El Sumiso (Vixx Leo) \Hot/ {PAUSADA}

Capitulo :2

Iba llegando a casa. Me dolía mucho la espalda. La camisa que traía puesta me rozaba las marcas y eso hacia que molestara aun mas. Cuando entre lo hice en silencio. No quiero que Essli me viera así.

Essli es mi roommate. Vivimos juntos hace meses. Nos llevamos bien. Es muy simpática y nos tenemos mucha confianza. Pero es una... como decirlo sin ofender. Es una chismosita? Si eso. Ademas de que le gusta reñirme cada vez que puede.

Miro la hora en el reloj que marcan las 3:00 de la madrugada. La casa es grande. Una amplia sala, cocina, escaleras para subir a los cuartos. Dos habitaciones grandes, un estudio de trabajo. Bastante cómoda.

Camino tranquilo pero noto algo que me da pena, alegría o ternura. La imagen de Essli tirada en el mueble dormida. Me dirijo a ella y sonrió al notarla profundamente dormida. Me pongo a su altura y le llamo.

- Ess!
Le zarandeo un poco.

- Essli!

Ella se remueve y abre los ojos lentamente. Me mira aun adormilada. Yo le sonrió y ella de momento estampa su mano en mi frente.

- ¿Que son estas horas de llegar? - me dice de manera seria sentándose en el mueble.

- Aush!! - me pongo la mano en la frente. Esta mujer!!!

- Te estoy hablando Leo - me señala con el dedo.

- Lo siento - me encojo de hombros.

- ¿Lo sientes?
Se levanta del mueble y me da un puño en el abdomen. Me río.

- Te párese gracioso? - se cruza de brazos poniendo un adorable puchero.

- Anda vamos a dormir - le echo en brazo por los hombros y la obligo a caminar conmigo arriba.

La llevo hasta la puerta de su habitación.

- Ve a dormir - le digo plantandole un beso en la cabeza. Essli aun esta seria pero aun así es una dormilona y asciende con la cabeza. Estoy llegando a mi puerta cuando ella habla.

- ¡Leo!
Me giro a mirarla.

- ¿Estas bien?

- Si! - contesto sereno.

- Hoy te amarro? - pregunta en un susurro y yo me echo a reír.

Pues como ven Essli sabe lo que pasa cuando salgo a ver a Hurem. Muchas veces me a ayudado cuando el castigo es muy agresivo y termino con varias lecciones. En realidad no me hubiera gustado que ella supiera de eso pero esa vez ella me vio con tantas marcas que no pude negarle que me paso porque ella quería llamar a la policía.

Sonrió y asiendo con la cabeza. Ella sonríe apenada.

- Buenas noches! - me tira un beso y entra a su cuarto. Yo entro al mío. Se que a ella no le gusta eso. Bueno piensa que Hurem es muy agresiva conmigo. Pero eso es lo que a ella le gusta. Y yo acepte eso desde siempre.

Hurem es la única persona que se ha interesado en mi. No tengo amigos, solo a Essli.

Me voy a la ducha. Me doy un baño largo. Mi espalda esta roja ahí algunas de las marcas que tienen la sangre marcada. Me pongo mis pantalones para dormir y me acuesto boca abajo para no tocar con la espalda la cama.

Un escandaloso ruido me sobresalta. Abro los ojos, aun estoy boca abajo. Resoplo algo malhumorado. Escucho música a todo volumen. Me levanto pensando que es Essli con esa cosa prendida. Pero cuando abro la puerta le veo saliendo también de su habitación. Su imagen es súper graciosa esta en pijama de ositos, el pelo echo una maraña, esta estrujandose los ojos y bostezando. Llega hasta donde estoy parado y pega su frente contra mi pecho.

- ¿Quien carajos tiene esa madre prendida? - se queja.

Yo me río.

- No lo se
Paso uno de mis brazos por su hombro y la despego de mi pecho. Ella me mira seria. La pequeña dormilona esta malhumorada.

Comenzamos a bajar las escaleras juntos. El que nos viera pensaría que somos pareja o algo así. De echo en ocasiones los vecinos se creen que hasta estamos casados.

- ¿Quieres desayunar? - llegamos hasta la cocina. La cara se le ilumina. Asciende con la cabeza y se sienta en la mesa.

Mientras preparo el desayuno puedo ver que Essli se me queda mirando.

- Esa tipa cada día se pasa mas - comenta poniendo su cabello en una coleta alta.

- Es soportable!! - llevo el desayuno a la mesa.

-¿Duele?

La observo. Jodia curiosa. ¿Duele? Claro que duele. Pero el placer es mucho mas intenso que el dolor queda atrás.

- El placer es mas grande - me siento frente a ella. Sirvo para los dos y comenzamos a comer. El resto del desayuno Ess no ha preguntado ni hablado mas. Cosa rara porque ella es muy habladora. Se nota pensativa, come en silencio y con su mano izquierda dibuja círculos en la mesa.

Frunzo el ceño.

Me levanto de la mesa y llevo mi plato al lavado. Cuando regreso Ess sigue en la misma posición. Me acerco a ella sonriendo, con mi mano le doy un empujón a su cabeza y ella se da con la mesa.

- No pienses mucho que se te quema el celebro - le digo corriendo ya que esta se levanto y ahora me quiere atacar.

- Maldito!!! - grita detrás de mi. Subo las escaleras corriendo y me meto en mi habitación cerrando la puerta tras de mi. Essli venia cerca de mi y al cerrarla ella choco con la puerta.

- MARICA!! - me grita desde afuera yo me estoy retorciendo de la risa en el piso.

- Te quiero!! Enana - le contesto. Ella refunfuña afuera. Pero no contesta. Hasta creo que se fue. Me levanto del suelo y abro la puerta, cuando lo hago Essli esta enfrente esperándome, trae con ella un pastel redondo en la mano, si mi mente no me falla lo vi en la nevera mientras buscaba cosas para el desayuno.

Miro el pastel y luego a ella que ahora me mira divertida. Levanta su mano, la que tiene el pastel y antes de que me de cuenta lo estampa contra mi cara.

Con mis manos me quito el que me tapa los ojos. Cuando lo hago y la miro ella me esta sonriendo.

- Yo también te quiero - da un paso a mi. Y pasa su dedo por una de mis mejillas y lo lame.

- Estaba bueno - comenta. Yo entre cierro los ojos.

- Vas a tener que lamerlo todo - digo y ella da como doce pasos atrás.

- Ni creas - se ríe. Yo también me río.

Y así fue nuestra mañana. Siempre es así. Con Essli todo el divertido. Ella siempre le encuentra un momento para hacerme reír. A pesar de tener 22 años ella es muy infantil. Y la verdad es que yo era mas amargado hasta el día que rente una de las habitaciones y ella fue la que apareció. Desde ese día comenzamos a llevarnos bien. Y desde ese momento nos volvimos cercanos.

Ahora estábamos sentados en el mueble. Ella hablaba por el chat con sus amigas. Yo solo miraba el TV, hasta que me llego un mensaje. Era de Hurem.

"Te quiero en casa en media hora. Necesito que me la metas"