Capítulo 74

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  - Sí, Lisa -le contestó ________ por teléfono mientras se vestía para ir a trabajar-. Ya ha pasado una semana. Estoy bien.
- Pues no lo parece -replicó Lisa, incrédula-. Tienes la voz temblorosa.
Y realmente aún no lo había superado del todo. Pero estaba bien, gracias a Harry y al hecho de no haber visto morir al pobre Justin Carmichael.
Una vez la policía hubo acabado con los interrogatorios, Harry la llevó a casa y ella había procurado no pensar demasiado en lo sucedido.
- De verdad. Estoy bien.
Harry entró en la habitación.
- Vas a llegar tarde. -Le quitó el auricular de la mano y le ofreció una galleta-. Acaba de vestirte -le dijo, y comenzó a hablar con Lisa.
________ frunció el ceño cuando Harry salió de la habitación; ya no podía escuchar la conversación.
Mientras se vestía, cayó en la cuenta de lo cómoda que se sentía junto a Harry. Le encantaba tenerlo a su alrededor, cuidarlo y que él la cuidara. La reciprocidad de su relación era maravillosa.
- ________ -le dijo, asomando la cabeza por la puerta-. Vas a llegar tarde.
Ella se rió y se puso los zapatos de tacón.
- Ya voy, ya voy.
Cuando atravesaron la puerta principal ________ vio que él no se había puesto los zapatos.
- ¿No vas a venir hoy conmigo?
- ¿Me necesitas?
Ella dudó. En el fondo le encantaba almorzar junto a él y bromear entre paciente y paciente. Pero claro, seguro que para él sentarse horas seguidas esperándola era muy aburrido.
- No.
Él le dio un beso hambriento.
- Hasta la noche.
De mala gana, se apresuró hacia el coche.
Fue uno de los días más largos de la historia. ________ lo pasó sentada tras el escritorio, contando los segundos que faltaban para acompañar a sus pacientes hasta la puerta.
A las cinco en punto, echó a la pobre Rachel de la oficina, recogió rápidamente todas sus cosas y se marchó a casa.
No tardó mucho en llegar. Frunció el ceño cuando vio a Lisa, que la esperaba en el porche delantero.
- ¿Ha pasado algo? -le preguntó ________ al acercarse.
- Nada de importancia. Pero te daré un consejo: rompe la maldición. Harry es un tesoro.
________ la miró aún más ceñuda mientras Lisa se alejaba hacia su Jeep. Confundida, abrió la puerta para entrar en casa.
- ¿Harry? -lo llamó.
- Estoy en la habitación.
________ subió las escaleras. Lo encontró tumbado sobre la cama en una postura mucho más que deliciosa, con la cabeza apoyada en una mano. Había una rosa roja delante de él. Estaba increíblemente seductor y maravilloso con aquellos hoyuelos y esa luz en sus celestiales ojos color verde profundo, que en esos momentos eran decididamente perversos.
- Tienes toda la apariencia del gato que se ha comido al canario -le dijo en voz baja-. ¿Qué habéis estado haciendo Lisa y tú hoy?
- Nada.
- Nada -repitió ella, escéptica. ¿Y por qué no se lo creía? Porque Harry tenía la apariencia de un niño que acaba de hacer una travesura.
Su mirada bajo hasta la rosa.
- ¿Es para mí?
- Sí.
Ella sonrió ante su escueta y cortante respuesta. Dejó caer sus zapatos al lado de la cama y se quitó las medias.
Al alzar la vista, captó la mirada de Harry que había estirado el cuello para no perderse nada. Él volvió a sonreír.
________ cogió la rosa y aspiró su dulce aroma.
- Es una sorpresa encantadora -dijo, besándolo en la mejilla-. Gracias.
- Me alegra que te guste -susurró, acariciándole el mentón.
________ se alejó con renuencia y cruzó la habitación para depositar la rosa sobre la cómoda, y abrir el cajón superior.
Se quedó paralizada. Sobre la ropa había un pequeño ejemplar de Peter Pan, adornado con un gran lazo rojo.
Boquiabierta, lo cogió y desató el lazo. Al pasar la primera página, su corazón dejó de latir un instante.
- ¡Oh Dios mío! ¡Es una primera edición, y firmada!
- ¿Te gusta?
- ¿Que si me gusta? -le contestó con los ojos humedecidos-. ¡Harry!
Se arrojó sobre él y depositó una lluvia de besos sobre su rostro.
- ¡Eres tan maravilloso! ¡Gracias!
Y por primera vez, ________ lo vio avergonzado.
- Esto es... -su voz se desvaneció al mirar hacia el vestidor. La puerta estaba entreabierta y la luz del interior encendida.
No podía haber...
Muy lentamente, ________ se acercó. Abrió la puerta y miró dentro.
Los ojos se le llenaron de lágrimas de alegría y la invadió una oleada de calidez. Las estanterías estaban de nuevo llenas de libros. La mano le temblaba mientras acariciaba los lomos de su nueva colección.
- ¿Esto es un sueño? -susurró.
Sintió a Harry tras ella. No la estaba tocando, pero podía percibirlo con cada poro, con cada sentido de su cuerpo. No era nada físico pero conseguía que la tierra temblara bajo sus pies. Y la dejaba sin aliento.
- No pudimos encontrarlos todos, especialmente las ediciones de bolsillo, pero Lisa me ha asegurado que hemos conseguido los más importantes.
Una única lágrima descendió por la mejilla de ________ al ver las copias de los libros de su padre. ¿Cómo los habían podido conseguirlos?
El corazón le latía con fuerza mientras veía sus títulos favoritos: Los tres Mosqueteros, Beowulf, La Letra Escarlata, El Lobo y la Paloma, Armas de Caballero, Fallen, Amores en Peligro... y seguían y seguían hasta dejarla aturdida.
Abrumada y con una sensación de mareo, dejó que las lágrimas corrieran por su rostro.
Se dio la vuelta y se lanzó a los brazos de Harry.
- Gracias -sollozó-. ¿Cómo...? ¿Cómo lo has hecho?
Él se encogió de hombros, y alzó una mano para enjugarle las lágrimas. En ese momento, ________ se dio cuenta de que algo faltaba en su mano.
- Tu anillo no -murmuró mientras contemplaba la señal blanquecina en el dedo de su mano derecha, donde había llevado el anillo-. Dime que no lo has hecho.
- Sólo era un anillo, ________.
No, no lo era. Ella recordaba la expresión de su rostro cuando el doctor Lewis quiso comprárselo.
«Jamás» -había dicho él- «No sabe por lo que pasé para conseguirlo»
Pero ________ sí lo sabía después de haber escuchado las historias de su pasado. Y lo había vendido por ella.
Temblando, se puso de puntillas y lo besó con fiereza.
Harry se quedó helado al sentir sus labios. Jamás se había entregado a él de aquel modo. Cerró los ojos, hundió las manos en su pelo para dejar que le acariciara los brazos, y gimió ante el asalto de ________.
La cabeza de Harry comenzó a dar vueltas al saborear su boca, al sentir el cuerpo de ________ pegado al suyo, al ser consciente de la ferocidad de su beso, que nunca antes había experimentado; jamás le habían besado así...
Hasta su alma maldita se estremeció.
En ese momento, deseó poder permanecer sereno durante más tiempo. No quería vivir otro segundo más separado de ________. No podía imaginarse un solo día sin que ella estuviese a su lado.
Harry notó cómo, poco a poco, perdía el control. La locura lo asaltaba dolorosamente, le atravesaba la cabeza al mismo tiempo que la entrepierna.
¡Todavía no! Gritó su mente. No quería que ese momento terminara. Ahora no. No cuando ella estaba tan cerca.
Tan cerca... pero no tenía opción
La separó de la mala gana.
- Ya veo que te ha gustado el regalo, ¿no?
Ella se rió.
- Por supuesto que me ha gustado. Harry, estás loco. -Le pasó los brazos alrededor de la cintura y apoyó la cabeza sobre su pecho.  

Esclavo Sexual «Harry & _____»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora