Capitulo treinta y cuatro.

180 20 1
                                    

—Y cuéntame...—Bea se tiro en mi cama. — ¿Cómo estuvo la cena de anoche?

Bea llego de sorpresa a mi casa, así que tuve que cancelar mi salida con Jack.

—Pues, estuvo bien...creo que mi madre acepto a Jack, o eso espero.

— ¿Cuándo se lo dirás a Jared?

—Ya lo sabe, se enteró anoche también. —me reí recordando la escena de anoche.

— ¿Cómo que ya lo sabe? ¿Cómo reacciono?

—Reacciono mejor de lo que esperaba la verdad, yo creí que iba a gritarle a Jack o pegarle, bueno, si grito un poco pero después lo entendió.

—Tienes que hablar con él igual, para preguntarle porque no quiere a Jack, ahora que sabe que son novios estoy segura de que te lo dirá.

—Me había olvidado de eso...—me acosté su lado y ambas miramos el techo. —voy a dejar que pasen unas semanas para poder hablar con él.

Nos quedamos en silencio un rato.

Me había olvidado completamente de preguntarle a Jack o Jared por qué se llevan tan mal, ya pasaron meses desde que me dijeron que iban a contarme y nunca lo hacen o tienen la intención de hacerlo.

Estoy pensando seriamente en encerrarlos a los dos en una habitación y torturarlos hasta que hablen, pero si lo pienso bien, no sé cómo los llevaría hasta la habitación porque son dos bestias y con solo tocarme ya me caigo de espalda.

—¿Has sabido algo de Matt? —hablo Bea.

—No, desde hace semanas que no lo veo.

—Ese chico está muy raro desde que empezaste a salir con Jack...—se puso de pie rápidamente. —Vamos a su casa.

Me puse de pie y salimos de mi habitación. Íbamos bajando las escaleras, hasta que Bea me detuvo.

— ¿Crees que este en su casa?

—Es domingo, siempre se queda en casa.

Terminamos de bajar las escaleras, y salimos de la casa para subirnos al auto. Bea encendió la radio apenas su trasero toco el asiento. La canción Verse de Skate Maloley se escuchó a todo volumen y Bea se empezó a mover como si tuviera bichos por todo el cuerpo. Según ella, así bailan los niggas.

Tardamos unos minutos en llegar a la casa de Matt. Eran las siete de la tarde, supongo que él debe estar viendo porno, es muy típico de él. Llegamos hasta la puerta y nos atendió la mamá de Matt que nos dejó pasar muy amablemente. Subimos las escaleras rápidamente y al llegar pegamos nuestros oídos a la puerta. No se escuchábamos nada, así que pasamos.

— ¡HOLA MATT! —grito Bea y él salto de la silla en donde estaba sentado frente a la computadora. Y como dije antes, estaba viendo porno. Este chico no la pone ni por casualidad.

—Les dije un millón de veces que toquen antes de entrar. —dijo mientras se levanta. — ¿Qué hacen aquí? —cerro rápidamente todas las páginas que tenia abierta.

—Te extrañábamos. —dije y me acerque a él. — ¿Por qué nos ignoras?

—No las ignoro, es solo que necesito tiempo para mí.

—Si...—se acerco Bea. —tiempo para ti con nosotras. Ahora salgamos los tres, como antes.

Matt y yo estuvimos de acuerdo y salimos de la casa. Él se sentó adelante con Bea y yo me fui atrás, como siempre.

Decidimos ir al centro comercial a comer algo, porque estábamos muertos de verdad. Fuimos a mc donals y pedimos la cajita feliz, a la madures la dejamos en nuestras casas.

— ¿Van a hacer algo para el concurso de talentos? —dijo Bea mientras se metía unas papitas a la boca.

— ¿Concurso de talentos?

—Oh, lo siento señorita yo falto siempre para estar con Jack...en dos semanas va a haber un concurso de talento en el colegio, el ganador se gana una semana libre junto a su grupo.

— ¿Ustedes harán algo? —pregunto Matt.

—Yo no estoy segura... ¿bailamos Cait?

—No, no y no, sabes que tengo dos pies izquierdos.

—No hace falta caminar mucho para bailar twerk—me guiño un ojo.

—Ni aunque me pagues. —dije y le di un mordisco a mi hamburguesa. — ¿Y tú Matt? Deberías cantar, amo tu voz.

—Estaba pensando en hacerlo, tal vez cante...

—Si lo haces, yo voy a estar en primera fila apoyándote. —le di una sonrisa antes de morder mi hamburguesa otra vez.

Nos quedamos en silencio comiendo nuestras hamburguesas. Parecíamos unos cerdos comiendo. Bea tenia mayonesa hasta en la nariz, Matt tenía el aceite de la papas por sus mejillas y yo creo que directamente tenía la hamburguesa en el rostro.

—Tienes un poco de comida aquí...—dijo alguien viniendo desde atrás y limpiando la comisura de mis labios. — ¿No te enseñaron a comer princesa?

Gire mi cabeza y vi a Jack mirándome con una sonrisa. Se acercó más a mí me dio un corto beso.

— ¿Qué haces aquí? —dije mientras limpiaba mi rostro con una servilleta.

—Ryan quería comprar unas cosas así que lo acompañe. —mire a Bea que estaba comiéndose la cara con Ryan. Un poco más de respeto por favor. — ¿Y tú? Creí que te quedarías en tu casa.

—Era así, hasta que Bea quiso ir a ver a Matt, y después decidimos venir aquí.

A todo esto mire de reojo a Matt, quien estaba comiendo las papas que le quedaban en silencio y mirando hacia abajo.

— ¿Quieren comer con nosotros? —dije y Matt levanto su cabeza rápidamente.

—No sé si Ryan quiera...—miramos a Ryan, quien seguía comiéndose la cara con Bea. —creo que si quiere. —ambos reímos. Jack trajo una silla de la otra mesa y se sentó a mi lado. Al mismo tiempo que Matt se ponía de pie.

— ¿A dónde vas? —pregunte.

—Recordé que debo hacer algo, nos vemos mañana. —dijo por último y se fue.

—Tu amigo me odia. —dijo Jack mientras comía mis papas. —lo entiendo.

— ¿Qué entiendes?

—Me estoy robando a su mejor amiga, es entendible si me odia. —sonrió y me dio un corto beso en los labios.

Bea y Ryan dejaron de besarse, y se pusieron de pie diciendo que tenían que irse porque no sé qué cosa había pasado, estoy segura que era mentira y querían estar solos. Bea se disculpó conmigo por tener que irse, que me recompensaría mañana. Una vez que se fueron, Jack pasó su brazo por mis hombros.

—Estamos solos princesa ¿Qué quieres hacer?

—Vamos a caminar.

Ambos nos pusimos de pie y empezamos a caminar mientras mirábamos las tiendas. Él tenía su brazo por arriba de mis hombros mientras que yo agarraba su mano y tenía mi brazo alrededor de su cintura. No se imaginan cuanto amo estar así.

Después de caminar casi todo el centro comercial, Jack me llevo hasta mi casa.

—Te pasa a buscar mañana ¿de acuerdo? —asentí. Iba a besarme pero Jared salvaje aparece en escena.

—Caitlin adentro, tú te vas. —dijo apenas abrió la puerta. Jack se acercó a mí para besarme pero Jared lo detuvo. —Ni se te ocurra besarla en frente de mí.

Jack me beso rápidamente y Jared empezó a correrlo hasta llegar al auto. No pueden ser más inmaduros, en especial Jared, ese chico sobrepasa todo lo dicho.

¡Holaaaaa! ¿Como han estado? Hace mucho que nos les dejo una nota. Solo quería decir que espero que les este gustando la novela. Tal vez el miércoles les haga un maratón o algo, si quieren

No se olviden de votar y dejar un comentario. Gracias♥

Pd: En multimedia les deje el link de la canción que escuchan en el auto, no se porque, pero yo amo esa canción.

Stay with meWhere stories live. Discover now