Capitulo cuatro.

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Caitlin's POV.

Dios santo, siento que la cabeza me está por explotar. Fui incorporándome en la cama y note que no estaba en mi habitación y que estaba desnuda.

—¿En dónde estoy? —susurre para mí misma.

Intente ponerme de pie pero me dolía mucho ahí abajo. Esperen, ¿Por qué mierda me duele ahí? ¿Qué paso anoche? Necesito llamar a Bea rápido.

Me acerque hasta la mesita de noche, y mi celular no estaba, solo había uno y estaba segura de que ese no era el mío. Empecé a buscarlo como loca, por debajo de la cama y alrededor. Y si, seguía desnuda, porque el celular ante todo.

Después de buscar por toda la habitación y darme cuenta de que no estaba por ningún lado, decide juntar mi ropa e intentar cambiarme. Me senté en la cama y sentí inmensas ganas de llorar ¿saben porque? Porque hasta ayer en la noche, yo era virgen. Sí, tengo 17 años y todavía era virgen. Y deje de serlo con alguien que ni siquiera conozco, me siento como una gran zorra.

Caitlin, cálmate idiota. No sé de qué te preocupas tanto, si tarde o temprano ibas a dejar de serlo. —dijo esa estúpida vocecita en mi cabeza.

A veces tiene razón, ahora no tanto. No voy a hablar de eso ahora, lo voy a hacer cuando la idiota de Bea esté en frente mío.

Una vez que tenía el vestido puesto, salí de la habitación, no sin antes agarrar el celular de quien quiera que sea, porque no me voy a quedar sin celular, no.

Baje las escaleras lentamente, ya que suponía que todos están durmiendo por la fiesta de anoche. Antes de llegar a la puerta principal, choque contra algo, mejor dicho contra alguien.

—Hola hermosa —hizo una pausa para mirarme de pies a cabeza— ¿así que tú eras la chica de Jack?

—¿Disculpa?

— Jack me dijo que había estado con alguien anoche, y que seguía arriba.

  —  Yo...Uhm, debo irme. —le dije y me fui corriendo hasta la puerta principal. Cuando quise abrir la puerta, está no abría. Tiene que ser una jodida broma. Maldita puerta que arruino mi salida dramática.

  — Deja que la abra por ti preciosa.—me dijo y saco una llave de sus pantalones. Una vez que la abrió, salí corriendo.—¡Espero volver a verte! —sentí que gritaron a mis espaldas. Obviamente, no me di vuelva y seguí con mi camino. Necesito llegar lo más rápido posible a mi casa.

**

Cuando llegue a mi casa, después de escuchar los "¿en dónde estuviste?" de mí mama y los "debiste llevarme" de Jared, decidí llamar a Bea, ya que necesitaba hablar con ella.

Llego a los pocos minutos, como siempre.

—Cuéntame todo nena. —dijo mientras apoyaba su mano en mi hombro.

—Me siento como una zorra.

—¿Por qué lo dices?

—Porque me emborrache y...—pude sentir como mis ojos ardían y las lágrimas amenazaban por salir—tuve relaciones con alguien que ni siquiera conozco y me hace sentir peor saber que esa fue mi primera vez.

Bea me abrazo por los hombros y me dejo llorar por un rato. Ella sabía exactamente como me sentía, porque sabe que lo de la primera vez era algo "importante" para mí por más estúpido que suene.

—No te tienes que sentir así Cait, no eres una zorra y lo sabes. —se separó un poco de mi—además, no pensabas llegar virgen al matrimonio ¿o sí?

—Claro que no, es solo que, yo quería recordar mi primera vez. —Suspire—quería recordar el momento, solo eso.

—Vamos, no te pongas así, es algo sin sentido.—levanto su brazos y dijo.—ve el lado positivo, ahora cualquiera te la puede meter sin que te duela.

— Eres una estúpida...—dije limpiándome las lágrimas que estaban en mis mejillas mientras soltaba una carcajada—hablemos de otra cosa ¿te parece?

Antes de que Bea pudiera responderme, un celular se escuchó en la habitación.

Tenía como tono una canción de Nicki Minaj, que ahora no puedo recordar cual es. No podía ser el mío porque, bueno, lo perdí -llora- y tampoco era de Bea, así que, el único celular que quedaba en la habitación, es el que traje de la casa de los Collins.

Lo agarre y atendí.

¿Hola?

¿¡QUIEN ERES Y PORQUE TIENES MI CELULAR!? —un fuerte grito se escuchó del otro lado de la línea, puedo jurar que me quede sorda de un oído.

Yo...uhm, soy Caitlin—creo que se escuchó más como pegunta que como afirmación.

Hubo un gran silencio del otro lado, me debatía en cortar la llamada o no, hasta que hablaron.

Así que tú tienes me celular muñeca.

Y supongo que tu tienes el mio ¿verdad?.

Esperen un momento ¿estoy hablando con Jack? ¿El chico de anoche?

—Ya que tú tienes mi celular, eso significa que yo tengo el tuyo.

Si ¿porque lo tienes?

Supongo que me confundí en la mañana. —hubo un silencio. —¿Crees que nos podamos ver? Así me devuelves mi celular.

Aleje el celular de mi oído, mire a Bea y le susurre un poco nerviosa: "Es el chico de noche, y quiere que nos veamos", lo único que hizo ella fue asentir con la cabeza y susurrar unos "si si si" bastante rápido.

Uhm...de acuerdo, ¿en dónde?

¿Qué te parece en el mc donals que está cerca de tu instituto? — ¿Cómo mierda sabe que...—no preguntes como lo sé.

Está bien. —susurre algo confundida.

Entonces te veré a las cinco, muñeca. —dicho esto, cortó.

Ahora que lo pienso bien, creo que fue mala idea, ¿qué pasa si es todo una mentira y él no lo tiene? ¿que tal si piensa que soy una fácil y solo quiere verme para repetir lo de anoche?

—No creo que haya sido una buena idea.— le dije a Bea, que estaba comiendo unas galletas que quien sabe de dónde las saco.

—Es una buena idea Cait, ¿no quieres conocer al chico que te desvirgo?

—Eres una idiota.— le grite y empecé a reír.

—Pero sabes que tengo razón, quieres ver al que te saco la virginidad, a mí no me puedes mentir nena.

—¿Cómo es eso de que te sacaron la virginidad? —dijo alguien desde la puerta.

Mierda. Mierda y más mierda. Sabía que la tranquilidad no me iba a durar mucho.




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