Capitulo ocho.

372 33 1
                                    


Caitlin's POV

—Entonces, te veo esta noche muñeca.... —esas palabras seguían dando vueltas en mi mente.

Ya pasaron varias horas desde que Jack estuvo aquí, y por suerte, Jared no se enteró de nada, pero está desesperado buscando la camisa que creo que Bea se llevó.

Hablando de Jared, sigue sin decirme porque no quiere que me acerque a Jack, se lo volví a preguntar y me volvió a decir "prometo que te lo diré pronto", pero sus "pronto" son igual a diez siglos maso menos.

Bien, son las siete y treinta. Bea me llamo hace veinte minutos para preguntarme que iba a hacer y si iba a ir con ellos esta noche.

Por un lado, quería quedarme en mi casa y dormir, por otro lado, también. Pero no va a ser posible, porque mi amiga es una controladora y siempre consigue que haga lo que ella quiere.

— ¡CATLIN! —sentí que gritaron desde la planta baja. — ¡TE BUSCAN!

— ¡SI ES BEA NO LA DEJEN ENTRAR!

—Tarde nena...

La rubia estaba parada en mi puerta con los brazos cruzamos sobre su pecho y una gran sonrisa. La odio.

—No me vas a obligar a nada Beatrice Rose.

—Sabes que lo voy a hacer nena. —era obvio— ¿Y esa marca que tienes en tu cuello? ¿Es un chupón?

Me apresure a colocar mi mano sobre él para ocultar la marca.

—Nada, no es nada.

—No me mientas ¿Te lo hizo Jack? —baje la mirada. —Los dejo solos unos minutos y hacen eso...—hizo como si se limpiara una lagrima. —mi niña está creciendo.

Las dos nos empezamos a reír y yo le tire lo primero que vi en mi cama.

—Volviendo al tema. —dijo arreglándose el cabello. — ¿Crees que Jared me preste su auto?

—No creo, ¿Qué paso con el tuyo?

—Tu árbol se atravesó en el camino...—no pude evitar reírme con eso.

—Ni creas que Jared te va a prestar su auto, después de que vea el tuyo.

¡ESTOY SALVADA!

Ya que Bea no tiene su auto, y dudo mucho que Jared la deje usar el suyo, no vamos a tener en que ir, eso significa, no más Jack.

La vida no me odia tanto.

***

—Llegamos nena. —me susurro mi amiga, una vez que estaciono el auto enfrente de un bar.

Todavía no sé porque mi hermano accedió a prestarnos su auto.

FLASHBACK

—Jared, bebé, ¿nos prestas tu auto? —le dijo Bea, que estaba justo detrás de él. —prometo devolvértelo temprano.

—Acabo de ver tu auto, ni sueñes que te preste el mío.

—Por favor Jar, prometo cuidarlo mucho. —insistió.

—No.

—Si me lo prestas, no te acoso por una semana.

—Aunque es una buena oferta, no.

— ¿Un mes?

FIN FLASHBACK.

Es fácil sobornar a Jared si eres Bea, como ya lo dije, es una controladora.

Stay with meWhere stories live. Discover now