Capitulo 14

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-Me estas asustando ¿Qué está pasando allá fuera Alexander?-Pregunte con determinación en busca de respuestas.

-N-Nada-Dijo con movimientos torpes mientras sacaba un vaso de vidrio de la alacena.

-¿Qué me estas ocultando?-Pregunte desafiante.

Maldijo mientras serbia agua en el vaso-Nada Jane, estate tranquila-Murmuro mientras daba un sorbo a su vaso con las manos temblorosas.

-Dime Alexander-Murmure mientras veía que dejaba el vaso en la encimera y abría cajones con experiencia, y sacaba unos curitas.

-Déjalo Jane-Dijo mientras ponía una curita alrededor de mi dedo lastimado, ambos nos miramos, sus ojos demostraban fastidio; sin embargo; no me iba a rendir en ese momento, iba a descubrir lo que pasaba en esta extraña casa.

-Alexander-Murmure entre dientes-Dime lo que está pasando...-La puerta del jardín fue abierta y en ella entro Derek lleno de tierra y barro, algunos cortes en sus brazos.

-Alexander-Dijo con voz serena-Tenemos que hablar.

-Está bien, solo deja que lleve a Jane a su habitación-Tomo mis hombros mientras daba ligeros empujones hacia la salida de la cocina-Vete.

-¿Qué?-Dejándome confundida cerró la puerta en mis narices.

Alexander idiota.

Pegue mi oído a la puerta esperando escuchar algo.

Escuchar un poco no será nada malo ¿Verdad?

-Creo que será mejor contárselo

-No, aun es muy pronto, no sabremos como se lo tomara.

-Sera lo mejor, para todos.

-¡No, es lo mejor para ti! ¿Qué necesitas de ella?

-Sin ella-Soltó un suspiro-Sin ella yo moriría.

-¡Eres muy egoísta!, ¿¡Acaso no piensas en ella, en cómo se debe de sentir!?

¿De quién estarán hablando?

Acaso... ¿Se trata de mí?

Reí entre dientes ante tal estúpido pensamiento.

Claro que no se trataba de mí.

Di media vuelta y comencé a caminar hasta mi habitación.

El único problema era que... ¡No sabía dónde estaba mi habitación!

Comencé a caminar por los pasillos, las paredes eran blancas, sin vida, había cientos de habitaciones todas de un color marrón oscuro, abrí una al azar, juguetes regados en el suelo, algunos bastones, era como la habitación de antes que me llevaran aquí.

-¿Qué haces aquí?-Dijo una chica con una vestimenta de sirvienta, recargada contra la puerta, su pelo recogido de una coleta rubia, su camisa blanca estaba abierta los primeros cuatro botones, dejándole ver sus pechos llenos de silicona, el vestido que usaba estaba trece dedos arriba del tobillo ¡Trece dedos! Tenía un exceso de maquillaje en su cara-¿Qué tanto me miras?-Dijo con autosuficiencia mirándome de arriba abajo, ¿Acaso la tetas de silicona se creía mejor que yo?-Plana.

¿Plana? Hija de puta.

-Calla, culo seboso-La mirada de ella fue directo a su culo-Idiota-Reí entre dientes, ella apretó los dientes con fuerza, preocupándome que se le quebraran...aunque pensándolo bien se vería mejor, ante ese pensamiento reí.

-Te vas a arrepentir-Gruño mientras sus ojos cambiaban a un color rojo carmesí y una siniestra sonrisa aparecía en su rostro.

¿En qué me había mentido?

¿Qué diablos era ella?

Una respuesta apareció en mi cabeza, ella no era un humano,

¿Qué era ella entonces?

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