó para que cambiaran las cosas? —le preguntó.
Él suspiró.
— Una noche, mientras buscaba un lugar para dormir, me tropecé con ellos dos en la calle. Estaban abrazándose como dos enamorados. Me disculpé rápidamente pero, al alejarme, escuché a Kevin hablando con Demi.
Todo su cuerpo se puso rígido entre los brazos de _____ y el corazón comenzó a latirle con más rapidez.
— ¿Qué dijo? —le urgió _____.
Los ojos de Harry adoptaron una mirada sombría.
— Ella le preguntó que por qué nunca me quedaba en casa de mis hermanos. Kevin se rió y le contestó: «Nadie quiere a Harry. Es el hijo de Afrodita, la Diosa del Amor, y ni siquiera ella soporta estar cerca de él. »
_____ fue incapaz de respirar mientras escuchaba las crueles palabras. Se imaginó cómo debió sentirse Harry al oírlas.
Él tomó aire con brusquedad.
— Le había guardado las espaldas más veces de las que podía recordar. Me habían herido en batalla en incontables ocasiones por protegerlo, incluyendo una vez en la que una lanza me atravesó el costado. Y allí estaba él, burlándose de mí. No pude soportar la injusticia. Había creído que éramos hermanos. Y supongo que, al final, lo fuimos, ya que me trató del mismo modo que el resto de mi familia. Yo siempre había sido un hijastro bastardo. Solo y repudiado. No entendía por qué él tenía tantas personas que lo querían y yo no tenía a nadie.
» Herido y enfadado por sus palabras, hice lo que jamás debería haber hecho: invocar a Eros.
_____ podía imaginarse fácilmente lo que había ocurrido.
— Hizo que Demi se enamorara de ti.
Él asintió.
— Disparó a Kevin con una flecha de plomo que mató su amor por Demi, y a ella le disparó con una de oro para que se enamorara de mí. Se suponía que todo debía acabar ahí pero...
Meciéndolo con suavidad entre sus brazos, _____ aguardó a que encontrase las palabras exactas.
— Tardé dos años en convencer a su padre para que le permitiera casarse con un bastardo desheredado, sin influencias familiares. Para entonces, mi leyenda había aumentado y había sido ascendido. Finalmente logré acumular riquezas suficientes para hacer que Demi viviese como una reina. Y, en lo que se refería a ella, no reparé en gastos. Teníamos jardines, esclavos y todo lo que se le antojaba. Le di libertad e independencia, como jamás tuvo ninguna otra mujer de la época.
— ¿Pero no era suficiente?
Él negó con la cabeza.
— Yo necesitaba algo más y sabía que le ocurría algo. Aun antes de que Eros interviniese, siempre fue excesivamente vehemente. Dependía de Kevin de un modo prohibido para las espartanas y, en una ocasión en que fue herido, se afeitó totalmente la cabeza como muestra de su dolor.
» Más tarde, una vez Eros disparó sus flechas, Demi pasaba por largos periodos de depresión, o de furia. Yo hacía todo lo que podía por ella, e intentaba que fuese feliz.
_____ le acarició el pelo mientras lo escuchaba.
— Decía que me quería, pero yo percibía que no se interesaba por mí del mismo modo que lo había hecho por Kevin. Me entregaba su cuerpo de forma generosa, pero no había verdadera pasión en sus caricias. Lo supe desde la primera vez que la besé.
» Intenté engañarme a mí mismo, diciéndome que no importaba. Muy pocos hombres, en aquel entonces, hallaban el amor en el matrimonio. Además, me ausentaba durante meses, a veces, incluso años, mientras dirigía mi ejército. Pero al final, supongo que me parezco demasiado a mi madre, porque siempre anhelé más.
______ sufría enormemente por él.
— Y entonces llegó el día en que Eros también me traicionó.
— ¿Te traicionó?, ¿cómo? —preguntó ansiosa, sabiendo que ése era el origen de la maldición.
— Él y Príapo estuvieron bebiendo la noche posterior a que yo matara a Livio. Eros, borracho, le contó lo que había hecho por mí. Tan pronto como Príapo escuchó la historia, supo cómo vengarse.
» Fue al Inframundo y cogió agua de la Laguna de la Memoria para ofrecérsela a Kevin. Y en cuanto tocó sus labios, recordó su amor por Demi. Príapo le contó lo que yo había hecho y le entregó más agua para que se la diera a beber a ella.
Harry sentía cómo sus labios articulaban las palabras, pero perdió el control de la narración. En lugar de intentar pensar en lo que iba a contar, cerró los ojos y revivió aquél aciago día.
Acababa de entrar en la casa procedente de los establos, cuando vio a Demi y a Kevin en el atrio. Besándose.
Atónito, se detuvo a mitad de camino, mientras una oleada de nerviosismo se apoderaba de él al comprobar la pasión de aquel abrazo.
Hasta que Kevin alzó la mirada y lo vio en la puerta.
En el instante en que sus ojos se encontraron, Kevin curvó los labios.
— ¡Ladrón despreciable! Príapo me contó tu traición. ¿Cómo pudiste?
Con el rostro desfigurado por el odio, Demi se abalanzó sobre Harry y lo abofeteó.
— Asqueroso bastardo, te mataría por lo que has hecho.
— Yo lo mataré —gritó Kevin mientras desenvainaba su espada.
Harry intentó apartar a Demi, pero ella se negó.
— ¡Por todos los dioses! He dado a luz a tus hijos —dijo mientras intentaba arañarle la cara.
Harry la sostuvo por las muñecas.
— Demi, yo...
— ¡No me toques! —le gritó zafándose de sus manos—. Me das asco. ¿Crees que una mujer decente iba a quererte a la luz del día? Eres despreciable. Repulsivo.
Se apartó de él y se acercó a Kevin.
— Córtale la cabeza. Quiero bañarme en su sangre hasta borrar el rastro de su olor en mi piel.
Kevin blandió la espada.

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Que no se atrevan a tocarle ni un pelo a mi Hazz -.- jajaja No se quien es más cruel...Si Harry por lo que hiso, o Demi y Kevin por lo que dijeron...Yo creo que Kevin y Demi lol.

xoxoxoxo



Esclavo Sexual «Harry & _____»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora